Este es uno de esos libros que le estamparías (donde más duela) a cualquiera que tuviera la indecencia de decirte que la juvenil es pseudo-literatura, o que es literatura pobre. ¡POBRE! Entonces cogeríais este libro, entre otros, y se lo estamparíais en toda la cara y te quedaríais más ancho que Pancho.
Una noche de luna llena color rojo sangre, seis chicas se ven arrastradas por una fuerza misteriosa hasta un teatro al aire libre abandonado. Días antes, un compañero apareció muerto en el instituto. Todo el mundo piensa que ha sido un suicidio. Todo el mundo… excepto ellas.
En ese misterioso lugar en ruinas, les es revelada una antigua profecía. Son las Elegidas, un grupo de brujas unidas por un poder que puede destruirlas a todas. Pronto descubren que, a pesar de sus diferencias, se necesitan las unas a las otras para dominar sus nuevos poderes y cumplir la misión que les espera. El tiempo corre en su contra. Si no descubren qué las persigue, morirán.
El Círculo nos presenta a Rebecka, Minoo, Anna-Karin, Linnéa, Vanessa e Ida. Seis chicas que lo único que tienen en común es que van al mismo instituto en Engelfors, un pueblo que oculta bajo el telón de la noche a seis chicas que durante la luna de sangre no controlan sus cuerpos y se dirigen todas al mismo sitio presas de una voluntad mayor que ellas: van a Kärrgruvan, un teatro al aire libre, olvidado hace tiempo. Son las Elegidas y tienen una misión que cumplir. No se conocen demasiado entre ellas, tampoco tienen interés por conocerse, pero pese a eso, igual que a los hermanos no se les elije, a Las Elegidas tampoco. En el teatro no estarán solas, el conserje del instituto se encuentra allí, él es su guía, un guía que está tan desconcertado como ellas… es que solo tenía que haber una, pero delante de sus ojos hay seis.
¿Quién es La Elegida?
El Círculo está narrado en tercera persona y va alternándose entre cada una de las seis brujas. Las protagonistas no son perfectas, no pretenden serlo, y aunque pecan un poco de roles estereotipados, cada una tiene su voz propia que dota al libro de un aire real entre páginas de tinieblas y magia. Puede parecer que al tener que seguir la pista no a una, ni a dos, sino hasta seis protagonistas, puede resultar un poco lioso o que no llegas a profundizar en ninguna, pero realmente no es así (aunque es cierto que dos, y sobre todo una, quedan bastante al margen de la historia); al principio cuesta un poco meterse de lleno en el libro, los primeros capítulos resultan un tanto desconcertantes y algo pausados, pero en cuanto avanzas en la trama vas sumergiéndote en los días de estas seis adolescentes.
Destaca por una narración ligera y oscura que ambienta perfectamente y hace que te sientas una más de Las Elegidas. La historia tiene un buen equilibrio tanto entre acción y vida cotidiana, como entre realidad y fantasía. Mats y Sara se complementan a la perfección durante toda la novela, y realmente no da la impresión de que sea una historia a dos voces.
No nos engañemos, últimamente las sagas proliferan a grandes zancadas, más por fines comerciales que porque la historia lo pida. En este caso la historia lo pide, hay mucho que contar, durante sus 512 páginas no he llegado a pensar en ningún momento que estaban alargando la cosa por hacerlo, El Círculo lo demanda a gritos, lo exige, y auguro una continuación llena de fuerza, pues aunque esta sea la primera parte de la trilogía pisa fuerte.
Una novela introductoria ágil, adictiva y que destaca por unas protagonistas de carne y hueso que le suman muchos puntos a la dinámica de la lectura aportando un toque de realismo, en un libro lleno de ficción del que sus últimas páginas te incitan a que no te pierdas su segunda parte titulada Fuego.
El Círculo queda más que aprobado por esa historia que aunque a priori parezca que no aporta nada nuevo, realmente consigue -con elementos que todos conocemos- crear una historia novedosa, intrigante y llena de frescura. Os invito a visitar Engelfors, a conocer a Las Elegidas y a todos los demás personajes que os esperan dentro de El Círculo.
¿Lo habéis leído? ¿Pensáis hacerlo? ¿Os llama la atención?