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Reseña Melodía Inmortal – Olga Salar

Por Perdidas Entre Páginas @LasPerdidas

Al pasar de la página 234 a la 235 (las dos últimas), mis ojos se abrieron como dos sandías –sin exagerar-. A este paso agoto las existencias de colirio de mi casa, aún sigo sin poder creérmelo… ¿¿¿dónde está la cámara???

Fuera coñas, primero de todo quería felicitar a Olga por haber llegado a cumplir el sueño de muchos que andan por aquí: publicar su novela. Muchas felicidades y orgullosa has de estar de tu trabajo, a algunos gustará más a otros nos gustará menos, pero es TU libro y con eso que te quiten lo bailao. Digo esto porque Olga es una más de este mundo blogger y sé que va a poder leerme, pero no por ello mi reseña va a ser más light… decirte que hay muchísimos a los que sí ha gustado y debes pensar que es imposible contentarnos a todos (sobretodo a mí).

Reseña Melodía Inmortal – Olga Salar

Cuando nuestro amor por la música se vuelve casi una obsesión.
La pregunta es muy sencilla.
¿Qué precio estás dispuesto a pagar por ella?
¿A qué serías capaz de renunciar?
¿Y si con ello perdieras a la persona que más quieres?
¿Volvería a amar tu corazón?
¿Nos dará la vida una nueva oportunidad?
¿O estaremos condenados eternamente a no escuchar más que el silencio?

 

Yo quería empezar hablando de los personajes, pero tras ese final no puedo hacer otra cosa que comenzar la reseña “quejándome” un poco: después de aguantar a Oliver y Danielle durante toda la novela que si yo te quiero más que si yo te quiero menos, quería un “enfrentamiento” en toda regla, quería que el personaje más interesante de todos diera juego y dejara satisfecha a la parte malvada de mi alma. ¿Qué ha pasado? Pues que he encontrado durante toda la lectura escenas que a mi gusto sobraban (porque no les veía la utilidad o no me parecían necesarias) y después en menos de media hoja la autora nos da un final que deja a una patidifusa pero no en el buen sentido, sino en el de decir “¿¿¿en serio???, ¿¿¿Así??? ¿¿¿YAAAA???”. No sé si es que no quería alargar más, si es que ya tenía un número de hojas pensado, pero si es así creo que podría haber acortado según qué capítulos y alargado un poco más ese desenlace haciéndolo interesante y resultón.

Porque la novela es puro juvenil romántica y la historia a partir de la cual se desarrolla la trama, moldeada con cantidad de mitología alemana que llama la atención, queda terriblemente eclipsada por el romanticismo. Ya me gustan las novelas románticas, ya… pero creo que ésta lo ha sido demasiado. Y es que quitando algún fragmento en el que se hablara de Fausto, Mefistóteles y su terrible pacto con el diablo o alguna referencia a ellos, el romance entre Oliver y Danielle se come demasiado al libro. Cuando narra Dani no hace otra cosa que pensar en novios (o esa sensación da) y en Oliver y en sus sentimientos, y cuando habla Oliver casi más de lo mismo; así que si la prota me tenía agobiada, imaginad que encima cuando narra él me hace igual… total, que no como dulces en dos semanas porque con este par tengo azúcar para días. Su romance, con un origen que no ha terminado de quedarme claro, ha sido en un flash. La autora lo argumenta para que no quede tan repentino, pero de todos modos resulta demasiado rápido y Oliver pasa de no querer saber nada a pegarse al culo de Danielle como si de sus bragas se tratase (vale, que en todo ese tiempo ha hecho de “guardia” pero… nah).

Los personajes, bueno, cada uno con su tormento interior y tal Pascual; están bien pero como su comportamiento no ha acabado de convencerme del todo, ellos tampoco me han llamado la atención (por no decir que Dani critica por dos veces un asunto sobre Marc que no tiene nada que ver con la trama, pero con el que me ha quedado claro que esta chica no piensa como yo y con la que tendría un debate largo y tendido; por cierto, chica, ¿vas a un chino y criticas la decoración porque no te gustan los adornos chinos? hmm... u.U’). Oliver quiere resultar enigmático y misterioso pero cuando empieza con su pose de diseñador de moda, se esfuma toda la credibilidad: y es que la autora hay cosas que las describe mucho y otras en las que creo que se queda corta (los protagonistas se fijan más en los atuendos de los demás que en donde están o lo que ocurre a su alrededor). Los secundarios, lo mejorcito de la novela es Gabriel; luego están Rachel que sí, pero… y Samuel y Marc (dos peones más, aunque al segundo le tengo curiosidad, hay algo ahí que me huele a chamusquina desde el principio y si no se demuestra en la continuación, la autora ha dejado por ahí un pequeño cabo suelto).

En cuanto a la manera de narrar de Olga, está bien y se nota las ganas que le ha puesto, pero no ha conseguido engancharme, sobretodo porque ha habido frases (y no únicamente dos o tres) que he tenido que releer más de una vez para que me quedara claro el concepto o lo que me estaba transmitiendo. Quizá también tiene culpa Kiwi, editorial a la que vuelvo a regañar por no fijarse bien en los errores de edición (¿es que no tienen a nadie currando que se repase a conciencia los documentos antes de su impresión? **desde aquí yo me ofrezco): sobran acentos, faltan acentos, faltan guiones,… Con la novela de Olga he tenido que usar el diccionario en un par de ocasiones, cosa que no encontraría mal si toda la novela usara vocabulario poco habitual, pero no es así y esas palabras (que igual soy yo y el resto del mundo conoce su significado y estoy quedando como una idiota) me han resultado artificiales en el conjunto.

A mi parecer a esta historia le ha sobrado romance almibarado y le ha faltado algo más de esa parte de la trama que habla sobre el origen de Oliver o algo más de acción. No digo que se convierta en una novela fantástica, sino que hubiera estado un poco más equilibrado y no que cuando terminaras el libro lo interesante quede suspendido en el aire. Quizá a mí me hubiera ganado más de esta manera porque lo que más me ha gustado ha sido el fragmento en el que se cuenta el pasado de Oliver y todo lo relacionado con su hermana.

Reseña Melodía Inmortal – Olga Salar
Un libro al que no puedo darle más, lo terminé porque no quería dejar a medias la novela de Olga, pero una vez cerrada la tapa me ha dejado una sensación extraña: sí, está bien, pero algo me falla… cosa que siento mucho porque le tenía ganas (sobretodo después del blog tour y las buenas críticas que he leído), y creo que podría haber sido algo mucho más grande.

También quizá sea yo que me estoy cansando de la juvenil romántica bañada en dulce.

La saga consta de dos volúmenes, ¿me haré con el siguiente? quién sabe… nunca digas nunca. ¿Y vosotros? ¿Habéis leído este y tenéis unas ganas tremendas de que llegue setiembre? ¿Os pasó como a mí y os dejó una extraña sensación? ¿Qué me decís?

*Y para terminar diré que tras un reciente estudio he podido demostrar que si te da por morderte el labio cuando estás nerviosa (tic que me duró no más de una tarde porque estuve a punto de darme a mí misma dos sopapos) te salen unas pupas del tamaño de naranjas, así que estas protagonistas que tienen este tic nervioso deben gastar una de pasta en Pyralvex que es increíble. A partir de ahora me resultará poco realista que continúen luciendo morritos sensuales y carnosos después de estar todo el día chupándose/mordiéndose el labio. He dicho.

Gracias y enhorabuena por haber llegado hasta aquí. Pedazo de royo que os he soltado.*

Nia


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