Reseña: las guerras del agua, cameron stracher.

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Título: Las guerras del aguaAutor: Cameron StracherEditorial: Nocturna edicionesFormato: Tapa blanda, con solapas.¿Saga?: No. AutoconclusivoNúmero de páginas: 266Precio libro físico: 14,50€Precio ebook: No disponible

Los ríos se han secado, los casquetes polares se han derretido y las últimas reservas de agua potable están en las manos de quienes pueden pagar el precio. Incluso hay multas por derrocharla. Pero en la clase de Vera hay un chico al que no parece preocuparse esa posibilidad: un día llega bebiendo agua y tira las últimas gotas a la tierra ardiente. "Yo tengo mucha", explica. Poco después, desaparece y todo indica que no por voluntad propia. Será entonces cuando Vera y Will se embarquen en un peligroso viaje para buscarle.

Este libro ha sido cedido por Nocturna ediciones. Desde aquí, muchas gracias. Más información sobre sus publicaciones visitando su web. 

Los padres de Vera y Will vieron un mundo donde existían los ríos y las cascadas, donde podías beber cada vez que tenías sed y las plantas siempre florecían. Un mundo donde la comida era capaz de salir de la tierra y nadie pensaba en la creación de los sucedáneos procesados. Aquél era un tiempo donde las personas no caían enfermas por deshidratación y nadie tenía siempre la piel tan seca que pareciera a punto de romperse. Sin embargo eso se acabó. La misma humanidad hizo que se acabara. Y años después, Will y Vera no han visto nada de eso. Desde que nacieron lo único que el gobierno les ha ofrecido es tomar lo justo para no morir. No  pueden vivir, sólo sobrevivir. Y para eso deben seguir las reglas. En el futuro en el que viven el agua no se desperdicia. El agua es más valiosa que el oro o el petroleo. Y la de verdad, la que no está repleta de productos químicos, sólo pueden permitírsela unos pocos. Aún así todos la buscan, y algunos hasta matarían por ella. Es por eso que cuando en la vida de Vera aparece Kai, un misterioso chico que asegura que no todo es como las multinacionales les cuentan, todo lo que había creído real hasta entonces se trastoca y tambalea, sumergiéndola en una aventura que podría hacer que todo cambiase.

Vivíamos una época de sequía y guerra. Los grandes imperios habían caído y se habían dividido, la tierra estaba agrietada y pedía agua a gritos, los hombres que la poblaban luchaban por cada gota. En el exterior, el viento aullaba, como si estuviera herido, en el interior, se nos escamaba la piel y los ojos nos escocían. Nuestras lenguas eran como gruesas serpientes dormidas en oscuras grutas. 

Con Las guerras del agua, Cameron Stracher nos presenta una novela repleta de conciencia, donde nos muestra como las decisiones que tomamos hoy en día pueden afectar a un futuro no tan lejano como imaginamos. A través de un panorama absolutamente desolador, donde el cambio climático ha afectado todo lo que les rodea, el ser humano se ve obligado a privarse de uno de los elementos más básicos de su existencia. Y mientras nos situamos entre toda esa decadencia, nos vemos tentados a hacernos la inevitable pregunta: ¿Cómo sería vivir sin algo que damos siempre por hecho? ¿Cómo sería que nos racionaran cosas que hacemos sin pensar? Para nuestros protagonistas, hechos tan cotidianos como decidir el tiempo que pasamos en la ducha o en qué momento nos apetece un vaso de agua, son cosas impensables, un lujo, y tan solo al alcance de unos pocos. La novela nos trasmite un mensaje muy realista, tan realista que da miedo pensar en que pudiera cumplirse. Porque al igual que la sociedad aquí relatada, si de algo pecamos es de darnos cuenta de lo que teníamos una vez que ya lo hemos perdido. Con fuertes tintes ecologistas, el autor reviste este futuro apocalíptico con una nota de esperanza, acompañada de grandes dosis de aventura. Y de la mano de Will, Vera y Kai, tres adolescentes que viven esta situación en primera plana, entenderemos que las apariencias rara vez dicen la verdad.
¿Puedo decir que me ha gustado? A rasgos generales, sí. Es un libro que me ha gustado por muchas razones, pero sobre todo por su mensaje. Porque hacen falta más historias que nos hagan ver como estamos destruyendo nuestro propio planeta. Porque es perfecto para concienciar, a grandes y pequeños, y porque sí, además te hace pasar un rato entretenido. Porque la pluma de Cameron Stracher, relatándonos todas estas peripecias a través de las palabras de Vera, es sencilla y directa, sin muchas florituras. Porque a pesar de un comienzo lento, Las guerras del agua siempre intenta ir al grano. A la gran cuestión. Y sobre todo porque entremezcla de maravilla ese aire de reflexión que acompaña a toda moraleja con grandes dosis de acción. Y aún así, a pesar de todo esto, a pesar de ser perfecto para devorarlo en cuestión de horas, le falta algo. He ahí el por qué no es un libro redondo. En mi opinión, a pesar de todos estos puntos positivos, Las guerras del agua no cuenta con unos personajes inolvidables. Y es justo ahí donde flaquea, pues a pesar de tratarse de una buena historia, con un gran desarrollo, esto queda ensombrecido por la falta de empatía que sentimos hacia los propios protagonistas.

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