Frío.
Frío, frío, frío, frío.
Lobos, un columpio y una niña que se balancea. Lobos, lobos que atacan el columpio y se llevan a la niña. Niña desorientada que no sabe a qué temer y mira a los ojos de un lobo que no le da miedo. Ese lobo, que siente compasión porque comprende que lo que la manada hace está mal, muy mal.
Años después, la niña ya es adolescente, además de una clara superviviente, todavía se columpia y continúa mirando al lobo de antaño: esta vez desde lejos, aunque con suerte a pocos metros de distancia. Se observan, se huelen, una vez se acercan y ella acaricia su pelaje mientras el animal se relaja. Ronronearía de placer si fuera un felino.
Ella se llama Grace y él, el lobo, de alguna forma le cuenta que se llama Sam: revela su nombre con palabras, porque Sam no siempre es un lobo, cuando deja de hacer frío es humano. Por eso Sam adora el calor, porque puede estar cerca de Grace, y por eso ambos van a temer la llegada del invierno, porque romperá la magia y se llevará la humanidad de Sam. ¿Para siempre o hasta la siguiente estación?
Maggie Stiefvater lo ha logrado a la primera, con sobresaliente, una sonrisa y sin darnos tregua: sin que dijéramos ni mu, nos ha llevado hasta su cabaña en la montaña, manteniéndonos al calor del hogar mientras nos leía su nuevo cuento. Un cuento que recoge las criaturas lupinas que desde hace años fascinan tanto la mente de los lectores, y una historia que nos acerca a criaturas conocidas y que nos permite amarlas gracias a ese ritmo suave, amable y calentito, y gracias también a una pluma tranquila y sabia.
Unos dicen que el comienzo es lento, otros agradecemos esa paz inicial y ese camino entre nieve virgen que nos prepara para la nueva estación; unos cuentan que Stiefvater es un gran descubrimiento y otros estamos de acuerdo; y unos hablan de la ternura, la agilidad y el buen humor de la escritora, y los otros susurramos bis bis, ídem, equilicua.
Ahora, y ya sin división de opiniones, unos y otros esperamos la continuación de esta nueva trilogía a dos voces, entre dos estaciones y sobre dos amantes a los que deseamos un final muy Disney.