Título: El eterno olvidoAutor: Enrique OsunaEditorial: AutoeditadoAño: 2011ISBN: 1463587546
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RESEÑA:
La primera vez que vi la portada de El eterno olvido me llamó mucho la atención, no es que sea aficionada al ajedrez pero me resultó atractiva y despertó mi interés por la historia que se podía esconder tras la misma. Tuve la suerte de que unos días después Enrique se puso en contacto conmigo para ofrecerme la novela para reseñar y acepté sin dudarlo.
El argumento del libro gira en torno al Kamduki, un juego de Internet que pretende encontrar a la persona más inteligente y audaz del mundo. Para ello se van planteando una serie de pruebas de inteligencia on-line que los participantes deberán resolver en un tiempo determinado, solamente los que den con la respuesta pasan a la siguiente fase y así se van descartando las personas que no cumplen los requisitos buscados. Entre los participantes se encuentra Samuel, que cuando descubre el juego y el sugerente premio, según los organizadores el mayor de la historia, se anima a participar y escapar así de su actual vida, con la que no se siente nada satisfecho.A medida que va superando las primeras pruebas comienza a obsesionarse con el juego, hasta el punto de pedir ayuda a Lucia, una chica enigmática que conoce una noche de fiesta y por la que siente una gran atracción, que acabará implicada con él en el juego, sin sospechar ninguno de los dos que el juego transformará sus vidas.
El eterno olvido es un libro con el que he disfrutado desde las primeras páginas, la historia me ha enganchado y no he podido parar de leer hasta saber cómo terminaba todo. El libro comienza con una historia, la de Noelia y su abuelo, una historia dura que capta el interés del lector y pasados unos capítulos la narración pasa a centrarse en Samuel y el kamduki, dejándote con la curiosidad de saber qué ha sido de esa niña y cual será la relación con la nueva historia que se nos presenta.Al igual que le ocurre a Samuel, el kamduki me atrapó desde el principio y en las primeras pruebas leía una y otra vez el enunciado intentando descubrir la solución, aunque en la primera prueba ya me hubiesen eliminado, luego cuando te dan la solución te sientes un poco idiota porque parece tan lógico...
La novela está muy bien narrada, se lee de manera fácil y es adictiva. El ritmo es en todo momento rápido llegando en algunas situaciones a ser muy intenso, sobre todo en la octava prueba del kamduki, qué angustia buscando las pistas con el reloj en contra. Esta parte de las pruebas ha sido la que más me ha gustado por la tensión que he sentido en todo momento junto a los protagonistas buscando la solución.Como os decía está bien narrada, con un lenguaje sencillo pero muy cuidado, seleccionando las palabras adecuadas para definir cada situación. A pesar de que Enrique es un autor novel y la obra es autoeditada, se nota que ha sido pulida y revisada profundamente, ya que las construcciones de las estructuras son perfectas y no tiene prácticamente ningún error ortográfico.
Por lo que se refiere a los personajes, son personas muy humanas, reales y creíbles, se puede decir que la mayoría sacadas de la vida misma, con unas personalidades muy definidas. Aunque me han gustado mucho el personaje del abuelo Ricardo, por esa ternura y amor hacia su nieta y Samuel, por su carácter sencillo e inseguro, para mí la que más destaca es Lucía, porque es una persona sumamente inteligente, que ha sabido abrirse camino en la vida y hacer frente a todo lo que ha tenido que vivir y sobre todo porque tiene unos valores firmemente establecidos a los que se mantiene fiel aún cuando las cosas no le van bien. Me ha gustado mucho como va evolucionando y desprendiéndose de los lazos que la unen al pasado y la impiden ser feliz.
Un aspecto muy positivo de la novela es su ambientación. La historia transcurre por varios escenarios que aparecen perfectamente perfilados, con descripciones que provocan que si has visitado el sitio, los recuerdos vuelvan a tu mente, o que si no lo has visitado, acabes deseando hacer una visita al lugar en cuestión. Viajamos a Tenerife, concretamente a la plaza de la Candelaria y nos fijamos en las estatuas que rodean la plaza que tienen su propia historia la cual descubrimos a través de El eterno olvido. Esta parte me gustó mucho porque es un sitio en el que he estado e iba haciendo repaso mental de la zona en la que Samuel estaba investigando.Y también viajamos a Noruega, donde hacemos un pequeño recorrido por Oslo visitando El Monolito y El niño enojado en el parque de Vigeland, tomamos el Tunel de Lærdal, el túnel de carretera más largo del mundo para llegar a Bergen, donde visitamos Bryggen. Nunca he estado en este país ni me había planteado visitarlo, pero después de leer el libro me he quedado con muchísimas ganas de conocerlo porque por las descripciones de los paisajes y monumentos que incluye es sin duda un sitio precioso. Se nota que el autor conoce de primera mano todos estos escenarios y que le han gustado muchísimo porque consigue transmitir esas sensaciones al lector, acabas deseando conocer los encantos de estos parajes.
Los amantes del ajedrez y los libros también encontrarán un atractivo añadido en esta lectura, ya que por un lado hace referencia a jugadas y tácticas de ajedrez y por otro lado Lucia es una amante de los libros e incluye en sus diálogos muchas referencias a ideas extraídas de los libros que ha leído.
Por otra parte, el autor no se ha limitado solo a contar una historia, sino que se sirve de los personajes para introducir reflexiones filosóficas sobre aspectos como la vida, el futuro, el amor o el destino y también para hacer crítica social. Estas partes han sido las que menos me han gustado, ya que son un añadido que no aporta nada a la historia que nos está contando y no dejan de ser el punto de vista del autor sobre determinados temas, con los que puedes estar de acuerdo o no.
En todas las novelas de este estilo que leo, lo que más temo es el final, ya que muchas veces una mala resolución hace que pierdas todas las buenas impresiones que te ha producido el resto del libro. No es este el caso, el final no ha sido lo que me esperaba y aunque no me ha entusiasmado la línea que ha seguido, que va un poco en función de los gustos de cada lector, me parece un buen cierre para la historia. Ha sido leyendo los agradecimientos donde he encontrado algo curioso que me ha dejado reflexionando sobre el resto del libro.
Como veis, El eterno olvido es una novela muy rica en contenido con una trama que mantiene al lector enganchado en todo momento, os lo recomiendo. Cierro la reseña con la primera prueba de kamduki, la respuesta y la siguiente prueba la encontraréis en El eterno olvido.
FUENTES: imagenes extraídas de http://enriqueosuna.webnode.com/