Un director de Orquesta llega a Viena, no es la primera vez que viaja a este lugar, siempre que lo hiso la pasó muy bien. Pero esta vez se encuentra algo preocupado y medio nervioso porque apenas bajar del avión pudo vislumbrar a lo lejos a una persona muy parecida a él. Pasado unos segundos lo pierde de vista.
Cuando llega al hotel donde iba hospedarse se da con la sorpresa de que este individuo también se hospeda en el mismo edificio. El director de orquesta desconfía del extraño, y a pesar de que no tiene en realidad razones fundadas para hacerlo, le teme y cada vez que lo ve se pone nervioso.
El relato termina de una manera muy turbia. Si bien no me pareció el mejor final de los que haya leído sí me gustó. Sobre todo porque no sabia cómo iba a terminar todo. El misterio logra mantenerse hasta el final.