Tancredi es uno de los hombres más ricos del mundo. Aunque es joven, apuesto y brillante, y en apariencia lo tiene todo, es incapaz de entregar a nadie su corazón. Sofia era una joven promesa del piano alegre y soñadora, hasta que una estúpida discusión con su novio Andrea cambió su vida para siempre. Tras aquella fatídica noche decidió aparcar su carrera y sus sueños para cuidar de Andrea. Todo cambia cuando Tancredi entra en su vida y le hace una propuesta que no sabe si podrá rechazar…
Tancredi es un hombre multimillonario que disfruta de la vida a su manera, pero le falta algo que le hace frío y distante: la felicidad verdadera.
Sofía, sin embargo, no tiene nada que ver con él. Tras el accidente de su novio Andrea, prometió que, si él salía con vida, renunciaría a lo que más amaba: tocar el piano. Y así sucedió. Andrea sobrevivió, con ciertas dificultades, eso sí, y ella dejó de lado ese don que tenía que tan feliz le hacía. Nunca volvió a tocarlo, y se dedicó a dar clases de piano, dejando de lado la posibilidad de viajar por todo el mundo deleitando a la gente con sus conciertos.
Son dos personas distintas, con vidas muy alejadas. La única casualidad del libro (porque precisamente este libro no entiende de casualidades) es su primer encuentro: cuando Tancredi ve a Sofía por primera vez, en una iglesia.
Lo que empieza como un simple encuentro se convierte en otro ¿juego? para Tancredi, que irá más allá, desfiando las "normas" de la vida sobre lo que está bien y lo que está mal para ambos.
Opinión personal (sin spoilers)
Le tenía muchas ganas a este libro. Como bien dije en el anterior post, Moccia no es uno de mis autores favoritos, pero este libro parecía distinto, y no me equivocaba en absoluto. Olvidaos del tema que tanto ha trillado: el amor entre jóvenes, los problemas que éste conlleva... Esta noche dime que me quieres es una novela totalmente distinta, nada que ver con lo que había escrito hasta ahora (o por lo menos, con lo que nos había llegado a España), y por ello, me alegro. Ha valido la pena leer este libro, porque de este modo he descubierto otra visión del amor por parte de Moccia, una diferente a las que anteriormente nos había presentado. No es un amor pasional y espontáneo. No sucede por maravillas "del destino". Es un amor rebosante de infidelidades, traiciones y trampas, comprado.
Lo que no me ha parecido bien por parte de la editorial es presentar la novela tal y como la ha presentado. Sí que es verdad que en ningún momento han descrito el libro como "juvenil", pero, seamos realistas, la portada y la edición sigue en la línea de sus compañeros Perdona si te llamo amor, A tres metros sobre el cielo etc. Vamos, que a primera vista, cualquier fan total de Moccia se compraría el libro pensando que es un libro como cualquier otro suyo. Si hay algo que tengo que decir es que esta nueva novela no es para nada juvenil. No hay amor entre dos jóvenes (bueno, digo jóvenes refiriéndome a gente de entre catorce a veinte y pocos años). Nos encontramos con jóvenes-adultos: Tancredi tiene treinta y cinco años, y Sofía está por ahí, más o menos. Sigue escribiendo más o menos con su mismo estilo, pero, como ya decía, eso de presentar el libro de manera que parezca que es uno más de la serie juvenil no me ha parecido bien. Por ello, he estado investigando para ver la edición italiana, y es así:
¿Qué hay de esa fuente para el título y el nombre del autor tan mona? ¿De esa portada tan colorida? Nada. Vemos claramente que es un libro adulto; salta la vista.
¿Para que engañarnos? Es una buena lectura, bastante entretenida para los amantes de un tipo de literatura entre juvenil y adulta, pero los y las fans que no sepan mucho sobre la novela se llevarán una sorpresa al comenzar a leer el libro.
Y dejando atrás la edición, hablemos sobre lo importante: lo de dentro. Como siempre, el punto fuerte de Moccia han sido los personajes. Están muy bien hechos, y no son para nada planos. Son ese tipo de personajes que uno se cree; Tancredi podría existir perfectamente (aunque habrá muy poco como él, os lo aseguro), al igual que Sofía, y la historia también podría suceder. El lector se cree lo que pasa, que es lo importante. Sin embargo, ni Sofía ni Tancredi me han gustado demasiado. No es que estén mal "hechos", ni mucho menos. Es un sentimiento que ha aflorado por sus acciones, por su forma de ser. Tancredi me disgustó desde un principio, pero es cómo tiene que ser. Moccia quería que fuese así; a algunos les gustará, y a otros no. Y Sofía me decepcionó en su momento. Ella, que está casada con Andrea, decide tomar otro camino. ¿Por razones del destino? No. Destino es una palabra desconocida para Tancredi en la mayoría de los casos, menos en ese primer encuentro, en el que, para ser sincera, él no me cayó demasiado mal. Los personajes secundarios también están muy bien hechos, y es algo que admiro de Moccia. Andrea me ha dado mucha pena, pero me ha encantado. Le he comprendido en todo momento, y he sufrido con él.
Otro personaje destacable es Gregorio Savini, que me ha gustado muchísimo. Tiene algo especial, y a pesar de ser la mano derecha de Tancredi, me ha caído bien.
El final es como tenía que ser, y me ha dejado un buen sabor de boca. Aunque lo siento por algunos personajes (no empezaré a decir nombres y a estropearlo todo), es el final que tocaba, probablemente lo más realista, lo que habría sucedido. Es un libro bastante cortito, se hace rápido y es dinámico, ya que tiene mucho diálogo, y bastante descripción. Además, está escrito de manera original: no sólo conocemos la historia que sucede en el presente - viajamos al pasado de los personajes para entender algunas cosas. Esto hace que comprendamos mejor el por qué de las cosas, haciendo las cosas más simples para el lector.
Y hay otra cosa muy curiosa que es todo un puntazo - la música. Moccia nombra en numerosas ocasiones distintas piezas y conciertos que Sofía tocaba. Al final del libro, podemos ver la lista entera de éstas, junto a la página dónde se habla de ellas.
En conclusión, una lectura que me ha sorprendido por parte de Moccia, ya que no me lo esperaba, y que entretiene un rato. Y aquí, señores, está la puntuación:
Nota final:
Esta noche dime que me quieres
Federico Moccia
Planeta Internacional
Gracias a Planeta por el envío.