Reseña: Lo que le pasó a Luli

Nombre: Lo que le pasó a LuliAutor: Graciela Haksten
Tipo de lectura: NovelaCaracterísticas: Tapa blanda sin solapasPáginas: 96Editorial: Dunken¡¡Muchas gracias a la autora!!
Sinopsis:

Luli, a través de Godofredo, el duende, aprende muchas cosas de los mundos misteriosos que los rodean. Todo eso le sirve después para enfrentar al señor Svartkorp que pretende dominar al mundo. Luli deberá oponerse a él y vencerlo con la sabiduría que le ha brindado su amigo el duende. Para eso cuenta con las llaves mágicas.

Reseña:
Lo que le pasó a Luli es un libro de fantasía escrito por el puño de Graciela Haksten, una autora argentina que hace unos meses conocí, pero que recién leo su obra.
Lo que le pasó a Luli sigue la vida de una niña, la cual, cuando estaba sentada en el árbol del patio de su casa, un golpe le da en la frente, entonces en el momento que abre los ojos se le aparece un duende, ese duende se llama Godofredo. 
Godofredo es un duende que le enseña muchas cosas a Luli, y cuando se presenta la posibilidad de viajar a Suecia al principio ella se siente muy triste, porque eso significaría abandonar no solo a sus amigos y a familiares, sino que también a Godofredo. La sorpresa fue tal que Luli cambia de parecer cuando el duende le dice que en ese nuevo lugar están todos sus amigos.
En la historia nos encontramos con varios personajes como lo son manchita, Sitik, la Reina Primavera, Svartkorp, Beethoven (que en realidad es un árbol pero que su presencia me ha sido muy grata) , y otros.
La trama no es compleja, en resumidas cuentas, el mensaje es muy claro, yo lo tomaría como un llamado de atención de cómo nos comportamos con el planeta. Claramente el libro expresa un mensaje ecológico, incluso la misma Luli está siendo preparada y advertida de los cambios climáticos que tiene el mundo en que vivimos.
En este universo, hay varios planos o dimensiones, en uno estamos nosotros y en otro los duendes. La única manera de ver a un duende es que ellos quieran que nosotros nos percatemos de su presencia, como lo hizo Gregorio con nuestra protagonista.

“Comenzó a entender que vivir no era solamente tener experiencias felices. Vivir significaba, también, dolor y separación”.

A que dirán… ¿Y qué rayos tienen que ver esas tres llaves? Pues calma, que ahí voy…
Hay una persona muy mala, que quiere tener todo el poder del mundo, y que puede llegar a destruirlo todo, no tanto así por su inteligencia sino por su incompetencia al creer que él no sufrirá por su decisión.
Las llaves son las herramientas para ingresar en los diferentes reinos, vegetal, animal y mineral, pero las llaves en sus manos se convierten en carbón lo que les da algo más de tiempo a los seres fantásticos para planear cómo quitárselas.
Es grandioso como te cuenta la historia, como si estuvieras leyendo un libro para niños y de golpe aparece un dialogo como éste:

“Es el comienzo de la destrucción. Los seres humanos morirán pero arrastraran con ellos a todos los reinos de la naturaleza, inclusive a nosotros. Se destruirán las plantas, los animales, todos los seres que pueblan este planeta se irán muriendo paulatinamente”

La historia es fluida, Luli nos convence con su hermosa chispa infantil y cómo va aprendiendo sobre el estado del mundo.
La conclusión por supuesto que no la spoilearé, pero me hizo dar escalofríos la escenas que se nos plantea. El solo hecho de imaginarlas me pone los pelos de punta. 
Un toque muy personal que nos trae esta obra, es que al final de algunos capítulos, podemos encontrar un cuadro donde la autora nos propone ilustrar la historia de acuerdo a lo que nos imaginamos. Es una idea totalmente maravillosa e ingeniosa. Me recordó un poco a "Destroza este diario" porque la idea es crear un libro totalmente personalizado, el ejemplar que tendré yo no será el mismo que el tuyo. La idea didáctica me fascinó, quería hacer mi propio dibujo y ponerlo en la reseña pero no me sentía inspirada y tampoco quería arruinarlo así que lo publicaré en unos días.
En resumidas cuentas, ha sido una lectura fluida, con toques tiernos pero también escalofriantes que han sido de mi agrado.

Antes de dejarlos, quiera comentarles que la autora me concedió hacerle una entrevista, por lo cual pronto tendremos el agrado de leer sus propias palabras en este sitio.