Reseña Melodías de la sangre – Maialen Alonso

Hoy os vengo a presentar Melodías de la Sangre, de Maialen Alonso. A esta reseña no la voy a puntuar como a las demás, casi que no va a ser una reseña como las demás: he intercambiado opiniones y puntos de vista sobre la novela con su autora, le he escrito para decirle a ella “a la cara” lo que me ha gustado y lo que no, lo que creo que podría haber hecho de otra manera y mejorar, o lo que he encontrado que no encaja. No soy editora, ni “crítica licenciada”, ni remunerada, ni nada por el estilo, tampoco pretendo serlo, simplemente doy mi opinión tal como la siento y como sale, y esta vez se la he dado a ella antes que a nadie porque creía que debía ser así.

Tras participar en un experimento de criogenización a cargo de la Alianza de los Estados, Meryl despierta por accidente de su letargo. Cuando es capaz de entender su situación, observa la ahora lúgubre habitación en la que se encuentra, dándose cuenta de que no sólo ha transcurrido una semana…
En su primer día es capturada. El mundo que ella conocía está ahora cubierto por un espeso manto oscuro que no deja al sol llegar, y con horror descubre que los vampiros gobiernan la tierra esclavizando a los humanos en una nueva Era.
Es comprada por Caleb, el líder de la zona Alfa, acabará aceptando con esfuerzo su nueva situación, pero los problemas no han hecho más que empezar.

Maialen, muy lejos de cabrearse, lo ha aceptado (ha reconocido, también, que la he calado más de lo que ella misma se esperaba) e incluso me instó a hacer una reseña, por muy negativa que fuera.

Todo esto viene porque lo que empezó con muy, muy, muy buen pie, acabó cayendo en picado. Con el principio de su libro yo me hice una idea equivocada y en cuanto me di cuenta de que iba por el mal camino, empezó a torcerse la cosa porque no me daba lo que realmente podía darme y quería que me diera.

Después de escribirle y decirle eso mismo y más, me confesó que ella había escrito esa novela para probarse a sí misma (ha acabado sus estudios secundarios con veintipico) y quería ver cómo ella misma podía llegar a escribir un par de capítulos, incluso una novela.
Maialen me contó que no tenía en mente vender a churros esta novela, que simplemente la creó para disfrutar (y que ella ya estaba contenta con que una compañera suya que no lee, la hubiera leído y ahora se hubiera enganchado a la lectura).

No, Melodías de la Sangre no es el éxito del año. Maialen Alonso transmite inseguridad a través de su estilo: unas frases están escritas con el corazón, pero otras se nota demasiado que quería dejarlo “bonito” y que están demasiado pensadas. La autora me confiesa que “sí, en algunas partes tenía miedo de asustar (…) también la releí diecisiete veces” y luego se da cuenta de que fue un error: ¿qué mejor que una escena plasmada como la sientes al momento? Siempre viene bien un retoque, pero no pongas en duda tu inspiración. 

El prólogo y la sinopsis dan a entender algo que no es, porque sí: la historia es un juvenil romántica pura y dura y sí, aparecen vampiros. Yo, tal y como empieza la cosa (con temas de criogenización, un contrato, una era en la que el mal gobierna y los humanos somos esclavos de ese mal) esperaba algo más oscuro, esperaba vampiros malos malos… pero entró en escena Caleb, y desde el capítulo en el que ese vampiro aparece entre las páginas, el tema se desvía un poco. Por no hablar de Meryl, una prota que empieza con fuerza (incluso encontré justificado su comportamiento al inicio de la novela) pero que se vuelve una ñoña de cuidado a medida que avanzan las páginas. El amor que hay entre las páginas de Melodías de la Sangre me ha parecido demasiado precipitado y dulzón (las románticas empedernidas lo adoraréis), no vengo a decirle cómo tiene que ser su historia, pero yo

creo que aquí faltaba algo más de penumbra y sobraba trozo de romance, porque la cosa se vuelve pastel de azúcar de veinte pisos, haciendo que la trama no continúe con la carrerilla con la que empezó y acabe resultando bastante plana.

Maialen se defiende contándome que ha escrito dos libros y que en el segundo todo empieza con un Caleb más oscuro.

El resto de personajes, bueno… creo que tienen potencial, pero la autora no ha sabido aprovecharlo ni moldearlos bien y resultan demasiado superficiales. Eso sí, hay un personaje con el que, de cara al final de la novela, me llevé una grata sorpresa… con él y con el giro argumental que se da lugar: en eso, Maialen ha conseguido lo que pocos han conseguido últimamente.

A esta historia le falta un punto de cocción y algún ingrediente más que le aporte aroma. De todos modos, yo a MDLS no la veo como una “novela normal”, como a una novela de Francesco Gungui, Lea Toberi o Claudia Gray con la que me quedaría a gusto haciendo su reseña y soltando todo lo que se me pasara por la cabeza, sapos y culebras incluidos, ya que aun habiendo pasado por las manos de un editor, corrector y demás personas que podrían haber parado la cosa a tiempo, tienen telita.

No creáis que no he dicho todo lo que pensaba (sobretodo con su autora), pero yo veo Melodías de la Sangre como un reto que se ha puesto Maialen, como una demostración de lo que uno mismo pude hacer si se lo propone. No, no es una Collins, ni una JK, ni una KMM… Maialen Alonso no pretende hacerse rica como ellas, simplemente quería compartir algo (si ya se da pagada con que lo haya leído su amiga) y hacer algo que quería (y yo, por lo poco que sé, diría “debía hacer”) y creo que no la puedo juzgar como a otros. Pero no estoy “disculpando” a Maialen Alonso, esta chica ha de progresar, lo que quiero decir es que si nunca lo intenta ni empieza en algún momento… no llegamos a ninguna parte. Ni ella, ni nadie.

Ah, no podía antes despedirme sin decir que ¡me encantaron las ilustraciones interiores estilo manga!

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Simplemente deseo lo mejor a esta futura escritora que se coló en mi bandeja de entrada y que me dejó leer su obra y opinar libremente. Mi más sincera enhorabuena, crear una historia, sea cual sea, y montarla en forma de obra literaria, para mí ya sería mucho.

Nia