Revista Cultura y Ocio

Reseña literaria El dador, Lois Lowry

Por Eltemplodelasmilpuertas @Templo_Revista
Editorial Everest
El dador Lois Lowry

En un país como Estados Unidos donde el porcentaje de religiosos fundamentalistas es considerable, esta historia con tintes comunistas y ateos estaba condenada a la prohibición. Muchas escuelas públicas no consienten su lectura, y aluden a lo idílico de la sociedad igualitaria que describe, una sociedad donde no hay dolor, ni rivalidades, donde los sentimientos han dejado de hacer daño y un Consejo de Ancianos decide todo el porvenir. Por si fuera poco, existe una Unión de Cónyuges que tramita los matrimonios según criterios de afinidad y la Imposición de Nombres y Colocación de Nacidos, que entrega a las familias los hijos que no pueden concebir. Su sociedad evita a toda costa la tecnología e incluso sus valores poco tienen que ver con los nuestros. Un mundo perfecto, en teoría.

¿Pero de verdad se puede llamar a esto utopía?

Jonás, un joven de la Comunidad, está a punto de cumplir los doce años. Eso le convierte en un Doce y, por lo tanto, debe ser designado para una profesión. Todos esperan la ceremonia anual con impaciencia, y es que la decisión de los Ancianos les acompañará toda la vida. El Dador, ese hombre misterioso al que casi nadie ha visto, le necesita para una misión. Y los planes del anciano implican visiones que Jonás, acostumbrado a su sociedad perfecta, no está preparado para ver.

El Dador es una novela emocionante, bien construida, que engancha desde la primera página y no se detiene con descripciones triviales. Su personaje, Jonás, es el clásico protagonista que va descubriendo que todo cuanto le rodea se desmorona a su alrededor. Los adultos, más o menos conscientes de la realidad, resultan siniestros por su indiferencia, pero la escritora logra incluso darles una razón de ser. Difícilmente puede considerarse una oda al comunismo, más cerca de la distopía que de la utopía, pero como viene siendo habitual con los censores, nunca pasan del primer capítulo. Sí, es una obra juvenil, aunque como tal puede ser leído por adultos de todas las edades, y es hasta cierto punto recomendable para los escolares (mucho más que La Regenta o El Lazarillo de Tormes, pensarán con razón los estudiantes españoles). Es una historia en la que el lector tiene que ser partícipe, y a la vez crítico, y admitir que cualquier sociedad idílica puede resultar al mismo tiempo espantosa.

Es inevitable comparar El Dador con otras historias semejantes, que posiblemente se hayan dejado influenciar por ésta. En La Ciudad de la Oscuridad, de Jeanne DuPrau, también se asigna profesión a los chicos que cumplen doce años. O en el más reciente El cuchillo en la mano, de Patrick Ness, el protagonista tiene que huir de su población para entender los secretos que ésta oculta, siendo su cumpleaños también relevante. Estas dos historias, al igual que El Dador, son las primeras de una trilogía.

Lois Lowry escribió En busca del azul (también publicado en España por Editorial Everest), una segunda parte que apenas reciclaba algunas tramas de la primera, y no se atrevió a desvelar el desenlace de El Dador, ciertamente inconcluso, hasta veinte años después del comienzo, con Mensajero (inédito en nuestro país). Ninguna lograría el impacto de la novela original. El cine también prepara su adaptación de El Dador, que será dirigida por David Yates (Harry Potter y la Orden del Fénix). Con semejante panorama, no hay excusa para no leer este clásico moderno.


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