La novela viene narrada de primera mano por Beth, al igual que en Halo. Si en su primera parte Beth me parecía un ser lleno de dulzura, bondad y un toque de inocencia, en esta segunda parte se vuelve dependiente, estúpida e influenciable. Su relación con Xavier es totalmente enfermiza, ni siquiera se le puede llamar “amor”, pues tiene que estar cada segundo pegado a él como una lapa. Incluso en el propio libro alguno de los personajes le dice a Beth que está demasiado tiempo con Xavier.
La forma en la que el malo malísimo, Jake Thorn, reaparece de nuevo en escena es patética. Jake Thorn en sí es un personaje que no merece la pena, un intento de algo que acaba siendo nada. Ni da miedo, ni inspira terror, lo único que puede inspirar este chico/demonio es risa. Además, dice estar enamorado de Beth, cuando ese amor no es nada creíble. Es, simplemente, una forma bastante rara que ha tenido la autora de crear un triángulo amoroso que no da resultado.
Pero lo peor –en lo que a personajes se refiere- son las amigas de Beth, si es que a eso se le puede llamar amigas. Todas ellas son tontas, de cabeza hueca, superficiales e inmaduras, y conducen a Beth a hacer cosas estúpidas y a volverla a ella más simple. ¿Dónde quedó aquella ángel enviada desde el cielo para mejorar el mundo? Porque no la veo por ningún lado.
La mayoría de la historia transcurre en el Hades, así que Beth y Xavier permanecen casi toda la novela separados, cosa que se agradece bastante, aunque no por eso Beth deja de echarlo de menos y pasarse páginas enteras pensando en cuánto lo echa de menos. ¿Así que qué es lo que hace nuestra ángel? ¿Lucha por salir del Hades, por volverse a reencontrar con su amado Xavier? No, nada de eso, se rinde a las primeras de cambio y espera a ser salvada. Por suerte después se da cuenta de que si no hace nada será bastante improbable que salga de allí, por lo que decide hacer algo.
A pesar de que no es un libro que posea muchas páginas, se hace muy pesado. La narración es lenta y se detiene en detalles sin importancia. La visión que se da del Hades es lo único interesante,pues lo retrata de una manera muy particular, aparte de eso, la trama en sí es aburrida.
La manera de terminar es desconcertante, la trama queda abierta de una forma un tanto extraña y un poco tonta. Sin embargo no creo que esa pequeña curiosidad vaya a hacer que lea el tercer y último libro de la trilogía. Sencillamente esta segunda parte no me ha gustado y no creo que siga leyendo el tercero porque, simplemente, no quiero perder el tiempo.
Una segunda parte que decae.