Revista Cultura y Ocio

Reseña literaria Cuando me alcances, Rebecca Stead

Por Eltemplodelasmilpuertas @Templo_Revista
Editorial Molino
Cuando me alcances Rebecca Stead

Cuando me alcances comienza en la primavera de 1979, cuando la protagonista empieza a recordar lo acontecido en los últimos meses de su vida y la de sus amigos. 

Miranda vive con su madre soltera en un apartamento en Nueva York. Toda su corta existencia toma un giro inesperado el día que su vecino y mejor amigo Sal recibe un puñetazo sin venir a cuento. Ese día Sal deja de pasar su tiempo libre con ella y ya ni le dirige la palabra, evitándola cuando se cruzan en el colegio o en el barrio. Miranda queda destrozada. No entiende qué es lo que ha hecho mal, pero apenas tiene tiempo para pararse a pensar en ello porque sucesos extraños empiezan a ocurrirle. Roban la llave de emergencia que su madre guardaba bajo el extintor y misteriosas notas dirigidas a ella empiezan a aparecer. El remitente parece saber de cosas y hechos que aún no han pasado, habla de una vida que tiene que ser salvada y le pide que le escriba una carta contándolo todo, aunque ella no sabe muy bien a qué se refiere con eso. ¿Llegarán a tiempo de evitar una catástrofe? 

En el intento de superar la pérdida de su mejor amigo y entender el significado de las notas, Miranda descubre que las cosas no son siempre lo que parecen y debe aprender a apreciar a las personas por cómo son, dejando de lado los prejuicios, y que el sentido común no siempre sirve para explicarlo todo. 

En Cuando me alcances, los personajes, incluidos los secundarios, brillan con luz propia, carisma, pero también inocencia, y hasta el más insignificante de los detalles presentados resulta ser importante en el desenlace. Especialmente cabe destacar el estilo sencillo y verosímil con el que Rebecca Stead nos narra esta historia en primera persona. 

Con ésta, su segunda novela, Rebecca Stead ganó el año pasado la John Newbery Medal, un prestigioso galardón otorgado por la Association for Library Service to Children (Asociación de servicios bibliotecarios para niños) en los EEUU, que ya ganaran entre otros Neil Gaiman, Lois Lowry o Katherine Paterson. Curiosamente, Una arruga en el tiempo de Madeleine L’Engle, el libro favorito de Miranda, también obtuvo este premio en 1963. ¿Sería una señal? 


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