Reseña: La delicadeza de David Foenkinos (Seix Barral, 2011)

Aunque siempre voy agobiada con mis lecturas pendientes os confieso que me gusta volver a leer libros leídos y disfruto tanto como si se tratará de una nueva lectura, me apasiona el placer de releer aquel libro que no olvidas y recuerdas con nostalgia. Y al releer un libro suele ocurrir que encuentras algo distinto en él, el texto es el mismo, pero nosotros no, nosotros evolucionamos y el mensaje que recibimos es diferente, a veces totalmente nuevo.

La delicadeza de David Foenkinos es un libro que leí antes de crear el blog y es un libro que quería releerlo y tenerlo en Carmen en su tinta. La delicadeza es una historia tierna, una historia para reflexionar sobre la fragilidad de la vida y el valor incalculable de los instantes fugaces que vivimos.

El primer libro que leí de Foenkinos y con él nos demuestra que debemos aprender a disfrutar la vida, a disfrutar nuestra espontaneidad sin miedo a nuestra fragilidad.

Podemos consultar la ficha técnica del libro en la web de Planeta de Libros.

Sinopsis

Nathalie es una mujer afortunada. Felizmente casada con François, pasa los días rodeada de risas y libros. Un día la pena llama a su puerta: François muere inesperadamente. Nathalie languidece entonces entre las paredes de su casa y se vuelca en la oficina. Pero justo cuando ha dejado de creer en la magia de la vida, ésta vuelve a sorprenderla y revelarse en su forma más maravillosa. 

La delicadeza es la novela de la esperanza y la imaginación, la novela de ese París fascinante en el que el dolor y la vulgaridad se transforman en poesía. Un libro que querrás tener siempre cerca, para deleitarte de nuevo con su elegancia literaria o sonreír con su mordaz ingenio, pero, sobre todo, para recordar que siempre, incluso en los momentos más inesperados, cualquier cosa es posible.
Mi opinión personal (sin destripes)
La delicadeza es una preciosa novela para reflexionar sobre la fragilidad de la vida. Admiro como el escritor de un modo natural atrapa a sus lectores para que se deleiten con una narración llena de sentimientos, una tierna historia sobre el amor y la muerte. Amor y muerte conectados sólidamente.
TERNURA en mayúsculas para una historia mimada con celo por su autor, personajes, descripciones, diálogos... todo es tratado con suma delicadeza para emocionar al lector con las mismas emociones que sienten los personajes de la historia. Sentí el dolor, la esperanza y la felicidad con igual grado de pasión que ellos.
He quedado asombrada con las descripciones internas de los personajes, descripciones de emociones y de pensamientos exquisitas, descripciones que nos aportan intimidad. Prosa cuidada, pausada para envolver al lector de tranquilidad y ternura.
También he vuelto a divertirme al leer de nuevo esta novela con el humor inteligente de Foenkinos, un humor que maneja con maestría para hacer reír al lector y también para hacerle llorar. Palabras, párrafos, páginas enteras que nos invitan a realizar una pausa en su lectura, al mismo tiempo sientes que nos propone realizar pausas en nuestra vida para saborear la exquisitez de lo ordinario.
La novela está estructurada en capítulos cortos para dotar de agilidad a la lectura y encontramos anotaciones que introduce el escritor para detener la rutina en nuestra lectura, libros preferidos de la protagonista, artículos periodísticos, diálogos de películas...
Otro aspecto que me gustaría destacar en esta novela es la figura del narrador, tenemos un narrador omnisciente y en esta segunda lectura sentí la narración como si me lo estuviera contando a mi personalmente, sientes su voz y su delicadeza.
«Cuando por fin se quedó sola, se sintió aliviada. Otros no habrían soportado la soledad en ese momento. Nathalie soñaba con estar sola. Y, sin embargo, la situación lo hacía todo más insostenible. Recorría el salón, y todo estaba ahí. Exactamente igual que antes. No se había movido nada. La manta seguía sobre el sofá. También la tetera, sobre la mesa baja, con el libro que estaba leyendo. Le impresionó especialmente ver el señalador. El libro quedaba así dividido en dos; la primera parte la había leído mientras aún vivía François. Y, en la página 321, François había muerto. ¿Qué hay que hacer en esos casos? ¿Puede alguien proseguir la lectura de un libro interrumpido por la muerte de su marido?»La delicadeza no nos cuenta una gran historia ni es una novela con un título cualquiera. La delicadeza es una novela para disfrutar de una buena escritura y y para delicadamente sentir el amor en todos sus aspectos, sentir detalles de nuestras vidas y sentir felicidad.

David Foenkinos. Nació en París en 1974. Estudió letras en la Sorbona y se formó como músico de jazz. Es autor de diversas novelas, entre las que destacan El potencial erótico de mi mujer (2004), Premio Roger-Nimier en 2004; En caso de felicidad (2007); Nos séparations (2008) y La delicadeza (2010; Seix Barral, 2011), que ha supuesto su consagración internacional: galardonada con diez premios (entre los que destacan el Premio de los Lectores de Télégramme, el Premio An Avel o el Premio 7ème Art) y única novela finalista de todos los grandes premios literarios franceses (Goncourt, Renaudot, Médicis, Fémina, Interallié…), ha sido publicada en más de treinta países y ha sido llevada a la gran pantalla por el propio autor y su hermano, Stéphane Foenkinos, con la interpretación de Audrey Tautou y François Damiens.
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