The Game es la historia de Hayley, una joven que se ve obligada a irse a vivir a casa de una de sus tías después de una horrible pelea con su abuela. Para colmo, Hayley es huérfana y no sabe absolutamente nada de sus padres… como tampoco sabe nada acerca del secreto que esconde su familia. Por suerte para ella, ha ido a mudarse justo cuando el resto de familiares se reúnen en la casa de su tía, por lo que Hayley se encontrará, de repente, con montones de primos y primas de los que nunca antes había oído hablar.
La vida en la casa transcurre con normalidad (pasando por alto las particularidades de algunos familiares) hasta que un día su prima mayor, Harmony, les propone jugar “al juego”. Hailey no tiene ni idea de qué se trata, pero no quiere parecer una aguafiestas y acepta participar. Sin embargo, nada de lo que hasta entonces hubiera imaginado o creído se parecerá a lo que tendrá que hacer para salir de “el juego” victoriosa o, al menos… viva.
Diana Wynne Jones es famosa en nuestro país por libros como El castillo ambulante de Howl, llevado a la gran pantalla por Hayao Miyazaki y cuya segunda parte se titulará The house of many ways, o Chrestomanci entre otros. Repleto de la misma desbordante imaginación, The game entremezcla la historia de una niña que cree ser corriente, con la magia de los cuentos de hadas, la mitología y la astrología.
En la versión inglesa del libro, al término de la novela, podemos encontrar una serie de apuntes con curiosidades acerca de los personajes y de las teorías mencionadas, y algunas actividades dirigidas, esto sí, a un público más infantil. Además, la editorial ha optado por añadir un fragmento inicial de The house of many ways muy interesante.
Como todas las historias de esta brillante escritora, The game es, por encima de todo, un cuento repleto de magia. Una historia que no parece ceñirse a un público determinado y que cualquier lector al que le guste el género podrá disfrutar.
Esperamos que esta autora, poco valorada en nuestro país, consiga hacerse un hueco entre nosotros y que este libro, junto con el resto de sus novelas un poco olvidadas, regresen para las futuras generaciones de lectores españoles. Crucemos los dedos.