Los integrantes de un modesto despacho de abogados de provincias se verán envueltos, sin quererlo ni desearlo, en un caso que les supera totalmente: drogas de diseño, blanqueo de capitales y corrupción a gran escala…
Efrén Porcina, un tipo encantador que ronda los ciento treinta y ocho kilos, sigue una dieta por internet y lleva una vida tranquila, y su única socia, Salomé, una secretaria cuando menos particular que cambia de novio cada dos por tres, junto con la inestimable ayuda de un ex policía borrachín, serán los encargados de arrojar luz y buscar la verdad en un intrincado caso con ramificaciones internacionales.
Las vidas de unos y otros estarán pendientes del acierto de un juez, la cordura de un jurado popular y el misterioso jurado número diez…
OPINIÓN:
Hacía mucho tiempo que no leía una novela de este corte, con un jurado popular por el medio, y menos aún cuando el juicio se desarrolla en España, acostumbrados como estamos a los libros y películas americanas, así que me interesó enseguida y decidí leerlo.
El libro comienza por el final de la historia, donde el protagonista Efrén, un abogado principiante, está a la espera de que el jurado popular condene o deje en libertad a Lupo, un policía corrupto, que en caso de resultar inocente podría acabar con la vida de Efrén (ya que tiene mucha culpa de que se le esté juzgando).
Este jurado está formado por ley por 9 personas (yo lo desconocía), así que Efrén para guardarse las espaldas en caso de que no acaben condenado a Lupo, decide apelar al miembro del jurado número 10, y nos empieza a contar la historia para que la podamos juzgar nosotros mismos.
Todo comienza cuando la socia de Efrén, Salomé, pierde a uno de sus constantes novios en accidente de tráfico. El azar y la buena fe de nuestro protagonista sumergirán a ambos en una trama que se les escapa de las manos, con mafia china, cientos de miles de euros, drogas de diseño y policía corrupta de por medio.
La novela me ha parecido muy entretenida y me ha gustado. Es un libro muy ameno, con la historia muy bien llevada y atada, en muchas ocasiones muy divertida y graciosa; no penséis que por ser un juicio es pesada y aburrida, todo lo contrario.
El libro está dividido en tres partes, en la primera vamos conociendo a los personajes y cómo se produjeron los hechos. Todo narrado por Efrén para ponernos al corriente de lo acontecido hasta llegar al juicio, y poder sopesar las pruebas o la falta de ellas con los datos que nos aporta. En esta parte me ha gustado mucho cómo son los personajes principales y los acompañantes. Efrén es muy inteligente, con sentido del humor y rápido de mente en situaciones con las que tiene que lidiar; Salomé corta de miras y más preocupada por buscar novio o enseñar canalillo que por salvar su pellejo, aunque de vez en cuando aconsejará a su manera a nuestro protagonista. Paco, amigo de Efrén y ex policía retirado que ayudará a éste a intentar salir del lío en que se ha metido. Y Lupo, el policía corrupto acostumbrado a moverse en ambientes sórdidos, que no dudará en emplear todo lo que esté a su alcance para conseguir lo que busca.
Mención aparte merece la lucha interna de Efrén, que siendo abogado y conociendo la ley y la justicia, tendrá que rozar la línea roja que separa el bien del mal, lo correcto de lo incorrecto, para poder salir airoso de toda la historia. Veremos si alguien que representa a los valores y principios, puede ir en contra de éstos cuando su vida depende de ello. ¿Le podrán los remordimientos?
En la segunda parte se va desarrollando el juicio, se nos mostrarán todas la pruebas, oiremos a los testificar a los implicados e incluso leeremos cómo los abogados defensores intentan conocer la vida y preferencias de las personas que forman el jurado popular, para intentar reconducirlos hasta donde ellos pretenden con sus peroratas y conclusiones.
Me ha sorprendido para mal, la facilidad con que se puede mentir en los juicios a la hora de testificar, e incluso entre profesionales al ser interrogados, me parece increíble, aunque desgraciadamente no hay nada que pueda demostrar que se miente. Tampoco creo que esté bien que en caso de asesinato, un jurado popular tenga la decisión de dar el veredicto, me parece muchísima responsabilidad.
La tercera parte dará una vuelta de tuerca a todo lo que hasta ahora creíamos y es lo mejor del libro, todos los cabos quedarán por fin unidos. El final está muy bien conseguido y pienso que no defrauda.
El punto fuerte: La historia en sí que no es sencilla y que Reyes Calderón se encarga de ir desgranando magistralmente.
El punto menos fuerte: Me hubiera gustado que hubiera desarrollado algo más la información sobre la mafia china, algo estereotipada.
Quiero agradecer a ediciones mr el envío de la novela.