Empezamos los “Días Temáticos Emergidos” con la reseña del primer libro de la trilogía Las Guerras del Mundo Emergido. Antes de empezar os diré que esta es la segunda trilogía del Mundo Emergido, la escena tiene lugar cuarenta años después de “El Talismán del Poder” libro que cierra la trilogía de Crónicas del Mundo Emergido. No hace falta haber leído la anterior saga para poder leer esta, los personajes son otros y Licia Troisi pone en antecedentes perfectamente, así que no tenéis excusa.
Hace siglos, el Mundo Emergido pertenecía a los elfos, criaturas purísimas que vivían en armonía con la naturaleza… pero los hombres y los gnomos pusieron fin a su vida pacífica al invadir sus tierras…
Ya han transcurrido cuarenta años desde que terminó la gran guerra que puso fin a la sed de conquista de Aster el Tirano, pero el Mundo Emergido sigue sin encontrar la paz. Dohor, Caballero del Dragón convertido en rey de la Tierra del Sol, está extendiendo lentamente su influencia sobre el resto de las Tierras Emergidas. Pero no es el único que conspira por el poder. La misteriosa Gilda de los Asesinos, cuyos miembros viven consagrados al asesinato en todas sus formas, ha resucitado el terrible y sanguinario culto a Aster. Para llevar a cabo sus oscuros planes, la Gilda busca por todas partes adeptos y guerreros como Dubhe, quien, a los diecisiete años, es la ladrona más hábil de la Tierra del Sol, capaz de entrar como una sombra en las casas mejor guardadas y sustraer todo cuanto haya de valor.
Nada más empezar conocemos a Dubhe, una chica de diecisiete años que sobrevive robando, y asistimos a uno de sus robos. Sigilosa como la asesina que nunca quiso ser pero que el destino, caprichoso como nadie, se empeñó en hacerla, y ahora Dubhe sobrevive a base de robar. Se le han concedido dos años de tregua, dos años donde se ha ocultado entre las sombras de la noche, pero todo está a punto de cambiar: La Gilda la quiere y no tardará en dar con ella.
La figura se movía confundiéndose con los muros de las casas. Con la capucha calada sobre el rostro, recorrió silenciosa y anónima las calles desiertas de la ciudad. Ni siquiera en ese momento, cuando el trabajo ya estaba hecho, se oía el resonar de sus pasos sobre el empedrado.
Dubhe es una “Niña de la Muerte”, honor tan sólo reservado para aquellos que matan de niños como ella, o para los que sus madres mueren al darlos a luz. Dubhe cometió su primer asesinato con ocho años, a sus manos murió un amigo de juegos con el que estaba peleándose y desde entonces esos ojos vacíos y carentes de vida la persiguen allá donde va. Pero esa última mirada precedida del último suspiro no será la única que vea, y es que ese fue su primer asesinato, pero muchos otros le siguieron presos de las circunstancias.
Ahora La secta de los Asesinos la quiere entre sus filas, pero eso es algo que Dubhe no piensa permitir; hasta que es presa de una maldición, una bestia que la obliga a matar y le oprime el pecho, y su única salvación está con los que nunca quiso verse involucrada, aquellos de los que su Maestro renegó: los Victoriosos, los Asesinos, los que rinden culto a un Dios demasiado oscuro y que habitan en la Tierra de la Noche donde solo se distingue el día de la noche por las estrellas.
Licia Troisi nos sumerge en un apasionante mundo que ya se reveló contra el mal cuarenta años atrás; pero los finales felices nunca son eternos y todo ha cambiado desde entonces, un nuevo destino lleno de oscuridad acecha incesante la vida de Mundo Emergido y sólo en unos pocos está el poder de cambiarlo quieran o no.
La autora ha creado un mundo y unos personajes dignos de mención y que se te quedan grabados en la retina después de conocerlos. Si en algo destaca La Secta de los Asesinos es, sin duda alguna, en la increíble protagonista que podemos encontrar entre sus páginas. Valiente, decidida, con unas rebosantes ganas de vivir y que no se deja amedrentar fácilmente. No se queda atrás su Maestro, a ese que conoceremos en los capítulos en los que nos adentremos en el pasado de Dubhe, y es que su Maestro, ese sicario que decide el destino de las personas en tabernas donde se acuerdan precios por vidas bajo susurros, destaca por su misterio y su taciturnidad.
A Dubhe no le costó mucho alcanzarlo. Lo agarró por los hombros, le dio la vuelta y tuvo ocasión de ver el terror dibujado en su rostro. La bestia que había en ella estuvo un buen rato regodeándose en él, hasta que se abalanzó sobre su cuello y lo mordió.
El hombre lanzó un grito terrible. Cayó al suelo, más muerto que vivo. Como no tenía armas, Dubhe atenazó su garganta con las manos. Sus ojos estaban clavados en los de la víctima, y disfrutaban de cada segundo de su agonía.
La historia está bien ambientada pero sin duda no considero a La Secta de los Asesinos un libro de ambientaciones extraordinarias o sumamente destacables, más bien lo considero un libro de personajes e historias entrañables e imaginativas donde las haya.
Sin duda uno de los grandes aciertos del libro es combinar presente y pasado, y es que no sabría deciros cuál de las dos partes me ha gustado más. Cada una tiene su aquél, sus misterios y sus dosis de acción a partes iguales.
A los que os guste la fantasía os gustará, y a los que no seáis mucho del género, como una servidora, os encantará y os atraerá a partes iguales.
La Secta de los Asesinos se lleva un merecido cuatro por ese frescor que emana de sus páginas y ese despuntarse de lo “más de lo mismo”, pero sobre todo se lo lleva por Dubhe: una protagonista de esas que son dignas de mención, de esas que piensan que su vida es más importante que cualquier cosa, que no tienen tiempo para pensar en el amor porque están ocupadas intentando ser ellas mismas y cuidar de su pellejo. No se ha llevado el cinco porque ese lo suelo reservar para esas historias que me tocan hondo, y porque el final me ha olido un poco a que en las siguientes entregas me van a dulcificar a mi guerrera, pero eso ya son suposiciones mías y espero que Dubhe en entregas posteriores siga siendo la misma. Resumiendo, La Secta de los Asesinos es un libro que no os podéis perder y que os sorprenderá y atrapará sin remedio.
¿Lo habéis leído? ¿Pensáis hacerlo? ¿Os llama la atención? Os leemos.