Revista Coaching

Reseña de "Océano África", de Xavier Aldekoa

Por Garatxa @garatxa

"Creo que la raza británica es la más grande de todas las razas soberanas que el mundo haya conocido... Estamos dispuestos a admirar a los grandes hombres de nuestro pasado, pero cuando llegamos a nuestro tiempo, dudamos y parecemos perder la confianza que, en mi opinión, conviene a una gran nación como la nuestra. Por tanto, si consideramos asuntos relativamente secundarios como las expediciones en las que últimamente se han comprometido los ingleses o las administraciones que los ingleses han dirigido recientemente, no veo razón alguna para dudar de que el espíritu británico está todavía vivo... Yo afirmo que, en verdad, es un desinteresado y un cobarde el que desconfía del porvenir de la raza británica".

"Es preciso decir abiertamente que, en efecto, las razas superiores tienen un derecho respecto a las razas inferiores porque existe un deber para con ellas. Las razas superiores tienen el deber de civilizar a las razas inferiores... ¿Y existe alguien que pueda negar que hay más justicia, más orden material y moral, más igualdad, más virtudes sociales en el África del Norte desde que Francia ha hecho su conquista?


Leyendo con calma estos párrafos de sendos discursos de dos políticos de primera línea del siglo XIX, podemos entender el contexto en el que comenzó el proceso imperialista a raíz del Congreso de Berlín de 1885, en el que las potencias europeas se repartieron África con escuadra y cartabón con el fin de enriquecerse con nuevos mercados, como muy bien refleja Xavier Aldekoa en su libro Océano África.

Xavier Aldekoa nació en Barcelona en 1981, es periodista y eterno estudiante de Ciencias Políticas, como muy bien nos indica en su libro. De espíritu viajero, siente una gran predilección por África, hasta el punto de que vive en Johannesburgo, lo que le pobilita viajar por todo el continente como corresponsal de La Vanguardia. Además es miembro de la productora independiente Muzungu y forma parte del equipo del reciente proyecto Revista 5W.

En su libro, Xavier nos traslada cómo es actualmente la vida en el continente negro, como si de una road movie se tratara. No hay respiro, no hay concesiones de cara a la galería, no hay retórica, te planta la dura, durísima diría yo, realidad africana en nuestra cara. Xavier no es un escritor de postín, ni falta que le hace, sino una persona a quien le encanta la lectura y por ello, lógicamente, escribir. Y escribe porque tiene muchas, muchísimas historias que contar.

El libro está compuesto por 21 capítulos, alguno de los cuales es extremadamente corto. Recuerdo uno que ocupa, literalmente, media página. ¿Es posible contar algo en un espacio tan reducido? Pues sí, es posible, quizá porque África sea un país de contrastes extremos, incluso para la literatura.

"A menudo me preguntan por qué viajo a África. [...] Yo viajo a África para explicar que una niña congolesa se ata bolsas de plástico en los pies porque no tiene zapatos. Para intentar entender que en el Congo la gente no mata por salvajismo, mata por interés. Por el poder. Como en cualquier parte del mundo. Y para contar también que hay gente que no mata. Personas anónimas que, cuando todo se hunde a su alrededor, deciden proteger a los suyos, arriesgarse y ayudar al vecino y aceptar que pueden morir en el intento. Personas que sólo quieren vivir sus vidas y que les dejen en paz. Personas que, cuando el mundo se va al infierno, eligen tener el valor de ser seres humanos. Hay millones de personas así en África".


Página a página, entre alusiones a Kapuściński, el fútbol, la demografía o las epidemias, transcurren historias de la realidad cotidiana de Mali, Angola, Somalia, Mozambique, Togo, Botsuana, Sudáfrica, Nigeria o Camerún, entre otros, para asombrarnos, enternecernos y, en ocasiones, encogernos el corazón. Confieso que en algún capítulo se me ha puesto un nudo en la garganta.

Si tuviera que dar alguna razón válida para que compres y leas el libro creo que únicamente podría darte una: que estés interesado en conocer la realidad del día a día, o lo que es lo mismo, la verdad de lo que sucede en la tierra que fue la cuna de la Humanidad.

Confieso que el libro me ha encantado, tiene un ritmo que hace que no se lea, se devore, pero me ha ocurrido algo más, y es que me ha despertado el interés de conocer a Xavier, porque a mí me gusta charlar y tomar un café o una cerveza con personas que tienen cosas que enseñarme, y Xavier tiene mucho que compartir. Mientras llega ese día, en el que pueda darle las gracias con un apretón de manos, termino esta reseña con algo que seguro que le gustará contemplar.

Reseña de


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