Por fin llega a nuestras librerías la octava entrega de los hilarantes diarios de Georgia Nicholson, la adolescente más divertida de Reino Unido.
En el libro anterior, El cachas de los shorts peludos, Georgia se había enamorado de Masimo, el cantante italiano de los Dylans salvajes, pero él no quería tener novia. Cuando por fin consigue que Masimo se fije en ella y olvide a todas las demás, Robbie, el dios sexy, que le partió el corazón yéndose a Kiwilandia (Australia), vuelve porque la echa de menos. Así que de pronto, en medio de un concierto de los Dylans, se encuentra con que tiene a dos chicos y no sabe qué hacer. O, como dice ella, después de hacer cola una eternidad en la pastelería del amor, ha comprado dos pasteles sin querer. Le pediría consejo a Dave el risas, porque se supone que son colegas (y nada más), y para eso están los colegas, pero después de todo lo que ha pasado entre ellos ya no está muy segura de eso…
Hemos tenido que esperar más de año y medio a que saliese esta octava parte (sí, yo tampoco sé cómo hemos sobrevivido) y la editorial Salamandra ha aprovechado para hacerle un lavado de cara: los graciosos dibujos que había antes han sido sustituidos por la foto de una chica que, a decir verdad, da menos vergüenza ajena (¡por fin podemos leer a Georgia sin que nos miren raro en el metro!) y, lo mejor de todo, el libro cuesta un euro menos.
Otra buena noticia para los fans de la saga es que la película del primer libro, Mi gato Angus, el primer morreo y el plasta de mi padre, llegará a los cines el 28 de agosto, más de un año después de su salida en Reino Unido (pero en fin, más vale tarde que nunca). Una película fantástica dirigida por Gurinder Chadha (Quiero ser como Beckham), que consigue adaptar el libro manteniendo el particular sentido del humor de Georgia.
Así que no esperes más, corre a averiguar con qué chico se queda Gee o, si no eres fan de la saga, aprovecha la película para engancharte: no te arrepentirás, por algo es una de las sagas juveniles más vendidas de Reino Unido.