Alfaguara
Tyler acaba de recibir un golpe muy duro y ahora tendrá que aprender a luchar contra sus sentimientos y ser lo suficientemente fuerte como para plantarle cara a su padre. Pero, de forma casi casual, surge un rayo de esperanza: Jordyn, una chica que, bajo una apariencia oscura, esconde un corazón luminoso.
¿Cómo no enamorarse de ella?Tyler sabe que no puede arriesgarse a arrastrarla dentro de su caos particular. Pero ella está ahí, a su lado, y juntos aprenderán a vivir en un mundo nuevo, que ellos mismos inventarán.
Hoy les traigo la reseña de un libro que resultó ser algo muy distinto de lo que esperaba y que por esa razón amé.
El infinito eres tú de Michelle Levy. Con ese título, todos esperan una novela romántica, ¿no? Bueno, les digo que si piensan eso, están muy lejos de la realidad. Yo compré la novela pensando que era un romance YA, pero nada que ver, y qué bueno que fue así.
Michelle Levy nos invita a conocer la vida de Tyler, un joven que parece haber perdido todo, incluso sus sueños, luego del suicidio de su madre. Ya no le importa el fútbol ni la beca que iba a obtener para asistir a una de las universidades más prestigiosas del país. Tampoco le importa su novia. Ni su padre. Ni nada, excepto su perro. Si la vida de una persona luego de la muerte de un ser querida es dura, la de Tyler es mucho más que eso, ya que encima tiene que vivir bajo el abuso físico y psicológico de su padre, que no termina de asumir la muerte de su mujer y no hace más que culpar a Tyler por ello.
Al principio, me costó mucho conectar con el protagonista. Me parecía egoísta, soberbio, creído, pero con el transcurso de la historia esto cambió radicalmente y pude comprender qué había detrás de sus acciones. Levy trató con mucho tacto el tema del abuso, cosa que me sorprendió. No lo dosificó ni lo exageró, creo que le dio en el punto justo de cómo son estas cosas en la realidad.
Está demás decir que soy un fiel defensor de que se traten estos temas en la literatura para jóvenes, ya que muchas veces generan conciencia e, incluso, pueden cambiar vidas.
Me gustó muchísimo la metamorfosis que sufre Tyler a lo largo de la novela; cómo cambia su vida, su percepción del mundo y cómo se permite sentir dolor, alegría, tristeza, amor. Este gran cambio no lo logra solo, sino que cuenta con la ayuda de una chica muy especial (una de las pocas personas que no se compadece de él ni le da un trato especial porque su madre se suicidó) y del padre de la joven, que terminar ocupando ese rol paterno que el protagonista tanto necesita.
Quiero hacer una captura de este instante y vivir en él para siempre. No hacen falta retoques.
Sí, eventualmente hay una suerte de historia de amor entre el chico y la chica, obviamente, pero les aseguro que la novela no pasa por ahí. Levy apunta a algo más profundo, algo más esencial: la posibilidad de abrirse y desnudarse ante el otro; la necesidad de expresar nuestros sentimientos; la importancia de llorar y dejar que las cosas fluyan, de decir lo que sentimos, lo que nos sucede.
Saben que amo las novelas realistas, y El infinito eres tú acaba de entrar en mi lista de favoritos. Quedé encantando por el desarrollo del protagonista, los giros en la historia y el nivel de compromiso que encontré a la hora de tratar temas tan duros.
Tienen que darle una oportunidad. Sé que no es una novela que está de moda, pero les aseguro que no tiene nada que envidiarle a las historias del señor Green ni de la señora Rowell.
Los cobardes mueren muchas veces antes de perder la vida; los valientes no experimentan la muerte sino una vez.
Esperen, esperen, esperen: ¡el final! Por Dios, una pasada. Al principio, me indignó. Pero luego… lo procesé y entendí que tal vez esa era la mejor forma de cerrar la historia de Tyler. Porque la vida es así, ¿cierto? No siempre todo es color de rosas.