No son muchos los títulos de aventuras que han aparecido en la colección Periscopio de la editorial Edebé (curiosamente la mayoría escritos por César Mallorquí) en comparación con el notable número de novelas de suspense o misterio de este mismo sello. El enigma Altai, aunque tiene un componente de misterio, en realidad es una trepidante historia de aventuras.
En la reserva natural de Las Montañas Doradas, situada en una república de la antigua Unión Soviética, han ocurrido tres accidentes en las expediciones de los últimos meses: un científico italiano desapareció, un multimillonario americano fue encontrado muerto (en un supuesto accidente de caza) y un guarda forestal fue tragado por un alud.
La prensa se hace eco de estos sucesos y eso no es bueno para el floreciente turismo de la zona, motivo que hace que Olga Lebedinskaya, directora de la reserva, tome cartas en el asunto. Ni corta ni perezosa, se embarca en una expedición acompañada por un veterano alpinista irlandés, un cocinero autóctono, un misterioso turista italiano y cómo no, de Tronov, jefe de los guardas de la reserva. Todos juntos van avanzando por las escarpadas Montañas Doradas en busca del misterio que rodea a esas dos muertes.
A medida que se desarrolla la escalada, el autor recurre a insertar flashbacks, de vez en cuando, para ampliar la información y dar más luz sobre determinados personajes de la curiosa expedición. Los más interesantes resultan los del excéntrico turista italiano que les acompaña y que, desde luego, no es lo que parece.
Aunque el misterio está bien planteado y correctamente resuelto, la novela no resulta todo lo ágil que debería ya que le sobran algunas páginas. Quizás porque el autor intenta explicarnos (con los flashbacks) las motivaciones de todos los personajes, lastrando un poco (y en algunos casos hasta repitiendo información) la narración presente del avance de la expedición hacia las Montañas Doradas.