Después de luchas interminables entre las tribus táuricas y los humanos, éstos se alzaron con la victoria en la última gran batalla entre las razas. Los minotauros fueron aniquilados y sus estandartes pisoteados y vejados por los hombres, que odiaban a esas bestias salidas de sus peores pesadillas. Pero después de trescientos años desde aquel día, un niño humano y un minotauro vuelven a cruzar una mirada...
Esa es la premisa que nos ofrece el autor Gabriel García de Oro para presentarnos la historia. Pero el relato da mucho de sí. Mucho, mucho más. En el libro se nos narra la historia de Yaruf, un niño humano que se crió entre los minotauros, que aprendió sus costumbres, sus normas, su lengua y que se convirtió en uno de ellos. La historia de Yaruf es la de la supervivencia, la de la marginación por ser diferente, la de una persona que el destino ha marcado para hacer algo. No en vano, las Antiguas Escrituras de los hombres y las Piedras Altas de los minotauros ya anunciaban que llegaría alguien que lograría entrar en el Laberinto de la Alianza... Pero la de Yaruf, aunque la principal, no es la única historia que se nos ofrece en la novela. Podremos leer cosas de Kor, el nigromante, que valiéndose de su poder y sobre todo, de sus engaños intentará hacerse con el poder supremo; la historia de Ühr, el historiador, aquel que sabía más que nadie de los minotauros y las antiguas guerras táuricas y que de un día para otro lo perdió todo; las aventuras de Worobul, el guerrero, que antepuso lo que él consideró su deber frente a la oposición de los demás minotauros... En definitiva un mosaico de personajes con su propia historia que dan forma a un relato muy entretenido.
La narración mantiene en todo momento las ganas de seguir con el relato por parte del lector y es fluida y refrescante. Pero quizá el mayor mérito del libro sea la ambientación. En especial la recreación de la cultura táurica. El minotauro, una criatura de leyenda a priori no muy utilizada en los relatos de fantasía hasta la fecha, toma un protagonismo crucial en la novela y se plantea como una sociedad perfectamente pensada y organizada por el autor. Las costumbres de estos fascinantes seres quedan reflejadas en la novela de manera que el lector está constantemente deseando saber más sobre esta cultura que el autor ha ideado. Un acierto, sin duda.
No obstante, preparamos al lector para posibles continuaciones del libro. ¡Alzad vuestros cuernos!