Título: Dioses terrenalesAutor: Javier MartínezEditorial: Editorial Círculo RojoAño: 2012ISBN: 9788499916934Nº de páginas: 710
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RESEÑA:Gracias a uno de los catálogos de novedades de la editorial Círculo Rojo hace unos meses descubrí esta novela que llamó mi atención desde el principio, tanto por su portada como por el título. No sé a vosotros pero a mí me sugería una historia de enigmas y misterios relacionada con antiguas civilizaciones que me encantan, así que me dispuse a investigar un poco más. Es así como llegué a la web de la novela y a su página de facebook, donde después de algunos comentarios el autor me ofreció un ejemplar para leer y reseñar que acepté sin ninguna duda.
A pesar de ser un libro con un número de páginas considerable, Javier me había indicado que se leía muy bien y no se hacía pesado ni largo, por lo que hace unas semanas me decidí a hacerle un hueco entre las múltiples lecturas conjuntas a las que estaba anotada. He de reconocer que no se equivocaba, una vez que lo empiezas te absorbe por completoy en menos de una semana ya lo había leído puesto que cada rato libre que tenía estaba dedicado a la lectura de esta novela. Ahora bien, no es un libro que pueda recomendar sin ninguna duda a todo tipo de lectores, es cierto que para mí ha sido un page-turner y que prácticamente lo he devorado, pero algunas de las teorías y temas que trata son bastante controvertidos, no todas las personas tienen la misma opinión sobre los mismos y creo que en función de esto la lectura puede ser más o menos entretenida. A mí todos estos temas me resultan interesantes, no quiero decir con ello que crea todo lo que aquí se nos cuenta, sino que me gustan los debates e interrogantes que el planteamiento de estas teorías produce en mi mente. Siempre he sentido curiosidad por saber el porqué de algunas cosas y de ahí que esta novela me haya resultado en algunos casos sorprendente, teniendo que recurrir a la investigación en internet para profundizar en algunas cuestiones.
La trama tiene por protagonista a Sergio Molina, Médico Forense del Instituto de Medicina Legal de Cartagena, cuya rutinaria vida cambia radicalmente la noche en la que por hacer un favor a su compañera Lucía, cubre su guardia y tiene que hacerse cargo del levantamiento del cadáver de un joven que ha sido hallado muerto. Aunque todo apunta que ha sido un suicidio, para Sergio hay indicios de que no es así aunque nadie apoye su teoría, sospechas que aumentan cuando Andrea, una ex-novia de la universidad, reaparece en su vida y le cuenta que el joven es su primo y que cree que ha sido asesinado a causa de una información muy importante hallada por éste, que supondría una gran alteración para el mundo. Es así como Sergio se ve involucrado junto con Andrea y dos compañeros de trabajo en una peligrosa búsqueda para encontrar las pruebas documentales que sacarán a la luz esta información, la cual pondrá en riesgo su vida y le hará cuestionarse muchas de las cosas en las que siempre ha creído.
Como os decía, es un libro que engancha desde las primeras páginas. Para poder encontrar las pruebas los protagonistas tienen que ir resolviendo enigmas que exigen una investigación por lo que es difícil abandonar la lectura, ya que el interés y la intriga se mantienen a lo largo de toda la narración. A mí me encantan este tipo de libros que plantean enigmas relacionados con emplazamientos, monumentos, cuadros, etc y que requieren una investigación por parte de los personajes y en ese sentido Dioses terrenales es adictivo y mantiene la intriga hasta el final, además de tratar unos temas que no son muy habituales en este tipo de libros, que parece que se centran siempre en enigmas relacionados con la iglesia, la masonería y similares.
Submarino Peralta
La historia está narrada en primera persona por Sergio Molina y sigue un estilo sencillo, ágil y de fácil lectura, lo que unido al ritmo rápido y a la continua sucesión de acontecimientos hace que la lectura sea muy dinámica, ya os digo que a mí me duró menos de una semana, teniendo en cuenta que de lunes a viernes prácticamente no tengo tiempo libre para leer.
La temática en torno a la cual se desarrolla la trama es lo que se conoce como Nuevo Orden Mundial y que os puede dar una pequeña idea de lo que nos vamos a encontrar a lo largo de sus páginas. Para aquellos que como yo no estéis familiarizados con este término, os diré que según la wikipedia es una teoría conspirativa que afirma la existencia de un plan diseñado con el fin de imponer un gobierno único - colectivista, burocrático y controlado por sectores elitistas y plutocráticos, etc, - a nivel mundial. (podéis ampliar información en este enlace). A partir de esta base se va desarrollando la historia por medio de la cual vamos accediendo a la exposición de diversas teorías desarrolladas a partir de datos reales y que en algunos casos creo que conseguirán despertar interrogantes, siendo siempre el propio lector el que decida en qué punto separa la ficción de la realidad. Para mí esto es un añadido al entretenimiento que me ofrece la lectura, ya que me encanta esa sensación de incertidumbre y la necesidad de investigar más allá de las páginas del libro para descubrir cuanto de lo que refleja la historia es real y ampliar datos y con Dioses terrenales en más de una ocasión he abandonado la novela momentáneamente para sumergirme en Google en busca de datos.
Teatro romano y Catedral antigüa de Cartagena
Sergio Molina es el personaje al que llegamos a conocer más profundamente puesto que al utilizar la narración en primera persona nos permite acceder a sus acciones, reacciones, pensamientos y recuerdos, descubriendo por medio de estos la evolución que ha seguido el personaje a lo largo de su vida. Es un personaje que está muy bien perfilado en todos sus matices y esto creo que es debido a que el autor se ha proyectado a sí mismo en él en varios aspectos, especialmente en su profesión como médico forense, lo que le permite desarrollar con acierto y de forma muy realista su día a día. Esto junto al uso de la primera persona hacen que sea un personaje muy real y cercano, parece sacado de la vida misma y a pesar de que hay ocasiones que se ve inmerso en situaciones difíciles, sus reacciones y recursos son iguales a las que tendríamos cualquiera de nosotros en una situación similar, no es ningún superhéroe.Destacaría en su caracterización su actitud ante todo lo que va descubriendo, muy importante desde mi punto de vista, a la hora de lograr esa cercanía con el lector de la que antes os hablaba.
De entre los personajes secundarios destacan sus compañeros de investigación, pero desde el principio el autor se encarga de hacernos dudar de las verdaderas intenciones de todos ellos y esa incertidumbre nos acompañará a lo largo de toda la novela, por lo que no he llegado a empatizar con ninguno especialmente, siempre he tenido reservas y por otro lado no se profundiza demasiado en ellos, lo cual es necesario para lograr este efecto. Además de ellos nos encontramos con otros personajes muy enigmáticos directamente relacionados con la investigación, cuyas intenciones tampoco están demasiado claras. En general es una novela en la que no hay nada evidente y de ahí la necesidad de seguir leyendo en todo momento.
Ya sabéis que uno de los aspectos con los que más disfruto en las novelas es con su ambientación, más cuando como en este caso, es de sobresaliente. La mayor parte de la acción se sitúa en Cartagena, ciudad que tuve ocasión de visitar el año pasado y a pesar de que solo estuve unas horas en sus calles, no he tenido ninguna dificultad para ubicarme en muchos de los emplazamientos descritos en Dioses terrenales ni moverme por sus carreteras en fugaces visitas a la Manga del Mar Menor y alrededores. Además de edificios quizás no tan relevantes a nivel turístico como el Palacio de Justicia o el Instituto Anatómico Forense, encontramos referencias al famoso submarino Peral ubicado en el paseo marítimo, a su puerto o a la Catedral Antigua de Cartagena, en ruinas a causa de los bombardeos de la Guerra Civil española y que fue construida sobre el teatro romano, por lo que hoy en día ambos están unidos. Todo esto se explica con detalle en la novela por lo que en este sentido es instructiva, aunque si habéis hecho turismo en la ciudad seguro que ya conocéis esta historia.
Isla Decepción
Otra ubicación de gran importancia es la Antártida, concretamente la Isla Decepción y la bahía que alberga en su interior, el puerto Foster. Es un destino que no conocía, nunca había oído hablar de esta isla, ni de la bahía a la que se llega a través de los Fuelles de Neptuno ni de la estación ballenera pero gracias a la lectura de Dioses terrenales he descubierto muchísimos datos sobre este misterioso emplazamiento. No puedo decir que me haya quedado con ganas de visitarlo ya que solo de pensar en las condiciones climatológicas se me quita cualquier indicio de curiosidad, pero reconozco que el autor ha hecho una excelente recreación del escenario, o bien ha estado allí o se ha documentado a fondo ya que no falta detalle tanto de los paisajes como de las sensaciones que experimentas los personajes durante la travesía hasta la isla y su primer encuentro con la misma.
Así que en conclusión, Dioses terrenales me ha parecido una novela interesante, tremendamente adictiva y con una ambientación digna de mención. Ahora bien, ¿la recomendaría? si tuviese que basarme solamente en mis impresiones sí, sin ninguna duda, de la reseña se desprende que he disfrutado con la lectura pero soy consciente de que los temas que aborda quizás no son igual de interesantes para todo el mundo y aunque creo que no debe ser un obstáculo para disfrutar del desarrollo de la novela, no puedo asegurarlo con certeza. Será cuestión de probar, yo os animo a que si os gustan este tipo de novelas de misterios y enigmas le deis una oportunidad, espero que os ocurra lo mismo que a mí y no dure nada en vuestras manos.
FUENTES: imagen autor https://www.facebook.com/javier.martinezmas
la imagen del submarino y del teatro romano son de mi propiedad
imagen Isla Decepción http://www.deceptionisland.aq/index_es.php
Gracias al autor por facilitarme el ejemplar