Hace tres años aparecía Grimpow, novela que dio a conocer a Rafael Ábalos, y personaje sobre el que vuelve en esta segunda parte: Grimpow y la bruja de la estirpe. En ella nos encontramos con el joven Grimpow, acompañado de sus amigos, el caballero Salietti y Weinell, la mujer que se disfraza de hombre, y a su archienemiego el inquisidor Búlvar de Góztell que sigue yendo tras ellos, con la intención de hacerse con la piedra filosofal. Pero también hay nuevos e interesantes personajes que entran en acción: desde la bruja de Montmartre (que aparece mencionada en el título y se convierte en co-protagonista de esta novela) hasta Sofí, la joven de la que nuestro protagonista se enamora.
El autor opta por alternar los capítulos; así, mientras en unos seguimos las aventuras de Grimpow y sus amigos, en los otros se ocupa de las desventuras de esta bruja y de las intrigas del inquisidor. En realidad, se nota que al escritor le atrae mucho más el personaje femenino, mayor, más rico en matices y con una historia más potente que la del propio protagonista; y al lector, poco a poco, le acaba sucediendo igual. Los demás personajes, sobre todo Salietti y Weinell, se quedan en el tintero.
En esta novela descubriremos un poco más sobre los secretos de los sabios y sobre el misterioso Camino Invisible que ya se planteaba en la primera parte. También asistiremos a más enigmas que descifrar (aunque en menor número que en la novela anterior). Decir que, al tiempo que aumentan las intrigas palaciegas, disminuyen las escenas de acción.
Estamos ante una segunda parte que cumple bien su función. Por un lado, da más de lo mismo (como debe hacer cualquier buena saga) y, por otro lado, aporta cosas nuevas. Una novela entretenida y recomendable, sobre todo si te gustó la primera entrega. Un par de preguntas quedan flotando en el aire: ¿Habrá Grimpow 3? ¿Volverá a aparecer la bruja de la estirpe?