* Autor: V.C Andrews
* Editorial: DeBolsillo
* Páginas: 480
* Formato de lectura: E-book
Corre el año 1957, y los Dollanganger parecen una familia perfecta que vive sin preocupaciones en su idílica casa de Gladstone, Pensilvania... hasta que la tragedia llama a su puerta. Ocurre el día en que Christopher, el patriarca de la familia, muere en un accidente. Su viuda, Corrine, debe hacer frente al peso de una gran deuda que no puede asumir. Su única opción: regresar a la mansión de sus acaudalados padres en busca de ayuda. Su madre, Olivia Foxworth, la acoge bajo la cruel condición de que los niños se escondan en el desván. De esta forma empieza el tormento de los hermanos Dollanganger -Cathy, Chris y los gemelos Carrie y Cory-, víctimas inocentes de pasiones prohibidas y condenados a vivir aislados del mundo.Sí, así empieza este libro, un principio cargado de dramas y emociones. Los Dollanganger eran una familia normal y feliz hasta que de pronto, el día de su cumpleaños muere Christopher. Su muerte deja muchas deudas, las cuales no puede afrontar Corrine, por lo que les escribe numerosas cartas a sus padres para que la acojan de nuevo en su casa.
Tras muchas cartas recibe finalmente una respuesta de su madre, está dispuesta a recibirla de nuevo, pero con una condición, no se puede conocer la existencia de los pequeños: de Chris, Cathy, Cory y Carrie. Los niños se entusiasman con la idea de vivir en una casa grande, con unos abuelos que son millonarios, pero lo que no saben es el futuro tan aterrador que les espera...
Este libro me atrapó de cabo a rabo, desde el principio quedé sumida en las páginas de la novela (bueno eso es relativo, ya que lo lei en el E-book). Llevaba muucho tiempo con esta novela pendiente, pero la tenía en el cajón de olvidado, hasta que vi que salieron las películas en Antena 3 (una cadena española). Quise ver la primera, pero no pudo ser, así que vi la segunda, sí, empecé por el medio. Pero al ver la cantidad de cosas que pasaban quería saber todo, conocer que era lo que habían pasado los niños. Así que recordé que lo tenía en el E-book y me puse a leerlo inmediatamente.
Lo que más me ha sorprendido de este libro, por quedarme con algo en concreto, ya que todo es sorprendente, es el trato que le da Corrine a sus hijos. Poco a poco se va olvidando de ellos, todo por codicia, pero es impresionante. No me cabe en la cabeza que una madre se olvide tan rápido de sus hijos y de su marido. Que una persona rehaga su vida como si lo ocurrido durante los 18 años anteriores no hubiera ocurrido.
Realmente trata sobre una triste historia, en la que se intenta en todo momento sobrevivir, no solo a una vida encerrados, sino a una madre que te ignora, que te desprecia. Sobrevivir al ver que tu madre no te da su cariño, ni tu abuela.
Precisamente eso, la fuerza por sobrevivir es lo que más me ha gustado de la historia (me explico, los dramas me encantan, pero con lo que más me ha gustado me refiero a las cosas buenas). He admirado a Chris y a Cathy, los que con tan solo 16 y 14 años se hacen cargo de sus hermanos, cuidándolos como si se tratasen de sus padres y haciendo todo lo posible porque estos hagan del ático un hogar.
Cathy es el personaje que más me ha gustado, es una chica que a pesar de su corta edad lucha por lo que quiere y se enfrenta a la realidad. Es la única de los cuatro hermanos que es capaz de ver que su madre no les quiere, que los compra con regalos caros para compensarlos por esa pérdida de libertad. Digamos que es la única que tiene los ojos abiertos.
Chris me gustaba, pero a ratos, no podía creer que no viese lo que hacía su madre, que en todo momento la defendiese, solo por el amor y la admiración que sentía por ella. Además resulta ser un poco posesivo... algo que no me gusta, pero sin embargo cae bien en la mayor parte de la novela.
Por otro lado, para acabar de hablar de los muñecos de Dresde (así llamaban a Chris, Cathy, Cory y Carrie), están los mellizos, Carrie y Cory, muy pequeños para su edad. Ambos se complementan a la perfección y no pueden vivir el uno sin el otro. Los mellizos son la parte más tierna de la novela.
Y también están los personajes detestables: la abuela y la madre, Corrine, de las que no quiero no hablar, porque solo pensar en ellas hace que sienta cabreo e impotencia. No hay ser más cruel y detestable en el planeta que ellas
¡Y ya no cuento más! Realmente tenéis que leer esta historia, os va a dejar asombrados, y si la habéis leído, ¿Qué os ha parecido?