- Título: Nubes de Kétchup
- Título original: Ketchup Clouds - Autora: Annabel Pitcher
- Traductora: María Díaz - Saga: - - Editorial: Alevosía - ISBN: 9788415608394 - Nº de Páginas: 276 - Precio: 16,11€ - Dónde comprarlo: Amazon
Zoe es una chica inglesa de quince años que oculta un terrible secreto. Llena de angustia pero también con una buena dosis de humor, Zoe comenzará a escribir cartas a Stuart Harris, un asesino encerrado en el corredor de la muerte de una prisión de Texas. Piensa que solo alguien así, marcado al igual que ella por el secreto, la mentira y el asesinato, va a poder comprenderla...Increíbles eran mis ganas por comenzar a leer este libro; lo recibí y lo comencé sin más. Necesitaba una lectura diferente a lo común, que destacara por algún motivo, y por ello escogí esta; así fue solamente el principio, pues al comenzar a adentrarme en la historia vi que esta percepción del mismo era completamente errónea.
Bolígrafo en mano, Zoe respira profundamente y comienza su relato de amor y traición...
Zoe ha hecho algo malo, algo de lo que nadie puede enterarse. Aterrorizada, sin saber qué hacer, decide desahogarse narrando su propia historia en forma de cartas y enviárselas a alguien que también tenga un secreto parecido, que pueda comprenderla. Este es Stuart Harris, un presidiario que recibirá sus cartas y será el encargado de leerlas y comprender a Zoe y su situación.
Nubes de Kétchup es una novela epistolar que cuenta con cierto parecido a Las ventajas de ser un marginado. A lo largo de todo el libro Zoe se mantiene en el anonimato, para que nadie pueda localizarla, cambiando su nombre, el de sus amigos y familia, su dirección... Muy parecido a la intención con que Charly narra sus cartas en su libro, francamente.
La base sobre la que Nubes de Kétchup se sostiene no es sólida y el la trama tampoco resulta interesante. Realmente no hay ningún conflicto que resolver ni nada nuevo por descubrir, pues ya Zoe al comienzo nos narra el final, pese a que después se muestren muchos más detalles acerca de él; por ello no me he enganchado al libro ni he sentido curiosidad por el final.
Generalmente el ritmo es muy pausado y varias cartas no han conseguido transmitirme nada. Hay páginas y páginas en las que lo único que se narra es el pasado que anteriormente ya ha sido contado, pero Zoe vuelve a hacerlo. Me da la sensación de que estas páginas son únicamente de relleno, y creo que sin ellas Nubes de Kétchup hubiera conseguido llenarme más.
Por alguna razón que desconozco Annabel no ha conseguido transmitirme nada hasta el desenlace. Lo que a Zoe o a los demás personajes le ocurriera no me importaba, y las páginas pasaban sin que yo sintiera nada. Llegó un momento en el que me planteé abandonarlo, y ponerme a leer otra obra que consiguiera transmitirme algo, pero no lo hice y lo terminé para ver si Pitcher era capaz de cambiar esta sensación en mí. Hasta las últimas 20 páginas no consiguió, siendo este número insignificante con respecto a las 300 páginas con las que cuenta el libro, así que podríamos decir que esta lectura ha sido plana en lo que a sentimientos en mí respecta.
Annabel ha creado unos personajes que no han conectado conmigo en ningún momento, pese a que ocasiones no han faltado. Tampoco ha sido todo así; con estas frases me refiero a personajes medianamente adultos, como Zoe, sus padres, sus amigos... todos ellos han sido prepotentes, chulos, creídos, desagradables... pero en cambio Dot, la hermana pequeña de la protagonista es totalmente adorable *-*. De los personajes adultos que Pitcher ha creado a los niños pequeños hay un gran paso, siendo totalmente diferente la sensación que en mí han provocado.
Si por algo merece leer Nubes de Kétchup es por su final, aunque solamente sea por él. Como ya dije anteriormente es previsible, pero a la vez Annabel incluye en él elementos sorprendentes e inesperados que lo transforman. El desenlace ha sido satisfactorio, como esperaba que fuera, y ha ocurrido lo que quería que ocurriera. He sentido amor, odio, rabia, tristeza, alegría... Me hubiera gustado haber sentido lo mismo de principio a fin, y no únicamente en las últimas 4 cartas, pero por desgracia no ha sido así.
Entre Zoe, Aarón y Max termina por crearse un triángulo amoroso en el que se muestra la verdadera faceta de cada uno de ellos. Zoe es infantil, se comporta como si tuviera 8 años y no 15, indecisa, juega continuamente con los sentimientos de estos dos chicos... Este es otro de los factores que dan a Nubes de Kétchup un toque de confusión, sabiendo un poco acerca del desenlace del mismo mientras que Annabel consigue crearnos cierta confusión acerca de él.
Conclusión: Personajes que no he podido soportar, historia con toques característicos pero que sigue la línea del demás mercado editorial, sentimientos que no me han llegado y un triángulo amoroso que pese a no haberme convencido es el que mueve los hilos de la historia. Pese a todo esto, el final ha sido el punto fuerte y por el que se lleva esta nota, pues sin él nada hubiera sido lo mismo.