Si te gusta la ciencia-ficción y las historias de zombis, éste es tu manga. En él encontrarás humanos sintéticos, osos que hablan, mujeres misteriosas, islas artificiales, corporaciones secretas, unidades de ejecución forzosa del servicio de sanidad pública, etc...
Y es que últimamente los zombis, esos seres sin seso que recorren las calles en busca de carne tierna que llevarse a la boca, están volviendo con fuerza tanto al cine como a los cómics. El manga no podía ser ajeno a ese fenómeno global.
Tiene un dibujo correcto, muy adecuado en el diseño de criaturas y objetos hipertecnológicos (aunque la moto del protagonista recuerda bastante a las que usaban en Akira), pero quizás excesivamente estático en las secuencias de acción. Los diálogos son cortos, breves y contudentes, lo justo para desarrollar la trama y olvidándose de profundizar en las psicologías de los personajes (aunque Kozlov, el oso que habla, es genial). Pero esa frialdad es muy habitual en la ciencia-ficción, género que este autor ya desarrolló con acierto en su famosa obra Blame!, y pega bien a esta trama interesante, aunque tampoco demasiado original. Una nave espacial que regresa de un viaje por Marte, sufre un accidente al entrar en la órbita terrestre y uno de sus pasajeros, infectado por el desconocido virus NSS, esparce esporas sobre la superficie de nuestro planeta. Meses después, algunos humanos afectados por el virus se convierten en drones, es decir, una especie de zombis. Y aquí es cuando Zoichi Kanoe, humano sintético y protagonista de la historia, entra en acción y se adentra en una isla artificial en busca de personas inmunes.
Un cómic entretenido, con mucha acción, tiros, explosiones, misiles, motos molonas y zombis, muchos zombis. ¿Qué más se puede pedir?
Revista Cultura y Ocio
Editorial Panini Manga