En Los tres mundos, Santiago Posteguillo retoma su saga de novela histórica basada en la figura de Julio César, con una tercera entrega que nos muestra a este personaje histórico ya en su etapa madura y su papel crucial en la conquista de la Galia, así como sus primeras incursiones en otras tierras todavía no dominadas por Roma. Como su propio título da a entender, ahora serán tres enclaves (Roma, la Galia y Egipto), los escenarios en los que se desarrollará la trama y, poco a poco, asistiremos a su convergencia, destinada a marcar el destino de Occidente para siempre. Prepárate para una nueva novela repleta de acción, rigor y emociones, que cierra la primera etapa de esta ambiciosa saga en la que acompañamos a César desde sus primeros años hasta su ascenso a la gloria eterna.
En el año 58 a.C., Roma no era la única protagonista en el tablero geopolítico del Mundo Antiguo. Además, y como bien muestra Posteguillo en Los tres mundos, existían otros dos territorios decididos a marcar el curso de Roma y de la propia historia de Occidente. Mientras que en uno de ellos (las Galias), Julio César centra su campaña militar durante años con el objetivo de expandir Roma con el río Rin como frontera (sin olvidar, de paso, otros territorios inexpugnables como Britania), el otro, el gran Egipto, sufre la convulsión política que supone la lucha de poder de la familia real, con una jovencísima Cleopatra que, inteligente y astuta, va aprendiendo de los mecanismos romanos y del equilibrio político, preparándose para el importante futuro papel que ya conocemos que desempeñará en el devenir de los acontecimientos de la vida de Julio César y otros personajes históricos ya presentados en esta novela (ejem, ejem, Marco Antonio).
Pero Los tres mundos va mucho más allá, y también profundiza en otros aspectos relevantes como las tensiones dentro del propio triunvirato, la rivalidad entre Cicerón y Catón, o lo acontecido a la propia familia de Julio César como su madre o su hija, Julia, que tanto influirá en la vida del militar. Así, Posteguillo no se deja nada en el tintero a la hora de componer un escenario lo más fiel posible de lo sucedido durante esta etapa crucial de la historia. No sólo asistimos a un sinfín de batallas, estrategias militares y desafíos políticos, sino también a cómo se fraguan tensiones, odios, alianzas y traiciones que coinciden con el ascenso de César a lo más alto de su carrera política y militar.
Por supuesto, te recomiendo esta entretenidísima novela histórica (ya hay que desechar la idea de que este género es aburrido o complejo), sobre todo si te gusta la historia romana o del Mundo Antiguo, y te insto a que disfrutes, además, con ciertos homenajes que el autor inserta, como el guiño a los personajes de cómic Astérix y Obélix, o las desgarradoras similitudes entre el desbordamiento del río Nilo y la catástrofe que supuso las inundaciones ocasionadas por la DANA para los valencianos.
Como siempre, por un tiempo toca esperar a que Posteguillo retome la saga en un nuevo ciclo que, ahora sí, marcará el principio del fin para Julio César.
