Autor: C.J. Daugherty
Editorial: Alfaguara
Páginas: 509
Precio: 229.00
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El mundo de Allie se viene abajo: odia su escuela, su hermano ha desaparecido y ella ha sido arrestada. Otra vez. No puede creer que sus padres hayan decidido enviarla a un internado. Aunque Cimmeria no es una escuela normal: no permiten ordenadores ni teléfonos móviles, y sus alumnos son superdotados, o de familias muy influyentes. Pero hay algo más: Allie se da cuenta de que Cimmeria esconde un oscuro secreto, un secreto que solo comparten algunos profesores y los alumnos de las misteriosas clases nocturnas de la Night School.
A pesar de todo, Allie parece feliz. Ha hecho nuevos amigos y uno de los chicos más atractivos de la escuela le dedica toda su atención. Y, claro, también está su relación con Carter, ese chico solitario con el que siente una inmediata conexión.
Todo parece ir bien hasta el momento en que Cimmeria se convierte en un lugar terriblemente peligroso donde nadie parece a salvo. Allie tendrá que elegir en quién confiar mientras descubre los secretos de la escuela. Mi opinión:Terminé Night School, y pesé a las críticas negativas leídas (y que sabía que era un libro popochas *inserte derechos de autor de Ricky*), la verdad es que no es TAN malo. Si, el libro es DEMASIADO parecido a Oscuros (y ya ustedes lo notarán, si es que lo leen), pero a diferencia del mencionado, Night School tiene una narración más ágil y menos sufrida.
Tal vez la decepción proviene en que nos venden el libro como una historia “Paranormal”, y la verdad es que no lo es. La historia no contiene personajes con algún poder sobrenatural, ni han sido mordidos por vampiros que brillan a la luz del sol, ni son descendientes de los encantadores ángeles. Son simples seres mortales. Eso si, con mucho dinero y “poder”.
Mi problema con el libro es que está lleno de clichés (chica nueva, chico buenote, chico malo, mejor amiga con problemas, chica friki, chica guapa bitchy, etc). Además de que Allie es un personaje incoherente. Primero tenemos que es una chica malota, que va por la vida haciendo esto y aquello, que por terminar siendo arrestada, tiene como castigo el ser enviada a Cimmeria. Un internado del cual nunca antes había oído hablar.
¿Por qué incoherente? Bien, como les decía la chica es muy “malota”, pero cuando llega a Cimmeria, su conducta cambia drásticamente, su mayor problema (al principio) será decidir entre el chico buenote en cuestión. Y es que ¡OYE! decidir entre Sylvain (ya saben, el chico con el que todas las chicas del colegio quieren y además francés), o elegir a Carter (inadaptado, huérfano y con pinta de chico malo, pero qué es tan bueno como el pan).
¿En serio? ¿Quién cambia de la noche a la mañana de esa forma? Allie. Eso si, agradezco que la mencionada no sea una chica del drama más.
Pero bien, dejando de lado todo lo negativo hay que mencionar lo positivo. Me gusto la forma en la que la autora manejo la trama en el libro, tanto que anoche leí 250 páginas de corrido, porque me intrigó bastante. Carter ha sido un personaje que me ha gustado muchísimo - vale, que también tengo debilidad por los chicos malos 8)
Creo que si hubiese sido un libro de vampiros, me hubiese gustado menos ¿por qué? Tal vez, porqué ya estoy harta de ellos. Así que ha sido un aire fresco, no encontrarse con estos seres “sobrenaturales” en la historia.
En conclusión, es un libro que se lee rápido, aunque a veces el ritmo en algunas partes es lento. Y que al final del mismo, nos topamos que en lugar de resolver todas las dudas que te plantea al principio y desarrollo, te deja con más preguntas que respuestas, lo que a mi parecer hace que le reste más puntos.