Mara Dyer está convencida de que lo más extraño que le puede suceder es despertarse en un hospital sin acordarse de porqué ni cómo ha llegado allí.
Está equivocada.
Sospecha que la Policía en realidad no sabe nada del accidente en el que murieron sus amigos y que ella no puede recordar.
Está en lo cierto.
Mara Dyer cree que después de todo lo que le ha pasado es imposible que se vuelva a enamorar.
Se equivoca de nuevo.
Mara Dyer no es mi verdadero nombre, pero me dijo mi abogado que tenía que escoger alguno. Un seudónimo. Un nom de plume para mis compañeros de curso, con los que estoy preparando la selectividad. Sé que es extraño tener un nombre falso, pero creedme, ahora mismo es lo más normal dentro de la vida que llevo. Ni siquiera creo que sea del todo prudente haberos contado este detalle. Pero si no fuese tan bocazas, nadie sabría que una adolescente de diecisiete años a la que le gusta Death Cab for Cutie era la responsable de los asesinatos.
¡Hola a todos! ¿Qué tal están? Hoy traigo la reseña de uno de los últimos libros que he leído y que me ha decepcionado un poquito. La reseña será bastante corta porque apenas se puede contar nada sin desvelar cosas relevantes de la trama.
Debo decir que estos libros los decidí leer por sus hermosas y atrayentes portadas y por mi deseo de ampliar los géneros que leo. Y pensé que se trataría de una historia llena de terror y suspenso, pero me he encontrado con la típica historia de amor en la que chica conoce a chico! Decepcionante!
Cabe destacar que la historia engancha bastante y te mantiene expectante. Aunque hay muchos cabos que quedan sueltos hasta el final de la historia.
La historia comienza cuando Mara despierta en un hospital después de un trágico accidente en el que han muerto su mejor amiga Rachel, otra amiga, Claire, y su novio, Jude, que es hermano de esta última. Por lo visto, los cuatro se habían adentrado en un psiquiátrico en ruinas en el cual pretendían pasar la noche. En el edificio se produjo un derrumbamiento. Mara ha sido la única superviviente y no recuerda nada de lo que pasó. Nada. Mara, prudente y comedida, no sabe por qué accedió a ir al psiquiátrico ni lo que ocurrió aquella noche. Como consecuencia de su lamentable estado, su familia accede a mudarse a Florida y dejar el pasado atrás. Pero la distancia no puede alejar las pesadillas, ni las visiones, alucinaciones, el pánico y la locura que se va apoderando de ella. La joven comienza a ver a sus amigos muertos, así como fenómenos extraños que nadie más ve, y que parecen ser producto de su imaginación. O no. Los recuerdos de la fatídica noche vuelven a ella en forma de pesadillas, y su mundo va adquiriendo una tonalidad mucho más oscura y terrorífica. ¿Qué le está pasando? No lo sabe, pero tiene miedo de descubrirlo.
Por si esto fuese poco, en el nuevo instituto privado al que sus padres la han apuntado a ella y a sus hermanos, Mara conoce a Noah, un chico irresistible y enigmático con muy mala fama (T-I-P-I-C-O). Ella no necesita un chico en su vida cuando apenas unos meses atrás enterró a su novio, pero Noah no parece dispuesto a dejarla escapar. De nada sirven las advertencias que la chica recibe de su único amigo en la escuela, que le avisa de que Noah sólo está jugando con ella, como lo ha hecho con tantas otras antes. Así como tampoco sirven de nada los ataques constantes de una chica estirada y perfecta que bebe los vientos por Noah. Sus caminos no hacen más que fundirse en uno solo y ninguno de los dos tiene fuerzas para resistirse.
Mara está convencida de que se está volviendo loca, y hace cualquier cosa para evitar que su madre (que es psicóloga) la descubra y la internen en un sanatorio. Aunque mantiene una linda relación con sus hermanos.
Esperemos que la cosa mejore en los próximos libros.
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