Revista Libros

Reseña Las Eternas – Victoria Álvarez

Por Perdidas Entre Páginas @LasPerdidas

Los que sepáis de las letras de Victoria, me daréis la razón cuando diga que su prosa es real, se palpa, se huele, se ve. No sé qué tiene esta autora, a parte de nada que envidiar a las grandes, que con dos palabras juntas encandila al más reticente. Si bien esta novela ha despertado en mí sentimientos encontrados y he tenido serias dudas para puntuarla (porque hay cosas que no me acaban de convencer), es innegable que Victoria tiene un don para lo escrito.

Reseña Las Eternas – Victoria ÁlvarezVenecia 1908. Gian Carlo Montalbano y su hija Silvana instalan su juguetería, La Grotta della Fenice, frente a la antigua y emblemática juguetería de los Corsini. Los juguetes de los Montalbano son la última generación de autómatas que pueden encontrarse en el mercado y sus muñecas son tas perfectas que parecen de carne y hueso. Mario Corsini, decidido a averiguar los secretos del arte de los Montalbano, se adentra en la juguetería y entabla amistad con la fría e inteligente Silvana. Sin embargo, lo que Mario descubrirá en La Grotta della Fenice desafiará los límites de su imaginación y hará estremecer los cimientos de la sociedad veneciana, sumiéndola en una espiral de horror y muerte.

Ya cuando leí la sinopsis me quedé prendada. Una historia ambientada en la Venecia del s.XX, una historia que pinta oscura, misteriosa, con algún que otro elemento sobrenatural… Era de esperar que Victoria, con esa facilidad narrativa que tiene, nos transportara allí cuales hombres y mujeres de la época, espectadores de algo que se cuece entre esas oscuras calles venecianas.

La novela empieza bien, más que bien. Con un primer capítulo que, aunque no pone en situación, augura mucho de lo que sucederá en adelante. Tras ese pequeño preludio aparecemos en la juguetería de los Corsini y conocemos a Mario y a Andrea, dos hermanos jugueteros que se ganan la vida diseñando muñecas y juguetes varios. Los dos hermanos resultan interesantes y el lector se muere de ganas por saber qué ocurrirá cuando se enteren de la llegada de los Montalbano, unos jugueteros recién aparecidos en la ciudad y que no tienen otra cosa que hacer que abrir una tienda justo en frente de la de los Corsini. Pues sí, imaginad, sucede lo que cabría esperar al saber que la hija de Gian Carlo Montalbano es una preciosidad rubia de ojos azules: que Mario no quiere, pero se queda prendado al instante.

Y aquí es donde entra en conflicto conmigo uno de los elementos de esta novela: el amor. Aunque las comparaciones son odiosas, no he podido evitar comparar Las Eternas con Hojas de Dedalera durante toda la lectura, en la primera novela de Victoria nos encontramos con una trama también repleta de misterios y crímenes a parte de la relación amorosa de los protagonistas, pero a diferencia de la de Las Eternas, para mí los personajes de HDD fueron mucho más creíbles, tenían mucha más garra, eran más fuertes. Encuentro a Mario Corsini un tanto blandengue “amorosamente” hablando, se pasa toda la novela bebiendo los vientos por Silvana, cosa que hace que la trama romántica eclipse a una trama de suspense que, a mi parecer, merece mucho más la pena, y por culpa de esto que os comento se queda como sí, ahí está porque al fin y al cabo es el motor que mueve el libro, pero no se desarrolla lo bastante ni se hace uso de ella tanto como me hubiera gustado (pues los capítulos que por una cosa o la otra trataban los asuntos de Montalbano me tenían en vilo, pero eran muy pocos; al contrario que los capítulos de romance, que intentaba no pasarlos por alto porque ocupan una gran parte de la novela y las letras de Victoria son una delicia, pero no lo podía evitar). Quizá esto se deba a que el libro es autoconclusivo (un gran ¡Ole! por la autora, por traernos un libro único), porque da la sensación de que la autora no quiere profundizar en la trama de suspense para no liarse demasiado.

Otro de los puntos que hay que coger con cuidado es el tema principal de la trama: los autómatas. Hay que tener en cuenta que no es una novela realista, encontraremos ficción en ella, y aunque ya sea habitual pasearse entre vampiros y hombres lobo por estos lares, esta vez se trata algo diferente que puede llegar a hacerse difícil de asimilar (quizá también por lo que comentaba antes de los personajes un tanto flojos). Esto es algo que tampoco me ha llegado a convencer demasiado, así como en HDD veía de lo más normal la historia de Annabel y todo el tema de la médium,  en Las Eternas me ha costado mucho creerme la situación de Silvana (además: **Spoiler**¿Mario Corsini se atreve a llamar perturbado a Gian Carlo Montalbano por dar vida a esas niñas muertas cuando él se lo está montando con un cadáver viviente? Y no me digáis que es por el tema de los asesinatos, porque llama perturbado al Sr. Montalbano mucho antes de descurbrir todo lo que se trae entre manos; eso me dejó con una ceja en alto pensando… ¡qué morro! **fin spoiler**). Pero bueno, esto ya es según cada uno, así como lo de encontrar la novela predecible o no (que o yo ya he leído demasiado, o está cantado lo que va a suceder de principio a final).

Así pues esto ya es cosa de no ir con ninguna idea preconcebida, de dejarse llevar y de saber disfrutar la historia desde cero, cosa que he hecho yo, pero tarde.
Porque por mucho que no nos convenza la historia de amor, el tema de Silvana o que se le vea el plumero a la mayor parte de la novela, no se puede negar que todo está muy bien hilado y narrado.

Es una delicia leer a Victoria, no me cansaré nunca de decirlo. Creo que es una escritora con mucho talento, admirable. Su estilo es único, personal, sus letras vibran en nuestras manos y nos hacen tener todo tipo de sensaciones. Real, palpable, abres el libro y la ciudad se monta sobre sus páginas, pero es que ves a los personajes moverse como si los tuvieras en frente, te agarran y transportan por mucho que te resistas… ha habido párrafos en los que me he visto allí sin comerlo ni beberlo.

-¡Maldita sea! –exclamó Mario. Se desabrochó rápidamente la chaqueta, la dejó caer sobre los adoquines y se arrojó a las lóbregas aguas, que lo recibieron con un chapoteo.
Se abrió camino como buenamente pudo hacia el centro del canal, aunque las algas se le enredaban alrededor de los tobillos para retrasar su avance. La selva acuática que se adueñaba de las profundidades de Venecia parecía deseosa de que Mario no llegara a su meta. Tuvo que luchar con brazos y piernas para continuar, y entonces se dio cuenta de que no se había equivocado…

Siendo una narración en tercera persona y muy muy adornada, no se hace para nada agobiante, es más, se disfruta cada una de las palabras, se saborean como si fueran el dulce más exquisito. Esta novela gana mucho cuando los personajes “están callados”, cuando te topas con descripciones increíbles y párrafos, e incluso páginas enteras, de narración.

¿Cómo lo puntúo? En este caso, le pongo menos nota que a Hojas de Dedalera por todo lo que os he contado, esta es una de esas notas demasiado subjetivas. Aquí ya sí que Reseña Las Eternas – Victoria Álvarezentra el gusto de cada uno, si no os importan los puntos débiles que, en mi opinión, he encontrado, ya podéis hacer el pedido de la novela sin dudar, porque es perfecta en su aspecto. Yo le resto un poquito porque la trama romántica de Mario y Silvana no ha despertado en mí la necesidad de continuar leyendo y no ha sido hasta el final, que ha empezado a despuntar lo bueno, cuando lo he terminado de un tirón. Le pondría un cuatro, pero recuerdo esos momentos de resoplidos durante la lectura que no me dejan llegar a él y porque, sinceramente, a Silvana y a Mario les quedan muchas sopas.

(Siempre tuya, Victor).

Las Eternas - Tienda Online


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas