Autor: Sharon M. Draper
Editorial: V&R Editoras
Paginas: 275
Melody es la más inteligente de toda la escuela… pero nadie lo sabe. Su memoria y capacidad son increíbles.La mayoría de la gente –maestros y médicos incluidos– cree que es medio retardada, y asiste a un aula especial donde le repiten el abecedario una y otra vez.Si pudiera contarles a todos lo que piensa y lo que sabe…Pero eso es imposible, porque Melody no puede hablar ni caminar ni escribir… ni casi nada.
Por una propuesta que acepté al instante (realizar esta reseña), llego a mis manos este hermoso libro de Sharon Draper, el cual fue publicado en 2010 y llego a nuestro país en octubre gracias a “VyR Editoras”.
Melody es una joven de 10 años que, a causa de una parálisis cerebral, el control de sus extremidades es casi nulo y no puede comunicarse como el resto de las personas. Lo cual le imposibilita tener una vida “normal”, tanto a ella como a sus padres, quienes se esfuerzan día a día para hacer que la vida de su hija sea lo más alegre posible, a pesar de no poder comprender lo que ella quiere en ciertas ocasiones. Pero, dentro de su mente, Melody tiene un universo lleno de palabras, frases y pensamientos que urgen por ser pronunciados. Desde muy pequeña ha guardado en su cabeza recuerdos, sensaciones, palabras y música. Desde los primeros sonidos que se escuchan en la mañana en su casa, hasta la primer canción country que escucho que, según ella, tiene olor a limón. Aunque todo eso le genere gran placer, es acompañado por una enorme impotencia, ya que su condición no le permite expresar todas las maravillas de su mundo. Melodynos cuenta sus recuerdos desde su propia perspectiva, como ella los vivió dentro del mundo que es su mente. Nos habla de sus padres, las personas importantes, las poco agradables y su vida en la escuela, la cual, gracias a un programa de integración, nos lleva a ver al personaje dentro de un ambiente desconocido hasta el momento: la interacción con chicos “normales”. Aquí es dónde la historia cobra el giro más profundo.En cuanto a los demás personajes, todos cumplen un papel sumamente importante en el universo mental de Melody. Su madre, siendo la voz que lucha contra los prejuicios del resto del mundo. Su padre, su primer portal a la imaginación, leyendo cuentos, cantando canciones de Los Beatles y hablando dulcemente del mundo que la rodea. Violeta Valencia, o la Sra. V., es quien se encarga de cuidarla cuando sus padres trabajan. Un poco excéntrica en cuanto a su vestuario, pero siempre buscando que Yello Melloexplote su potencial al máximo, el cual reconoció al momento de conocerla. Por ultimo, para no revelar más sorpresas en esta increíble historia, están los doctores y profesores que ven a Melody como algo de lo que hay que hacerse cargo, como una cosa de la cual se pueden deshacer y no ven el potencial escondido. Esas personas que hacen que nuestro personaje pase más de un momento amargo. Pero, más allá de todo lo bueno y lo malo, Melody es como cualquier niña de su edad que busca ser aceptada, que quiere hacer amigos, contar chistes, que la feliciten por como se viste, jugar, y muchas otras cosas, que más de uno debe haber querido de parte de los demás, o por lo menos así me siento yo. Quiero destacar una frase de Melody que de golpe nos predice los sentimientos que nos generará este libro: “... las palabras fueron como obsequios dulces y líquidos que bebía como si se tratara de limonada.”Así fue como leí cada palabra, como un obsequio, como un honor que pocos podían tener, ya que podía entenderla. Conocer sus frustraciones, su felicidad, sus desesperaciones y nervios, y mucho más como si fuese míos. Melody nos deja ponernos su piel capitulo a capitulo, pero no para ver como es la vida de una persona con capacidades diferentes, si no como es su vida queriendo ser una niña más, y al mismo tiempo, destacarse entre los demás por algo que no fuese su condición física. Díganme, ¿quién no puede relacionarse con algo así? Es por esto que esta historia me impacta y me llena de una mescolanza de sentimientos.
“Detrás de la historia” (de obligada lectura): “Fui inflexible en que quería que nadie sintiera compasión por Melody. Deseaba que la aceptaran como personaje y como persona, no como un ejemplo de las personas con discapacidades.”