Ficha Técnica:Título: La hija del rey araña
Título original: The Spider King's Daughter
Autor: Chibundu Onuzo
Editorial: Plataforma Neo
Encuadernación: Rústica con solapas
Nº Páginas:352
Precio:19,50€
ISBN: 978-84-15880-35-6
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Resumen de la editorial:
Abikẹ Johnson, de diecisiete años, es la hija predilecta de su acaudalado padre. Reside en una gran mansión en Lagos, protegida por guardaespaldas, y viaja en un gran jeep negro que la lleva a todas partes. Pero ser la favorita de su padre tiene un precio, y a menudo se siente sola detrás de los altos muros de su hogar.
A un mundo de distancia de la mansión de Abikẹ, en los suburbios de la ciudad, vive un joven vendedor ambulante que se esfuerza por encontrarle sentido al mundo. Su familia lo perdió todo tras la muerte de su padre y ahora él, en las calles, corre detrás de los automóviles vendiendo helados para mantener a su madre y a su hermana.
El día en que Abikẹ compra un helado al vendedor ambulante empieza una improbable y frágil historia de amor que desafía los prejuicios de la sociedad nigeriana. La creciente intimidad entre ambos, sin embargo, arrastra consigo revelaciones sobre el pasado que pondrán en jaque la relación, y tanto Abikẹ como el vendedor ambulante deberán decidir de qué bando están en este juego.
Opinión Personal (sin spoilers):
El libro es raro, muy muy raro. Cuando lees la sinopsis esperas encontrar una novela bonita, diferente, de esas que conmueven y se ganan un pedacito de tu corazón. ¿A que si? Yo al menos esperaba eso y tenía muchas ganas de descubrir la historia de Abikẹ y su vendedor ambulante. Desgraciadamente, no ha sido lo que me esperaba y el conjunto de la novela me ha decepcionado una barbaridad. La historia es diferente de lo que acostumbramos a leer dentro del género, eso no puedo negárselo, pero no ha sabido ni llegarme ni captar mi interés. Se me ha hecho insuficiente en todos los sentidos.
Desde las primeras líneas de la novela conocemos de qué pie cojea Abikẹ, la mezquindad que se esconde tras su rostro agraciado y su sonrisa de plástico. Abikẹ es la hija de un hombre poderoso, inteligente y despiadado, y podríamos decir que él ha moldeado su cerebro de una manera muy poco ortodoxa, le ha enseñado a ser quién es, a tomar el lugar que le corresponde. Pero tanto dentro como fuera de la mansión donde vive, Abikẹ no deja de ser una chica que se siente sola. Por eso cuando ve por primera vez a Runner G, el vendedor ambulante, decide ponerlo a prueba tanto a él como a sí misma. El chico le gusta, es guapo e interesante, y no es como la gente con la que acostumbra a salir, que le regalan los oídos con cosas bonitas solo por ser hija de quien es. Con él siente una especie de conexión y estará dispuesta a hacer cualquier cosa para llamar su atención, aunque tenga que pasearse por los suburbios de la ciudad y amoldarse alguna que otra vez a la humilde posición del chico.
Cita del libro:
Si no doy la fiesta, mi padre se preguntará por qué este vendedor ambulante es tan especial que no quiero que nadie lo vea. Lo último que quiero es que piense que mi vendedor ambulante es alguien especial. No puede atropellarlo –mi vendedor no es un perro que pueda aplastar bajo los neumáticos de su Jaguar-, pero seguro que encontraría la manera de tergiversar todo lo que sé acerca de él y convertirlo en una sarta de mentiras.
Runner G, el vendedor ambulante, es un chico que lo ha perdido todo. Su padre era abogado y disfrutaban de una vida bastante acomodada. Él y su hermana iban a un colegio privado, tenían amigos y gastaban más de lo que tenían. Hasta que su padre murió y las deudas los dejaron en la calle. Se quedaron sin dinero, sin amigos y sin un lugar donde vivir. Ahora viven en una zona muy humilde de la ciudad, y Runner G ha dejado los estudios y se ha convertido en vendedor ambulante para sacar a su familia adelante. No es un trabajo que le guste, y no es que cobre demasiado bien, pero al menos pueden vivir y no pasan hambre. Entonces Abikẹ llega a su vida y, aunque al principio siente cierto desagrado por la opulencia de la chica, no tarda en sentirse atraído por ella. Hacía mucho tiempo que no sentía nada semejante por una chica y, de alguna manera, siente miedo al pensar que ella pueda estar jugando con él o que sus diferencias sociales terminen por separar sus vidas de una manera dolorosa.
Cita del libro:
Nos pasamos así una hora entera. Un pedacito de conversación sobre mí, un cliente me llama, yo echo a correr y regreso sin resuello, otro pedacito, un cliente, correr, sin resuello, hasta que su chófer aparece y ella se va y lo único que conozco de ella son su nombre, su edad y su forma de reír. Saca un poquito la lengua, echa para atrás la cabeza, abre levemente la boca y me muestra unos dientes pequeños e inmaculados. Me sorprende lo dulce y melodioso que es el sonido que emite.
Si tengo que ser sincera, los dos personajes principales son interesantes a su manera, y destacan por ser completamente diferentes de los típicos personajes que abundan dentro del género. Los dos presentan unas personalidades muy marcadas. No obstante, ninguno de ellos ha conseguido despertar en mí algún tipo sentimiento, tal vez desagrado en algún momento, pero poco más. Me han dejado fría, indiferente pese a los secretos que ocultan y la tragedia que se cierne sobre ellos. No comentaré nada sobre los personajes secundarios porque los protagonistas indiscutibles de la novela son Abikẹ y Runner G, los demás no están demasiado perfilados ni llegas a conocerlos lo suficiente como para encariñarte con ellos (ni siquiera los protagonistas lo consiguen, así que…).
La narración me ha resultado sumamente confusa en algunas partes y me costó meterme en escena. Me explico. El libro está narrado en primera persona desde el punto de vista de Abikẹ y de Runner G, intercalándose y diferenciándose por la fuente. Las partes de Abikẹ se presentan en cursiva y las de Runner G en letra normal. Hasta aquí bien, porque una vez te percatas puedes seguir el hilo de la historia sin demasiado problema. Sin embargo, llega un punto de la novela, hacia el final, en el que se van intercalando párrafo sí y párrafo no los diferentes puntos de vista, una línea de Abikẹ y otra de Runner G, un diálogo de un secundario desde el punto de vista de uno o de otro, y resulta un poco extraño de seguir. En lo referente al misterio, la parte en que se calificaría de thriller, está muy poco trabajado, no ha logrado captar mi interés ni sorprenderme como debería. Es cierto que al principio no te lo esperas, pero cuando llega tampoco supone una sorpresa de esas que de dejan sin aliento. Lo que sí me sorprendió, no sé si para bien o para mal, fueron las decisiones que toman los personajes, tan extrañas como el resto de la novela. Y el final es… más raro todavía. Tiene sus cosas buenas, pero también me esperaba más, la verdad. La ambientación es uno de pocos puntos positivos que he encontrado en la novela. Chibundu Onuzo nos presenta a la sociedad nigeriana, sus costumbres y su forma de vida, la manera en la que viven los ricos y cómo los pobres hacen lo posible por llevarse un plato caliente a la boca. La vida de un vendedor ambulante y a lo que se enfrentan para sacar adelante el negocio. Sin embargo, también he echado en falta algo más en este tema, pues me ha sabido a poco. Hay una denuncia social implícita en la historia que, desde mi punto de vista, no consigue reflejarse de una manera acertada, que se abre paso a trompicones si llegar a ninguna parte.
La hija del rey araña es una novela diferente a todo lo que hemos leído dentro del género juvenil, un libro muy ágil que se lee en apenas unas horas y que nos presentan una visión muy interesante de la cultura nigeriana. Por lo demás, no he sentido empatía hacia los personajes, no me ha convencido la manera en que está contada ni me ha interesado la historia. El misterio está muy cogido con pinzas y la relación, si es que puede definirse de esa manera, no ha terminado de cuajarme. Una pena, porque tenía muchísimas ganas de leerlo.
4/10 Una historia diferente que se lee en un suspiro, con unos personajes interesantes y una ambientación que supone un soplo de aire fresco. Es una pena que, pese al potencial que tenía la novela, tenga tantos puntos negativos y no logre cumplir con las expectativas esperadas.
¡Un besote a todos!