Reseña Enclave – Ann Aguirre

Al cerrar este libro ha venido a mi mente la imagen de una asíntota vertical: inicias su lectura y subes y subes, hasta un punto (justo la mitad, donde comienza la segunda parte) que parece que de repente hay un salto, un vacío, y empieza a descender y descender y cuando lo has terminado te das cuenta de que ese final – ese que dije que tendría que estar como mínimo al mismo nivel que toda la novela para que quedara en nuestra memoria- no llega a dar todo lo que se espera de él.

En el mundo de Dos, un enclave subterráneo, la gente debe sobrevivir hasta los quince años para unirse a uno de estos tres grupos: Criadores, Constructores o Cazadores. Dos se ha convertido en Cazadora. Y su cometido es claro: salir del enclave a buscar comida para los demás enfrentándose a unos feroces monstruos a los que llaman Engendros.

Pero todo está a punto de cambiar para siempre. Por un lado, Dos conocerá a Van, un joven cazador indisciplinado, pero a la vez seductor y mortal con los cuchillos. Por otro, los engendros comienzan a dar muestras de una escalofriante inteligencia que los gobernantes del enclave prefieren ignorar. La balanza en la lucha por la supervivencia está a punto de dar un vuelco y Dos va a descubrir los intrincados secretos que aguardan fuera del enclave.

Quizá esto que os he dicho se deba a que Enclave es el primero de una saga y el libro queda bastante abierto (aunque el diálogo final hace que puedas dejarlo ahí si no te importa imaginar el resto y darle una respuesta tuya a todo lo que ha quedado suspendido, dejando el tomo como autoconclusivo).

Como os contaba, este libro empieza a cocerse despacio pero en cuanto llega a ebullición desprende un riquísimo aroma. La primera parte ha sido estupenda. No es un Los juegos del hambre, no esperéis a Katniss ni luchas en la arena, pero sí que podemos vivir situaciones parecidas que nos harán sentir todo aquello que experimentamos durante la lectura de los juegos: indignación, frustración por ver lo que ocurre con las vidas de la gente del enclave, nos removeremos en el asiento e incluso nos pondremos un poco nerviosos en según qué combates.

Y es que Ann Aguirre ha creado un mundo subterráneo oscuro, donde las leyes se siguen a raja tabla y a los críos (aunque los adultos tampoco es que pasen de una edad temprana) se les asigna una entre tres tareas cuando alcanzan la edad suficiente: Criador, Constructor o Cazador. Dos, nuestra protagonista, pertenece al último grupo. ¿Por qué viven ahí? Bueno… mundo post apocalíptico, extraños monstruos llamados Engendros, generaciones y generaciones bajo el subsuelo… podéis imaginar. La verdad es que el porqué de la degeneración de la sociedad o la Tierra que se explica aquí ya lo hemos visto varias veces, pero bueno, es que a parte de invasiones alienígenas, interrupciones o cambios de sentido en el transcurso de la vida en general de la Tierra, plagas o enfermedades y desastres naturales, no se me ocurre nada más que pueda desencadenar un apocalipsis… ¿excusas? Para un escritor no debería ser así, pero no le atormentaremos por ello.

Lo que más me ha gustado del libro ha sido la determinación de la protagonista y su acompañante, y la inteligencia que han demostrado en esa etapa juntos, osea ser: la autora ha equilibrado perfectamente acción (que haberla hay la, mucha y de la buena) y suspense y si en algún momento la acción no tenía cabida, los protagonistas seguían corriendo en vez de detenerse a aniquilar Engendros. Y es que por H o por B Dos ha sido emparejada con Van (un chico que no pertenece a su enclave) en una misión, y juntos llevarán a cuestas la mayor parte de la trama. Un chico y una chica, vale, podéis esperar un pequeño romance (decir que no estoy de acuerdo que lo añadan en este tipo de libros), aunque no es nada de amoríos a primera vista o arrumacos varios.

Aún me quedaba suficiente resolución para oponerme.
-Esto va contra las reglas.
-Tienes frío y estás asustada. Tranquilízate. Tampoco es que esté intentando aparearme contigo.
Su tono de voz decía que aquello era lo último que haría en el mundo.
Vale. Le arrancaría la mano de la muñeca si intentaba algo. Sinceramente, me sentía bien al estar sentada a su lado. Era el único ser vivo que podía comprender cómo me sentía en aquél momento, con la cabeza abarrotada de imágenes que no quería seguir viendo, pero que tampoco podía ahuyentar.

La protagonista es fuerte y decidida, pero le tiene demasiado miedo al sistema. Conforme avanza la novela veremos cómo la mente de Dos se abre y da cabida a nuevas formas de ver el mundo y de pensar. Que Dos se dé cuenta de lo que ocurre le sentará como un jarro de agua fría, a ella y  al lector, pues el libro transmite esa soledad que sienten ahí abajo, el miedo y el frío. Una vez traspasemos la mitad del libro cambiará el escenario y es aquí donde a mí me ha decepcionado: ya he visto muchas películas y he leído algunos libros que son como esa segunda parte, así que no me venía nada nuevo, quizá esta etapa sea necesaria pero a mí me ha defraudado un poco; sí que hay peligros y demás, pero adecuados a ese cambio de paisaje. Ya cuando leí el titulito que acompaña a la segunda parte arrugué nariz, me lo veía venir.

Otra de las cosas que la diferencian con LJDH –y la comparo con esa saga por la frase promocional- es la narración, aunque esté contada a través de Dos (que por cierto, aún no me explico cómo sabe qué es un antónimo pero no sabe lo que significa evacuación. Que yo recuerde en el enclave no le dan clases de lengua y por eso no sabe casi ni leer) he encontrado la narración demasiado simplona y no me han llegado del todo sus sentimientos (he empatizado más con el lugar y el modo de vida que tienen las gentes de allí que con lo que siente Dos).  A Van le veía a través de los ojos de la chica, así que tampoco sé mucho de él a parte de que lucha genuinamente y su lugar de procedencia. He podido ver cómo cambiaba su comportamiento hacia ella y lo que parecía ser una llamita de cariño en sus ojos, pero poco más… quizá en los próximos. Los secundarios, tanto los de la primera parte como los de la segunda, algunos son prescindibles y otros ayudan a dar forma a la novela, estos últimos no desentonan demasiado.

Enclave es un libro que deja muchas preguntas sin respuesta, sobretodo la más importante: ¿cómo? ¿Por qué todo esto? ¿Qué hacen ahí? ¿Qué pasa con todo lo de esa primera parte una vez la cerramos? SPOILERS: ¿Realmente El Enclave ha sido invadido por los Engendros y se los han cargado a todos? ¿Era necesaria esa “aparición” como cortando el tema para pasar a otra cosa? ¿Qué ha pasado con ellos? No puede ser que se los hayan zampado, no sólo eran cazadores Van y Dos… como no se vuelva a saber nada del Enclave en los próximos libros, es para matar a la autora y no sentir remordimientos. FIN SPOILERS.

Es otro libro más en el que se cuenta un futuro apocalíptico. ¿Qué es lo que atrapa pues? La acción sobretodo,  el hecho de que a la autora no le dé reparo mancharnos de sangre, mutilar engendros y hacer pasar a los protagonistas por todo lo que pasan. La crudeza de esos primeros capítulos y la búsqueda de respuestas.

Un libro que se queda con este cerdito por esa segunda parte más flojilla y por todo lo que queda en el aire. ¿Quizá en los próximos? Espero que sí porque la idea no está nada mal y porque me he quedado con las ganas de saber cómo se llegó a todo lo que está ocurriendo.

Una distopia más que no pasa inadvertida, pero a la que le falta un puntillo de sal.

Qué me decís, ¿apostáis por lo nuevo de Hidra?

Nia