Aquí llego con una novela erótica en la que no confiaba demasiado. En realidad ahora confío en pocas, el mercado de lo erótico está en estos momentos saturado, y todos se dan codazos para ser los sucesores de Cincuenta sombras (y yo solo espero que sea a nivel de ventas), pero ya os adelanto que Pecados que cometimos en cinco islas no tiene nada que envidiar ni en que comprarse.
“En las islas parece que cuando te alejas dejas en ellas lo vivido sin que te persiga…”.
Una propuesta: Te regalo un año de mi vida.
Una única norma: No existen límites.
Un lugar: Solamente islas, cinco islas.
Un objetivo: La mejor novela jamás escrita.
¿Quién es el jugador y quién es el juguete?
¿Qué límites es capaz de transgredir una mujer para probarse a sí misma?
¿Hasta dónde alcanza la resistencia humana?
¿Qué humillaciones aguanta un ególatra para no sucumbir a una rendición?
¿La razón domina el instinto sexual o viceversa?
Lujuria, fantasías, transgresión y juegos prohibidos que estimulan el deseo, dibujando en nuestra memoria tentaciones apetecibles.
Atrévete a pecar en cinco islas…
Pecados que cometimos en cinco islas nos presenta a Jimena y a Rodrigo: dos desconocidos que pronto dejarán de serlo; ella astuta, con varias caras, audaz, inteligente, libre, treintañera… Él escritor de éxito, egocéntrico, inteligente, señor y tirano, cincuentón y enamorado de sí mismo.
Una novela a dos voces, ella y él nos van relatando en primera persona una aventura que puede quedarse en cinco islas o ir mas allá. Ella nos narra con fuerza, él jugueteando con las palabras a su antojo. Dos puntos de vista que coinciden en espacio, y es que cinco islas les esperan para probarles, para cambiarles, para transgredir, para sentir, para después enterrar sus secretos en lo más profundo, ¿se quedarán enterrados en las islas o les perseguirán el resto de sus vidas? ¿quién es jugador y quién juguete?
Jimena me miró mientras mostraba una graciosa mueca de extrañeza antes de decir:
—¿Pero tú crees que estando contigo a mí me importan la belleza de los faros o los acantilados? Tu compañía y presencia es lo que acapara toda mi atención. Las maravillas de la naturaleza las puedo observar en cualquier otro viaje de mi vida. Por lo que me has contado, te gusta ese sitio. Mucho. Repites cuando vienes. Es un lugar que no te deja indiferente. Pues quiero follarte contra las paredes de tu faro. Con rabia, con pasión. Ahora mismo, de noche, con el viento, las olas, la tramontana, la luna si se deja ver y cualquier otro bicho viviente que nos quiera acompañar. Para que durante el resto de tu vida identifiques el faro con mi cuerpo. Y cuando vuelvas a ese lugar, jamás percibas el Mediterráneo, los acantilados o la lejanía del horizonte. Solo tendrás espacio en tu cabeza para rememorar una noche de pasión desenfrenada, un cuerpo de mujer y un nombre: Jimena.
La idea me excitó. Era imprudente, peligrosa, loca. Pero una vez más, imposible de rechazar. Cada vez me tenía más fascinado esa mujer.
Con estas premisas Carmela Díaz nos presenta una novela inteligente, audaz, astuta, cargada de un erotismo elegante, instruido, que a veces es explicito, que a veces se insinúa, y que en otras te sorprende.
Hagamos este ejercicio de reflexión. Imaginemos solamente el momento del orgasmo, sin ningún otro aderezo o previo. Un, dos, tres…, ¡ya! ¡Ay, ay, ay! ¡Huy! Uff… Respiremos. Eso es todo. Y ahora hagamos balance de las largas miradas, las risas, los juegos, el recorrido lento por el cuerpo ajeno, los fuertes abrazos, las lenguas ardiendo, el tacto de la piel, las caricias interminables, los susurros picarones… Si tuviesen que elegir entre uno de los dos, el rápido y tumultuoso orgasmo, o el largo y apasionante recorrido, sin posibilidad de tener las dos cosas a las vez, ¿cuál elegirían? Pero él, erre que erre con provocar los mejores orgasmos en la vida de la mujer que ocupa su cama y quejándose de la desventaja que supone ser un hombre para estos menesteres.
No diría que la riqueza de Pecados que cometimos en cinco islas reside en el erotismo, que tenerlo lo tiene, pero que no llega a acalorar en exceso. No, su encanto está en la historia (no me miréis así, sí, una novela erótica en la que destaca la historia, no me he vuelto loca). Una historia bien escrita, con personajes que se comen todo lo demás, a los que no les hace falta más; la narración a dos voces resulta todo un acierto y les da un respiro a sus personajes, la trama empieza pareciendo típica pero el desarrollo y sobre todo el final confieren a la novela un aire de misterio, de garra y de coherencia con sus personajes que hacen que al cerrar el libro sueltes entones un “chapó”.
Sé si una persona me apasiona por lo que siento cuando me da el primer beso. Y el de Rodrigo no lo olvidaré nunca. Porque me puse en sus manos y me dejé llevar. Olvidé todo —y era demasiado lo que se debía dejar a un lado— para volar donde él decidiese guiarme. Murió mi voluntad y nació mi deseo. Durmió mi sensatez y despertó mi locura. Esto no son palabras bonitas pero huecas: son la descripción exacta de un momento, de unas sensaciones, de sentimientos que surgen sin buscarlos, pero que de pronto te los encuentras y arrasan con todo. Que no quieres que nunca terminen. Que te da igual lo que vaya a ocurrir mañana: dejas la realidad a un lado y permanecerías en el mundo paralelo creado en ese instante, ingeniando alargarlo hasta el fin de los días para no romper el momento mágico.
Me ha gustado especialmente la pluma de la autora, el saber jugar, el deleitarse cuando es debido, una pluma sencilla que es algo más, que se intuye ingeniosa, perspicaz y que me ha dejado con ganas de más, con ganas de probar a la autora en otro tipo de género en el que espero que se adentre y confirme lo que ya se entrevé entre las páginas de Pecados que cometimos en cinco islas.
Quizá si hubiese sido otro tipo de historia se hubiera llevado hasta más nota, pero tengo que valorarla como una novela erótica, que es lo que es, y como erótica no ha llegado a acalorarme ni a hacer aparecer un tímido rubor en mis mejillas más que en un par de ocasiones; sin embargo, me inclino ante los personajes, su complejidad, y cómo ha llevado a buen puerto una historia que se le podría haber escapado de las manos en cualquier momento, pero que la autora ha sabido manejar y hacer suya haciendo ostentación de una pluma que promete mucho.
Así que ya sabéis, lo tenéis en ebook por 4.99 euritos.
¿Lo habéis leído? ¿Pensáis hacerlo? ¿Qué os parece? ¡Os leemos!
Maisha