Revista Cultura y Ocio

Reseña literaria La Esfera (primera parte de la saga), Myra McEntire

Por Eltemplodelasmilpuertas @Templo_Revista
Editorial Molino
La Esfera (primera parte de la saga) Myra McEntire

Emerson está convencida de que está medio loca. A los doce años empezó a tener visiones: fantasmas del pasado que aparecían en el momento más inesperado y se desvanecían cuando intentaba tocarlos. Ha pasado por el psiquiátrico y ha estado sometida a medicación, pero ahora, con dieciséis años, ha decidido que vivir en un estado de semiinconsciencia es un precio que no está dispuesta a pagar.

Su hermano mayor, Thomas, ha empezado a buscar soluciones alternativas, y es así como Emerson conoce a Michael, un chico que asegura tener visiones, igual que ella. Michael pertenece a La Esfera, una organización que se encarga de gente como ellos. Y es que los fantasmas no son más que un síntoma de lo que Em es capaz de hacer.

Michael tiene sólo un par de años más que ella, es (oh, sorpresa) increíblemente atractivo, y están predestinados a estar juntos, pero él asegura que no puede pasar nada entre ellos y Em pronto descubrirá que Michael esconde más de un secreto.

La Esfera es un libro con muchas virtudes, pero que también tiene defectos importantes. Em es una protagonista original, probablemente porque de verdad cree que está loca, y su relación con Michael es muy intensa. Por si fuera poco, Myra McEntire introduce a Kaleb, que resulta interesante desde el primer momento a pesar de que es evidente que su papel es dar lugar al habitual triángulo amoroso. También está muy conseguida la relación que tiene Em con Thomas, su hermano veinte años mayor que ella, y con la mujer de este.

El libro tiene buen ritmo y bastante argumento, pero sus piezas no acaban de encajar. La trama de viajes en el tiempo es típica y, aunque la paradoja temporal está resuelta correctamente, el final resulta predecible. El argumento encaja gracias a una serie de "casualidades" que acaban resultando difíciles de creer y el atractivo de la trama romántica es que el amor entre Michael y Emerson es imposible. ¿Por qué? En el libro, desde luego, no se da una respuesta satisfactoria a esta pregunta.

A pesar de todo hay que reconocer que La esfera proporciona varias horas de entretenimiento, y unos personajes a los que se les coge cariño. Quizá el problema sean las expectativas que genera una novela con una portada tan llamativa como esta y una frase promocional tan bien escogida.

La Esfera es, lo que se dice, una lectura de playa: ideal para pasar un rato divertido y no darle muchas vueltas.


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