Reseña: El círculo

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¿Qué compañía puede haber entre la luz y las tinieblas?

2 Corintios, 6. 14

El círculo es una novela sueca escrita a cuatro manos por Mats Strandber y Sara Elgren. Ganadora de diversos premios como el Bokbloggarnas litteraturpris (algo así como Premio de Bookbloguero de Literatura), el Bokjuryn y fue nominado al August Prize. En resumidas cuentas, El círculo ya es todo un suceso en Europa, tanto así que Filmlance ha comprado los derechos para llevar esta historia al cine y se espera que se estrene en su ciudad natal en este mes. Y te estarás preguntando por qué he decidido darle a esta reseña un epígrafe tan curioso como es una cita bíblica, pero te aseguro que no es gratuita su prescencia aquí y que cuando termines de leer esto estarás tan convencido como yo de que le va como anillo al dedo.

La novela presenta a un grupo de seis chicas cuyas vidas son tremendamente diferentes entre sí pero que tienen en común una desconocida naturaleza: son brujas. Eh, que a mí también me echó para atrás cuando supe que esta era el tono de la novela y tuve bastantes ganas de dejar la lectura en el proceso. Ha sido una fortuna no haberlo hecho porque de haber sido así jamás habría podido profundizar en este tramposo libro, y digo tramposo porque está disfrazado de una historia de brujas-adolescentes que luchan contra las fuerzas del mal cuando en realidad muestra que la oscuridad reside en el propio ser humano. Ninguna de ellas tiene conocimiento de sus poderes ocultos así que cuando un impulso irrefrenable las arrastra al corazón del bosque sus vidas cambian de manera drástica y sin vuelta a atrás.

Si no hacemos nada ahora, tendremos que vivir con esa vergüenza el resto de nuestras vidas.

Ellas son las Elegidas, brujas fuertes que unidas poseen un poder descomunal para acabar con la oscuridad que se cierne sobre el pueblo de Engelsforts. Esta misteriosa presencia ya ha cobrado la vida de un joven cercano a una de las elegidas y comienza a acosarlas una a una tocando sus puntos débiles, sobre todo cuando estas se encuentran enemistadas entre sí. En el camino, Minoo, Rebecka, Anna-Karin, Vanessa, Linnéa e Ida aprenderán que la única manera de enfrentarse a lo que sea que las esté acechando es uniendo sus fuerzas para protegerse y averiguar cómo destruirlo. Acompañadas de Nicolaus, su mentor con amnesia, las seis deberán aprender a usar sus poderes y contraatacar al mismo tiempo. Es una carrera contra reloj en la que de repente su vida pasada suena idílica y el futuro se antoja aterrador.

El círculo es la primera entrega de una trilogía que como ya mencioné, está cosechando mucho éxito en toda Europa, lo cual ya es bastante para un libro introductorio. En este aspecto es donde se gana muchos puntos porque le ahorra al lector descripciones  al estilo Flaubert y deja por todo el texto, pinceladas del hostil y gélido paisaje de Engelsforts. Así mismo, la narración en primera personas nos permite ir de personaje en personaje como una sombra que los sigue a todas partes. La dosis justa de pistas hace que el lector cree sus propias hipótesis acerca de los misterios que trae la oscuridad sobre el pueblo, leer El círculo es entrar a un laberinto en tinieblas sólo guiándonos de un cordel que promete llevarnos al otro lado, al más puro estilo de Teseo. La novela se vale del tema de las brujas y la lucha entre el bien y el mal para crear un ambiente de misterio con tintes góticos, pero no se puede precisar que sea una historia de terror, es más que eso.

Pero de pronto se da cuenta de qué es lo interesante de una iglesia. Contiene el nacimiento, la vida y la muerte, todo en el mismo lugar.

Recuerdo bien que mi madre siempre me dijo que hay que temer más a los vivos que a los muertos y cuando estaba trabajando en esta reseña tuve una charla con un amigo en la que él argumentaba que los verdaderos demonios residían en el interior de las personas. Estos dos aspectos parecen ser dos de los elementos más importantes en una historia que se disfraza de sobrenatural para revelarnos que los más oscuro se encuentra en el interior del ser humano. Nuestras jóvenes brujas se enfrentan desde hace mucho tiempo a sus propios demonios, males que nos hablan de una sociedad real y actual: bulimia, suicidio, baja autoestima, desintegración familiar, bullying, falta de identidad.

Todo aquello que no se han dicho se interpone entre los dos. Y son tantas cosas… Un mar de silencio que lleva existiendo toda la vida.

Aquí reside la alquimia que echa a andar el mecanismo del libro: el demonio terrenal se funde con el místico y se hace presente. Si tuviéramos acceso a nuestros miedos más profundos, pasaríamos por una lucha como la que tiene Anna-Karin para controlar su descomunal poder, pero ¿cómo matar al demonio interior sin cometer un suicidio? Sólo un alma impoluta, libre de toda culpa y debilidad es capaz de enfrentarse por sí sola a las fuerzas oscuras, sin embargo, estás jóvenes tienen tantas heridas que la única manera de ser fuertes es estar unidas. La delgada línea entre seguir resistiendo y rendirse no evita la seducción del abismo y la tentación de entregarse a la oscuridad estará acechándolas constantemente.  Y si no hubiera más dolor, más tristeza, ¿te entregarías?

Siente como si le estuviera arrancando el corazón, lo arrojara al hielo, le prendiera fuego, le escupiera, lo pisoteara, se lo volviera a meter en el pecho y la cosiera, para volver a empezar otra vez.

El círculo es una novela de muchos niveles, quedarnos con la trama superficial de unas jovencitas que descubren que tienen poderes y hacen encantamientos es echar por tierra el resto del trabajo de Strandberg y Elfgren. Vas a encontrar una novela que te provocará miedo de bañarte por las noches o de ir solo al baño. Una novela que te haga sospechar del profesor y provoque que le hables a cada animal que te parezca peculiar pero también te hará tener miedo de tus deseos más profundos y de encontrarte al salir de la ducha, con tu verdadero yo, el oscuro.

Punto aparte, El círculo suena muchísimo como una película noventera llamada Jóvenes Brujas (The Craft) que posiblemente desconozcas si naciste en el 2000 o no eres fan del cine de culto.  Yo tenía como cuatro años de edad cuando la vi por primera vez y me daba tanto como el payaso It o Chucky. La protagonista, Sarah Bailey llega a un nuevo colegio donde conocerá un grupo de chicas medio raras que tienen una obsesión por la brujería y la adoración a un dios pagano que mueve las fuerzas de la naturaleza. Amabas historias difieren muchísimo pero puedes checar la película como aperitivo para el plato fuerte que representa El círculo.

Ligera como pluma, tiesa como tabla.