Rosie Dunne y Alex Stewart han sido los mejores amigos desde los cinco años. Juntos e inseparables, vivían en un mundo en que solo se necesitaban el uno al otro para ser felices. Con el transcurrir de los años, será esa dependencia quién le jugará una mala pasada, cuando Álex tenga que mudarse de Irlanda a Boston debido al trabajo de su padre. Si a los dieciséis años solo has tenido un amigo durante toda tu vida, es complicado acercarte a otras personas para no sentirte sola en un instituto abarrotado de gente. Solo el epílogo está narrado en tercera persona. Las trescientas y tantas páginas restantes la componen los e-mails, conversaciones y cartas entre los personajes, su familia y amigos.
Eso es lo que le pasa a Rosie, que terminará anhelando el día en que vuelva a ver a su amigo de la infancia, poder reírse de sus bromas, mofarse de la horrible profesora Casey, pasarse notitas entre clases e intentar soportar juntos la doble case de matemática los días martes. Empezar una nueva vida sin el que fue tu confidente, tu mejor amigo de toda la vida, no es una tarea fácil. Pero la historia recién comienza y esta separación es solo el primer golpe que el destino tiene preparado para nuestros protagonistas.
Luego del baile de fin de curso, Rosie decide ir a visitarlo a Boston, mudarse ahí y seguir una carrera. Recuperar el tiempo perdido es una de sus prioridades y administrar un hotel su meta de vida más alta. No obstante, cuando todo está listo para el reencuentro, Rosie recibe una noticia que dará a su joven vida un giro de trescientos sesenta grados. Ya nada volverá a ser como antes, solo le queda dos opciones: derrumbarse o seguir adelante.Primero como niños traviesos, luego durante su díscola adolescencia y aun cuando sean adultos, ambos no dejarán de contárselo todo, sea por e-mail, cartas, postales o notitas. Pese a la terrible distancia o a los infinitos malentendidos ellos lo darán todo por seguir conservando su amistad, esa que han cultivado desde pequeños. Pero ¿es realmente esa amistad lo suficientemente fuerte como para sobrevivir cuando nuevos hitos marquen sus vidas o lleguen las nuevas relaciones?
De: Rosie Para: Álex
[...] ¿Por qué dejamos de creer en nosotros mismos? ¿Por qué permitimos que los hechos y las cifras acaben gobernando nuestra vida en lugar de los sueños? Pero ahora mi mente ha vuelto a cambiar. No hay nada imposible, Álex. Siempre lo he tenido a mi alcance. El problema es que no estiraba bastante el brazo, eso es todo. No hay nada imposible. No está mal como frase surgida de la pluma (¡o más bien del teclado!) de una cínica. Gracias por tu fe en mí, Alex. ¡Me encantaría corresponder a tu abrazo y tu beso ahora mismo! Pero quién sabe, después de todo, quizás haya cosas que no están a nuestro alcance.
[...]Qué rara es la vida, ¿verdad? Justo cuando piensas que lo tienes todo resuelto, justo cuando por fin comienzas a planear algo en serio, te entusiasmas con la idea y crees saber hacia donde vas, los caminos cambian, las señales cambian, el viento sopla del otro lado, de repente el norte es el sur y el este el oeste, y estás perdida. Es muy fácil perder el rumbo, perder la dirección...
Ya sé que les he contado prácticamente nada con mi triste reseña, ¡les juro que no puedo hacer más! Si soltara algún dato adicional les malograría una lectura maravillosa, increíble, fresca, cargada de sentimientos, de reflexiones, de desvaríos. Rosie y Alex son personajes perfectos para una perfecta novela: cada quién tiene sus dudas, sus deseos, anhelos que buscan cumplir, secretos que tienen que guardar por el bien del otro. Ambos tiene también sus defectos (que no son pocos), pero también sus virtudes, como toda persona ¡son personajes de carne y hueso!. Los he sentido tan reales, tan humanos, que no me sorprendería de verdad existieran...
El libro está enfocado principalmente en Rosie, en su vida, sus vicisitudes y sus deseos frustrados; en cómo hace para seguir adelante pese a los golpes del destino, a las separaciones, a lo que se le venga encima y se interponga entre ella y su sueño. A veces era tan obstinada, tan terca y cuando tomaba una decisión equivocada daba ganas de darle un sopapo. Pero ella reconocía sus errores -eso fue lo que me gustó de su personaje - y aunque no se lo decía a todo el mundo, sabía que había hecho mal y aprendía de ello. A veces se derrumbaba (¿quién no lo ha hecho?) pero sabía sobreponerse y seguir adelante.
Leer"Donde termina el arco iris" ha sido una experiencia maravillosa. He disfrutado con cada palabra, cada bonita frase que salia de la pluma deCecelia Ahern,que con pinceladas suaves y certeras nos contaba una hermosa historia de amistad y amor. Cada nuevo giro de la historia no hacía más que lograr que mi corazón palpitara desbocado y era incapaz de dormir sin haber terminado el libro.
Puntuación:(5.0)
Donde termina el arcoiris
Cecelia Ahern
Editorial Zeta
416 páginas
ISBN: 978-84-92929-00-9