De croquetas.
Pues yo no veo ninguna
Es que también va de eso: de la ausencia, de lo que no está. ¿¿Ein??
Y de lanzarse a la piscina.¿Pero no iba de croquetas?
Sí, eso también. ¿De jamón?No lo sabrás hasta que no las pruebes. Pero te gustarán. ¿Seguro? ¿Cómo lo sabes?
Solo te digo que te gustarán.Clara Luján Garza ha perdido la cabeza. Claro, cómo no perderla por un chico como Lucas. Lucas Falcón. Garza y Halcón. Desde el primer momento, la Oro deja patente su afición por los pájaros. Y es inevitable llamarla "la Oro" de forma cariñosa, porque esta mujer es así, se hace de querer enseguida, ya lo demostró con el pic-nic que montó en la Blogger Lit Con 2013. Yo no pude ir, pero la quiero igual, que por algo el libro que me mandó SM viene firmado y dedicado.
Volviendo a Clara, su dilema se resume muy bien tirando de cancionero popular: el que quiere que la quiera no la quiere como quiere que la quiera. Porque claro, Lucas no es lo que parece: muy guapo, sí, tiene una sonrisa de anuncio, sí, lo ves y lo quieres, sí, pero en el fondo, NO.
Los amigos de Clara también se las traen, no os lo creáis: Unai es el tipo más raro que os podéis echar a la cara. Viste de negro desde los cuatro años, y siempre está inventando historias sobre cómo murió su padre. Sólo que nadie recuerda cómo murió de verdad: primer misterio.
Pinilla es la mejor amiga de Clara, y Zaera es el novio de Pinilla, amigo de Clara también. Pero quizá si os digo que se llaman María y Jorge os suenen más: efectivamente, son los protagonistas de Pomelo y Limón, otra de sus obras más conocidas, que además fue Premio Gran Angular en 2011. Que la Oro tiene caché, ¿eh? Yo no he tenido el placer de leerlo, pero después de Croquetas y wasaps, me he enamorado, así que acabará cayendo.
Sin embargo, mi personaje favorito, y seguro que también el de muchísimos lectores, es el abuelo punk: un abuelo antisistema por gusto con las camisetas frikazas con mensaje. ¡Larga vida al comando jubileta! Para bordar el elenco de personajes, están la madre y el padre de Clara, y el pintor Masoliver, que también tiene su hueco.
No hay dolor que cambie el rumbo del universo. Y no sé si eso es tranquilizador o escalofriante.
Tras cinco párrafos de reseña, estaréis pensando "¿Y las croquetas?" No se me han olvidado, son el segundo misterio. De esto no puedo decir mucho, solo que es precioso, y que me ha hecho apreciar mucho, mucho, mucho MÁS a MI abuela. Aunque en su caso no sean croquetas y wasaps, sino macarrones y skype.
La Oro ha escrito una novela para recordar: se lee sola, tiene montones de carcajadas y es muy, muy particular. ¿Cómo es posible que alguien escriba sobre cosas tan profundas como la ausencia, la pena, la impotencia y la rabia casi sin que te des cuenta? Su receta mezcla de forma excepcional temas tan serios como esos, y el resultado no es nada pesado.
Además, SM ha hecho un buen trabajo de edición: rústica con solapas, texturas, brillitos, un montón de fuentes chulas... como trabajan ellos, cuidando el detalle al máximo. Por no hablar de las ilustraciones de Ricardo Cavolo, son únicas. Esos corazones en llamas con ojo observador incluido molan demasiado.
Soraya A. Z.
Que la leáis. Así, sin más. Porque no soy digna ni hay palabras para recomendar algo tan bueno como Croquetas y wasaps. No importa que la Oro no sepa hacer croquetas, porque los libros le salen de rechupete.Si quieres seguir leyendo, visita Librohólic@s. :)