En la vida, es frecuente encontrarse con padres sobreprotectores, con familiares manipuladores que siempre se salen con la suya y con hijas como Charmain, que prefieren ignorar la realidad y alejarse de ella encerrándose en un libro. Cuando los astros se alinean y estos tres elementos confluyen, pasa lo que pasa, y así es como, sin grandes deliberaciones, se decide que Charmain pasará unos días cuidando de la casa de su tío William Norland, el mago, mientras él está enfermo. Charmain ve la oportunidad perfecta para escapar de sus padres y hacer lo que siempre ha deseado, así que se arma de valor y escribe una carta al rey, ofreciéndose para trabajar en la biblioteca de palacio.
Pero en cuanto Charmain pone un pie en la casa de su tío, los acontecimientos se aceleran y reina el caos. El salón y la cocina están patas arriba, hay una puerta que, según cómo se abra, lleva a distintos lugares, los kobolds que trabajan para su tío deciden rebelarse por los motivos más absurdos y Waif, la perrita de William, también empieza a sufrir los efectos de la magia. Para completar la situación aparece Peter, un chico de la edad de Charmain, que dice que William lo ha aceptado como aprendiz, y llega una carta del rey en la que acepta la ayuda de Charmain en la biblioteca y solicita su presencia en palacio al día siguiente.
La aventura no ha hecho más que empezar. El oro de las arcas reales está desapareciendo y para resolver el problema el rey ha mandado llamar a Sophie Pendragon. Y, donde esté Sophie, es de esperar que aparezca Howl. ¿O tal vez no?
La casa de los mil pasillos (2008) es totalmente independiente de sus predecesoras: El castillo ambulante (1986) y El castillo en el aire (1990). Sólo tienen en común el universo en que se desarrollan y algunos personajes. Esto permite a la autora crear un amplio abanico de personajes muy diferentes entre sí cuyos caminos se van cruzando a lo largo de las tres novelas y que el lector acaba viendo como viejos conocidos.
Diana Wynne Jones vuelve a hacer gala de su extraordinaria habilidad para crear tramas de aventuras y fantasía. El argumento se va complicando poco a poco y, aunque el final es bastante predecible, la novela atrapa el lector y resulta una lectura muy agradable.
Déjate llevar por esta historia de fantasía y explora con Charmain la casa de los mil pasillos. Quizá su puerta mágica te traiga a El Templo.