Reseña literaria Mujer mirando al mar, Ricardo Gómez

Editorial SM

Una mujer mirando al mar es la imagen que tenemos antes y después de leer el libro de Ricardo Gómez, premiado por la editorial SM con el Gran Angular de este año.

Un escritor pasea por el Rastro un domingo por la mañana. Encuentra una carpeta llena de viejos y ajados papeles, pero la poesía que parece estar escrita en ellos lo atrae. Y es que allí se cuenta la historia de Elena, una mujer que mata a su marido y no es castigada por ello, historia que el escritor perseguirá por la geografía del norte de España, intentando averiguar si fue cierta y qué fue de sus protagonistas, si es que ese poema narra un hecho histórico.

Elena va a ser juzgada en la época de la posguerra española, donde la justicia es dura e inflexible con la gente contraria a sus ideas. Elena mira al mar por última vez antes de ir al juzgado, pues no espera volver a verlo; sin embargo, no la condenan por haberlo matado. ¿Cómo es eso posible?

Con el tópico del manuscrito encontrado, Ricardo Gómez da comienzo a una narración en la que leemos en poesía la historia de Elena y en prosa, la de ese escritor en busca de su historia. Atrapado por esa poesía encontrada, el escritor decide seguir el rastro de los protagonistas para comprobar la veracidad de los hechos narrados en ese poema y quizás desvelar a su autora. Es precisamente esa mezcla de poesía y de prosa lo que puede llamar la atención a los lectores. Si bien la poesía nos narra una historia que nos va atrapando cada vez más, con versos elaborados pero fáciles de entender, la prosa ralentiza demasiado el relato al describirnos con tanto detalle el proceso de investigación, documentación y escritura de la historia que ya estamos leyendo en los versos.

En los últimos años, la Guerra Civil española está muy presente en la escritura de los autores de literatura juvenil de nuestro país. A veces, da la sensación de que los lectores deben escoger entre las novedades de amor sobrenatural o los relatos de la guerra de nuestros abuelos. A pesar de la posible saturación del tema, Ricardo Gómez lo aborda con una innovación interesante, la poesía, que nos invita a acompañar al narrador en la búsqueda de inicia para averiguar qué sucedió en realidad con Pablo y Elena.