Autor:Magdalena Trimarchi
Editorial: Penguin Random HousePaginas: 400Alex comienza su último año de escuela secundaria contando los minutos para terminar. Su pasión es el arte y, dado que no tiene verdaderos amigos, nada le interesa más que estar en su habitación leyendo, pintando o escuchando música. Pero el primer día de su último año conoce a James, un joven inglés, nuevo en el colegio. La atracción es instantánea. Rápidamente, comienzan un apasionado romance y se enamoran perdidamente. Pero la vida les tiene preparada una prueba muy dura: a Alex le detectan un tumor cerebral.
Gracias Penguin Random House por el ejemplar.
Antes que nada, les voy a decir que NO había leído la sinopsis hasta el momento en el cual me puse a hacer esta reseña. Tendría el corazón un poco menos roto si hubiese sabido de qué iba… pero no, tuve que sorprenderme a medida que avanzaba en la lectura de esta novela. Como todos acaban de leer, a Alex le detectan un tumor en su cerebro. ¿Acaso no pueden las historias de amor que tanto me gustan tener finales felices? ¡Qué horrible! Tener que estar en el último año del colegio, haber conocido a tu gran amor y que te diagnostiquen con semejante enfermedad…Eso que les acabo de contar es un pedacito de lo que vive Alex, la protagonista de esta historia. Es un personaje muy querible desde el primer momento en el que empezamos a conocerla. Tiene una mirada muy particular de todo lo que le pasa y vive. Admito que al principio me resultaba un poco “pesada”, pero enseguida le tomé cariño. Pinta, escribe, recita, tiene un lugar en su mente al que me encantaría poder visitar: “Wonder-Neverland” (Si leyeron Peter Pan y Alicia en el País de las Maravillas imaginarán lo que puede ser eso) y es un personaje con una fortaleza admirable. Siempre consciente de lo que le pasaba, y nunca demostró ni un poco de miedo. No sé si eso fue porque no lo tenía, o porque no quería que ni su mamá, ni su padrastro, ni James sufran. Hablando de James… ¡Qué bombón! Alto, con unos ojos increíbles, buen cuerpo e inglés. ¿Cómo no enamorarnos de la persona que llega a la vida de Alex y le enseña que no está sola con su sarcasmo y su forma de ser? Que no es necesario vivir en un mundo en el que todos seamos iguales y que demuestra ser tan fuerte como ella para acompañarla desde el momento en el que se enteraron de que no había modo de que el cáncer se fuese de su cuerpo. “Más allá de la realidad” es una historia muy linda y dura a la vez. Admito que por momentos no quería seguir leyendo porque me daba cuenta que cada vez faltaba menos para quedarme sin lectura. No quería que terminara más. Necesitaba que la historia de Alexandra y James sea eterna. Dos chicos jóvenes que encuentran el amor a muy temprana edad y tienen toda la vida por delante para ser felices, para disfrutar de lo que sienten y para estar juntos. ¿Por qué una enfermedad tan horrible tenía que adueñarse del cuerpo de Alexandra y no permitir que pueda conseguir ser feliz por el resto de su vida? Claro, las historias felices no siempre tienen finales felices. Como personajes secundarios llegamos a conocer a la mamá y al padrastro de Alex, personas que tienen una hermosa relación con ella, y con James, y que desde el primer momento son pilares fundamentales para los dos protagonistas. Los contienen, ayudan y están presenten en todo el proceso de la enfermedad y sus correspondientes tratamientos. Magdalena Trimarchi nos regala esta bella historia, que tuvo sus primeros pasitos en WattPad.. Les dejo el Link de una entrevista que le hizo Malena.. ¡y está super! Si le leen van a poder conocer un poquito más a la autora.Entrevista a la autoraMás Allá de la Realidad, es un libro dulce y lleno de momentos en los que nos preguntamos si estamos disfrutando suficientemente la vida y todas las cosas lindas que nos pasan. Aprendemos de cada experiencia y sabemos que podemos superar cada situación que la vida, el destino, o sabe cada uno en qué cree, nos presenta. Leí que Magdalena hizo de esta historia, una trilogía… No veo la hora de poder leer los libros que la siguen..«Alguna oscuridad es necesaria para ver las estrellas. Y lo que comienzo a entender es que este momento debemos vivirlo de una manera distinta y que no nos traiga constante angustia para así lograr soportarlo. Tenemos que probarle al universo qué tan grande es nuestro amor. Y yo te prometo, Alexandra Goodman, que te acompañaré y seré la persona más insoportablemente pegada a ti en estos próximos meses. Así nos burlaremos del universo. Y nuestra unión será tan fuerte que, cuando hayas dejado este mundo, nuestras almas seguirán unidas y el deseo continuará. Por siempre».