Reseña - Heartstopper, Dos chicos juntos

RESEÑA

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Heartstopper, Dos chicos 

juntos

 ¡Hola, hola, hola!

 ¡Estoy en racha! ¡Dos semanas seguidas publicando! Dejad que me emocione. ¡Pero me centro, me centro! ¿Cómo va el último fin de semana de noviembre? Espero que genial y maravilloso, sí, sí. ¡Qué ganitas de diciembre! Y de Navidad, para qué mentir *inspiración muy honda*. Contadme cositas, como por ejemplo qué andáis leyendo, qué librito os tiene robado el corazón, si alguno os enfada y… si leéis debajo de una mantita (¡yo sí!)

 Hoy os traigo un libro que me ha parecido muy pero que muy cuqui. Tenía muchas ganas de leerlo, básicamente porque me lo han recomendado por activa y por pasiva y, bueno, ¡por fin me he animado! ¿Qué, vamos a ello? ¿Sí? ¡Dentro reseña!

FICHA TÉCNICA

Título:Heartstopper1 – Dos chicos juntos

Autora:Alice Oseman

Traductora:Victoria Simó Perales

Editorial:Planeta – Sello Crossbooks

Número de páginas: 288

ISBN:978 84 08224228

Precio libro físico: 15,15€ (Tapa blanda) / 7,12€ (versión Kindle)

SINOPSIS

 Dos chicos se conocen. Se hacen amigos. Se enamoran. ¿Por qué nos empeñamos en hacer complicadas las emociones más sencillas?

 Esta historia de amor entre dos chicos, uno de ellos declaradamente homosexual y el otro en vías de autodescubrimiento, nos recordará que hay primeros amores frágiles como el cristal y memorables como el diamante. Con los titubeos propios de cualquier amor adolescente, Heartstopper responde a la manera de sentir de los jóvenes reales, con una visión abierta, natural y sensible sobre el amor y la identidad sexual, sin perder nunca la delicadeza y la emoción.

OPINIÓN

 Charlie es gay. Eso no debería ser un problema. Y ya no lo es. Al menos no la mayor parte del tiempo. El problema es que después de lo mal que lo pasó, cree que merece estar en una “relación” de mierda. Y es que nuestro pequeño Charlie, a sus tiernos catorce añitos, se ve con un capullo de talla mayor. Ben, que no quiere aceptar que no sólo le gustan las chicas… y usa a Ben como quiere.

 Este cuatrimestre promete cambios. En el colegio para chicos al que va Charlie, le han cambiado de grupo de estudios. Va a compartir pupitre con Nick, ese chico que juega al rugby y es un par de años mayor que él. Ese que parece realmente simpático. Porque es sólo eso… simpático… ¿verdad?

 Hacía tiempo que no me parecía tan tierna una historia y es que, con una fórmula tan sencilla como el “chico-conoce-chico”, se nos presenta una trama sencilla, con ciertos momentos de tensión, ¡y no menos de drama!; que harán que asistamos al inicio de algo precioso.

 Si os soy sincera, lo que más me gusta de este cómic- ¿tengo que llamarlo así?, ¿alguien sabe si es una novela gráfica? Tengo dramas con estos asuntos, ¡cualquier ayuda será más que bienvenida! –, es el hecho de que se nos muestre la sexualidad en todo su espectro, sin considerarla algo dramático. Ojo, con esto no quiero decir que en esta historia no haya homofobia. La hay. Claro que la hay. Como en todas partes – asco –, es una lacra que hay que enseñar. Y considero que Alice Oseman hace un trabajo muy correcto, poniendo a cada cual en su lugar.

 Charlie no quiere enamorarse. No. Quiere. Hacerlo. Pero le está costando. Él no tiene la culpa de que Nick sea tan tierno. Porque nuestro chico del rugby es tan cuqui que hace pupita en el corazón– os puedo jurar que con esos dos idiotas andaba muertita de amor -, y… empieza a ver a Charlie. A verlo, sin tapujos. Dejadme ponerme intensa. Siempre he pensado que hay algo precioso en el hecho de que una persona vea a otra. No me refiero al sentido literal de la palabra, me refiero a ese momento de jodida conexión en el que sabes, porque lo sabes, que alguien va a ser importante en tu vida. Lo sabes porque notas el tirón y oyes el “clic”, el que hace que digas “joder, esto va a ser algo grande”. Y es eso lo que hace que Nick, que no se hubiera planteado jamás no ser hetero, empiece a darse cuenta de lo que pasa. De lo que pasa de verdad.

 No os quiero contar nada más, sencillamente porque esta historia se lee en media hora. Porque una no puede separarse de sus páginas, saboreando esos dibujos casi hechos a la prisa, donde las expresiones de los protagonistas dicen más que sus palabras. Un dibujo sencillo, muy pulcro – al menos a mí me lo parece – que hace que la experiencia sea… cozy. Y esta palabra para mí es muy importante para hablar de cosas bonitas.

 Esta vez no haré zona spoiler. Esta historia merece ser degustada con calma, a ser posible con una tacita de té – ¿cómo os gusta a vosotres? – y dejando que Nick y Charlie os roben el corazón.

 Eso sí, antes de irme– metafóricamente, qué graciosa soy… en fin –, quiero decir una cosa más. Me parece muy bonito que se hable de un modo tan cuqui de la salida del armario. Porque es un momento extraño. Cualquier que lo haya vivido puede contaros algo diferente, pero es chocante darte cuenta de que, bueno, tal vez no sea tan correcto presuponer nada. Lo bonito de la sexualidad es que puede ser incluso cambiante. No tiene por qué ser estable. Pero es preciosa. Así que, bueno, os invito a que reflexionéis sobre el tema. Y a que leáis esta historia tan preciosa, eso también.

...

Tierna, dulce, con dos protagonistas que os robarán el corazón. Sinceramente, no sé a qué demonios esperáis para hincarle el diente.

Nota: 5/5