Las 23:30 de la noche, con sueño, me dispongo a leer mi capi de buenas noches y continuar un poco donde dejé Legend: en un punto en el que tuve que cerrar porque tendría algo que hacer, seguro.
La 01:30 de la mañana, al final me he terminado el libro, ya no tengo sueño y me encuentro rodeada de kleenex a diestro y siniestro (porque se acaba el libro –soy muy mala para las despedidas-, porque soy una floja y cualquier cosa me da en la vena sentimental, y por ese final muy a lo “se ve venir” pero con cosas que no te esperas…).
Nadie conoce a Day.
Aunque todos han oído hablar de él:
Es el rebelde más buscado de la República.
Day es una leyenda.
Todos conocen a June
Desde que pasó su prueba y obtuvo una puntuación perfecta.
Junes es una leyenda.
Cuando Day y June chocan, sus leyendas se hacen pedazos y dejan al descubierto dos personas que se atraen como polos opuestos de un imán.
Así pues, con lo que os he contado, lo que debéis tener claro es que este libro tiene un ritmo bestial. La narración está dividida en dos partes: la parte de Day y la de June. Cada capítulo termina de forma abrupta y quieres saber más sobre ello, pero cambia el narrador y el escenario, y continúas allí donde te quedaste y querías saber más: un bucle que no para. Por no decir que es un bombardeo de diálogos y la lectura se agiliza mucho más, y que aunque la mayor parte de la trama es como un pequeño Déjà vu, hay ciertas cosas que pasan por sorpresa que son las que te animan a continuar leyendo. No es un texto de adornos, pero tampoco es una narración simplona, es lo que tiene que ser (aunque da la sensación de que la autora le ponía más ganas a la parte de Day, transmite más intensidad).
Lo primero es que, aunque agradezco mucho que no sea así, no me explico esa ausencia de la frase promocional tipo: Si te gustó Los Juegos del hambre… Y es que este libro es como la tienda outlet de una marca de ropa o como mi coche, que es de la casa Renault pero lo venden como Dacia. No sé si me explico. Legend es un sucedáneo de LJDH, ¿qué ocurre? pues que quizá si este libro hubiera sido anterior, hubiéramos dicho de él maravillas, pero ahora todo está ya muy trillado y aunque en conjunto la novela me ha gustado, no negaré este hecho. Hay hasta una niña de trece años por la que preocuparse, un gobierno que tiene a su población subyugada, los pobres y los ricos…
June es la perfecta de la República, obtuvo la puntuación máxima de unas pruebas que hacen pasar a los niños cuando cumplen diez años. Day es un fugitivo, obtuvo una de las peores puntuaciones en esa prueba y huyó cuando lo venían a buscar para llevárselo a los campos de trabajo. Ahora sus destinos se han cruzado, y es que June está dispuesta a dar caza y cortar en pedazos al asesino de su hermano: a Day. Entre medias: peleas clandestinas, acercamientos bajo identidades falsas, una especie de nuevo brote de una epidemia que asola los barrios más bajos, algún arrumaco, varios descubrimientos…
No os puedo contar mucho porque aunque sea una trama muy similar a otras y ya te lo veas venir, hay varias sorpresas que te vas llevando conforme avanza el libro y son bastante buenas.
Pero aunque todo eso que va haciendo girar el argumento sea inesperado, no llega a tapar los agujeros que deja Marie Lu. Y es que cuando terminas el libro dices vale, muy bien, pero hay cosas que no terminas de ver claras (como por ejemplo la identidad de uno de los malos, casi el más importante, parece que la autora tomó la decisión de hacer de ese personaje el malo demasiado precipitadamente). Aunque te cuenta cosas de su mundo, deja mucha tinta en el tintero (tanto rollo con las Colonias y luego da la sensación de que no es más que una excusa barata para meter ahí algo con lo que enfrentar a La República). Quizá todo esto se deba a que, como de costumbre, volvemos a tener aquí al primero de una saga, ¿puede ser suficiente motivo?
Entre las dos novedades que SM nos dio en la Blog Experience (y que saldrán a la venta este otoño) yo me lancé a por Legend porque soy de las que mete el dedo en la yaga: las distopias me gustan, pero no acaban de convencerme, y aún así reincido. Y con ésta me ha pasado de nuevo.
El amorío está bien y tampoco es tan descarado como en otros libros en los que se abandona la trama principal para sumergirse en la trama amorosa, pero me da la sensación de que los protagonistas pierden su toque a medida que avanzan las páginas y se ablandan, el odio y esa ira por parte de ambos que tanto engancha en las primeras páginas se va desinflando también. Ya se ve que June no es tan dura como quiere aparentar en un principio, pero a mí me gustaba más la June militar; June y Day están bien, ella se da cuenta de muchas cosas, pero por otro lado no parece que crezcan en toda la novela (por no decir que no me gusta que los protagonistas de este tipo de libros digan tener quince años –por muy superdotados que sean y vivencias varias experimentadas- y “aparenten” ser más mayores). Aún así les coges cariño y Day es el típico muchacho guaperas graciosete, así que caerá bien a las féminas lo quieran o no. ¿Los secundarios? Bien, Metias es el que más me gusta –y eso que desaparece en poco más de dos páginas-.
Leeré su continuación, sí, sólo espero que no sea un En Llamas, que nos cuenten bien según qué cosas y que a Day y a June no les de por ir besuqueándose por las esquinas.
Me ha gustado que esté narrado bajo dos puntos de vista y el ritmo de la novela; los protagonistas están bien aunque tengan sus “peros”, y “Si te gustó los juegos del hambre” obviamente te recomendaré éste, es entretenido y como habéis podido leer al principio, no dura más de un par de horas si no tienes nada que hacer, pero no puedo darle más nota porque a mi parecer el fondo es un quiero y no puedo.