Revista Cultura y Ocio
Tenía muchas ganas de leer el nuevo libro de Laura Norton desde que me enteré de que iba a publicarlo el pasado mes de mayo. Para quien no conozca a esta autora, el año pasado publicó No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas y fue uno de los mejores libros que leí en 2014, me pareció muy divertido, lleno de situaciones surrealistas y con una protagonista a la que se coge mucho cariño. Gente que viene y bah sigue una línea parecida a su antecesor pero me ha gustado muchísimo más. La protagonista en este caso es Bea, una arquitecta que piensa que tiene una vida perfecta con su novio con el que trabaja y con el que se va a casar, hasta que un día todo se tuerce y Bea decide dejar su vida en Madrid y vuelve a la casa de sus padres en Cantabria. ¿Por qué rompe con su novio? Por haber hecho hace tiempo ella y su novio una lista con los 5 famosos con los que se acostarían y de la lista de él está una presentadora española, la ven en una fiesta y Bea le empuja medio en broma medio en serio a que la conozca. Un par de horas después los ve besándose y decide dejarle y parar la boda. Además Bea lo culpa por haber sido uno de los causantes de su despido.
Tengo que reconocer que al principio la protagonista no me acababa de convencer, su manera de actuar (muy cabezota y con muchas acciones de niña pequeña) y de comportarse no son las ideales, afortunadamente esto va cambiando según vamos metiéndonos en la historia. Es muy impulsiva, lo que le llevará a hacer muchas locuras pero también es muy generosa y tiene buenas intenciones, aunque no siempre le salgan como ella quiere.
En esta novela los personajes secundarios también tienen mucho protagonismo, algo que destaco porque en muchas novelas suelen pasar de refilón mientras que en esta son una de las partes que más me han gustado y que sin esta caótica familia no hubiese sido lo mismo. No es una familia muy común sino que vamos conociendo sus problemas, pensamientos, cómo se llevan entre ellos... y aunque no sean una familia al uso se les coge cariño y me llegaron a conquistar, sobre todo su madre y su hermano. Con respecto a la relación de Bea con Diego, creo que podría haberle sacado más partido y en algunos momentos ha pasado desapercibida, pero en general sí que me ha gustado, el pasado misterioso que envuelve a Diego, cómo es su familia, etc. hacen que no sea un protagonista masculino muy común.
Según iba leyendo la historia me iba formando una idea de cómo podía acabar pero Laura, llegado un momento casi en el final, le da un giro que no se me había ocurrido para nada y que, aunque no me gustó (no diré más jaja), después de pensarlo al acabar el libro creo que era necesario por las emociones que desencadena en el lector.El estilo de Laura es muy similar al que encontramos en No culpes al karma, llena de ironía, situaciones divertidas, personajes que sufren y con los que piensas que ya no puede ir más a peor su situación pero parece que no hay límite...me gustan sus novelas porque no pasan inadvertidas en el lector, sino que te hacen reír (cosa que me parece muy difícil conseguir), te involucran, y como en el caso de Gente que viene y bah, despiertan otro tipo de emociones que no esperas al leer la novela. Es una novela que no me ha defraudado y que me ha dado más cosas de las que esperaba encontrar. He disfrutado mucho con las locuras y decisiones de Bea y con su familia y es imposible no reír. Me parece estupenda como lectura de verano para evadirse, leer algo ligero y disfrutar.
Gracias a Espasa por el envío