Revista Cultura y Ocio

Reseña - "El primer viaje de Sócrates" de Emil Ostrovski

Por Na Mac Feegle @EstalloviendoMC


Título: El primer viaje de Sócrates
Autor: Emil Ostrovski
Editorial: Nube de tinta
Páginas: 222
Tema: Aventura filosófica, ficción contemporánea
¿Cómo llegó a mí? Lo... ¿Secuestré?

Me llamo Sócrates y siempre he sabido que soy adoptado.
Pero hasta hoy, ignoraba cómo fue todo. El día de su cumpleaños, mi padre biológico recibió la llamada de su ex: acababa de tener un hijo. Con una resaca de campeonato y en plena crisis existencial adolescente, fue corriendo al hospital. Su misión era, en teoría, entregarme a mis padres adoptivos, una familia de las de verdad, donde no me faltaría de nada. Pero cuando me vio, lo tuvo claro: antes, me llevaría a conocer a mi bisabuela Bob. La viejecita, por cierto, vivía en la otra punta del país.

Este libro lo cogí en la carrera de cuando mi padre me esperaba en el coche. Para no repetir la historia, cogí estos tres porque eran los que más me intrigaban. Con el primero, " La chica del lago", no quise leer más allá del cuarto capítulo; con el segundo, acerté de lleno, podéis leer la reseña AQUÍ; y con el tercero... Esperaba algo bueno, motivador, divertido.
Así que días más tarde, lo escogí porque me quedaba una semana para devolverlo, vaya.

La leche. Es más, me lo voy a comprar. Parece que aquel día acerté de lleno menos con el de "La chica del lago". Hice casi pleno porque este libro ha sido fantástico y revelador. Lleno de una energía, una acción didáctica divertida y una historia que no te querías bajar de la camioneta del libro.

Aviso que habrá varias citas. Sí, algo casi surreal aquí, pero es que quiero que veáis por qué me ha gustado tanto.

Creo que odio el Facebook. Me apoyo en el respaldo de la silla y clavo la mirada en la ventana. Cuando tenga treinta años, ¿seguirá felicitándome por mi cumpleaños un montón de gente que a la que no conozco? [...] ¿Qué sentido tiene todo esto para cualquiera de nosotros si las cosas siguen así, si a los noventa años, calvo, gordo, con un pañal puesto y sin recordar cómo llegar al cuarto de baño -por eso llevaré pañales, claro-, acabo entrando en el Facebook a echar un vistazo? ¿A qué?

La historia empieza un pelín rara a lo que nos cuenta la sinopsis, pero sólo es hasta que el tío dice que le va a contar una historia, que es la historia de Sócrates, el que sabe que es adoptado. Vale, no os voy a contar toooodo lo que pasa porque perdería la gracia y las risas. Sí, es divertida la historia aunque la raíz sea un secuestro de un bebé y un pensamiento suicida. Qué cosas: algo vivo y algo que muere... EL CASO ES que el argumento os va a gustar: viajes, chistes, cosas frikis, amigos, bromas, reflexiones con un bebé sobre el mundo, policía, abueletes majetes... En serio, no os vais a aburrir.

Pasa una enfermera y me levanto.

-¿Sabe dónde están las máquinas expendedoras? -le pregunto.

-Al final del pasillo, al lado de los cuartos de baño.

Un lugar perfecto para la comida.

Incluso me río un poco, aunque no tiene gracia.

Vamos con los personajes que son muy interesantes. Tenemos a Jack, protagonista y secuestrador de su hijo de horas de vida al que llama Sócrates. Es un tío genial, que no os engañe lo de secuestrador, lo que pasa es que necesita decirle a su abuela que es padre (NO DESEADO, PERO PADRE). Por otro lado tenemos a Jess, la tía con la que tuvo el hijo y que lo iba a dar en adopción. Y he dejado para el último lugar al mejor amigo de Jack, Tommy, su apoyo, su mejor amigo.

Es un trío de locos, la verdad. Están todos locos. Sobretodo Jack que se pone a filosofar con su hijo sobre el mundo para que el mundo no le dañe como le hizo a él. Y es muy interesante cómo parecen tan reales por...

... La narración y, sobretodo, los diálogos. Es increíble la facilidad del autor para hacer que las palabras queden tan actuales, reales, tan de andar por casa. Os lo juro. Es tan... Natural todo. Da gusto leerlo. Ya lo veis en las citas, ¿no? Simplemente es genial cómo se tratan los dos amigos de la infancia, cómo se queja Jess (CON RAZÓN, TÍO). Que sí, que vale, que las descripciones de los lugares no hacían tanta falta, sólo nos interesaba el viaje y lo que se decía en él que ha sido espléndido.

-Cállate, tío. ¿Dónde estaba?
-En la angustia existencia por el sinsentido de nuestra prosaica existencia, en concreto sobre la inmutabilidad de los horarios escolares.
-Bien -me dice.

El final me ha gustado mucho. Tanto el de la historia que se cuenta del secuestro, como la historia del principio que os decía que no comprendía en un comienzo. Deja un excelente sabor de boca y es de esos que querrías releer pasados unos meses.

-Jack -dice Jess-, creo que estás sobrestimando los criterios para agregar amigos en el Facebook.

-Cierto. Yo he aceptado a gente porque tenían una foto bonita en el perfil. Jack, ahora es cuando halagas la foto de mi perfil -dice Tommy.

-Tío, la foto de tu perfil es preciosa -le digo-. Por eso te agregué al principio.

-Exacto -dice él-. Espera... ¡¿Qué?!

¿Os aburrió la filosofía en el instituto? ¡Este es vuestro libro! ¿Os gustaba esta asignatura? ¡También es vuestro libro! Lleno de humor, amistad, reflexiones que no te marean... Sencillamente es un libro que no tiene pérdida, al menos para mí.


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