Revista Cultura y Ocio

Reseña literaria Muerte a seis veinticinco, Jordi Cervera

Por Eltemplodelasmilpuertas @Templo_Revista
Editorial Edebé
Muerte a seis veinticinco Jordi Cervera

El último premio Edebé, esta Muerte a seis veinticinco, repite temática con respecto a Huida al sur, la novela galardonada el año anterior, tratándose también de una novela policíaca. Pero mientras aquélla era género negro, puro y duro, ésta se podría encuadrar mejor como un thriller. Todo comienza con el asesinato de la mujer y el hijo de un famoso deportista norteamericano, ex-jugador de la NBA, mientras éste juega un importante partido con su actual equipo, el DKV Joventut. A partir de aquí, la novela se centra en la investigación por parte de los Mossos d’Esquadra, presionados por las altas esferas políticas y los medios de comunicación a causa de la popularidad del jugador, para resolverlo cuanto antes.

El autor opta por una estructura multifragmentada, saltando en cada capítulo de un personaje a otro, desde lo que son protagonistas de la historia (como el jugador de baloncesto o el inspector que investiga el caso, o incluso el propio asesino), hasta personajes secundarios a los que la acción les toca tangencialmente (como las dos parejas rusas espectadoras del partido o los padres de uno de los skin-heads). Este modelo narrativo nos recuerda a otra novela premiada: Los ojos del lobo, de Care Santos, ganadora del Gran angular en el 2004. El problema de este tipo de estructura es que, al ser una obra coral, cuesta que el lector establezca un vínculo afectivo con un protagonista, al no haber uno claramente definido. En este novela se podría decir que ese peso recae en dos personajes: por un lado, Joan Pons, jefe de la unidad regional de Investigación de los Mossos d’Esquadra, ayudado por su hija Carla, que está preparándose para convertirse en policía autonómico al igual que su progenitor y, por el otro, en el propio asesino, que nos narra en primera persona sus motivaciones para ese doble asesinato. El personaje de Carla nos recuerda vagamente a Wendy, la joven protagonista de las dos novelas de Andreu Martín (La noche que Wendy aprendió a volar y Wendy ataca), que también ejerce como Mossa d’Esquadra en la ciudad de Barcelona.

En definitiva, una novela en la que predomina la trama sobre los personajes, algo bastante habitual en este género y que te recomendamos, sobre todo si eres fan de los thrillers.


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