Autora: Chimamanda Ngozi Adichie
Lo leí del primer número de la colección "Nueva Ola" de Clarín
Características: Tapa blanda sin solapasPáginas: 92
Feminismo
Editorial: Penguin Random House
Sinopsis:
Esta carismática autora dirige esta emotiva carta a una joven madre que acaba de dar a luz. En sus quince consejos, reivindica la formación de nuestros hijos en la igualdad y el respeto, el amor por los orígenes y la cultura. Una invitación a rechazar estereotipos, a abrazar el fracaso y a luchar por una sociedad más justa. Una bella misiva con reflexiones tan honestas como necesarias que conquistará por igual a madres, padres, hijos e hijas."La gente elige selectivamente la <<tradición>>para justificar cualquier cosa"
Reseña:A esta reseña la estoy escribiendo un sábado 06/04/16, seguro que terminaré programandola para que sea publicada más adelante ya que he hecho varias seguidas y no quiero saturarlos.
Hace unos días obtuve este libro de Chimamanda Ngozi Adichie, feminista nigeriana (es la primera vez que leo algo de una nigeriana, lo cual me entusiasmaba más) el mismo contiene 2 textos_Todos deberiamos ser feministas (será el próximo que leeré)_Querida Ijeawele Cómo educar en el feminismo (motivo por el cual estamos acá)Por cierto, es de la colección "Nueva Ola" de Clarín.
Querida Ijeawele Cómo educar en el feminismo, es una carta que la autora le escribe a su amiga Ijeawele que acaba de ser mamá, por petición de esta última que le pide que la aconseje para criar a su hija como una feminista.Ante esto, la autora escribe 15 consejos que me parecen de lo más certeros.
Chimamanda en ellos habla sobre la tradición, la biología, la crianza, el matrimonio, la equidad, los roles de género, el feminismo light, cuenta sus propias anécdotas y las de grandes personajes que han sufrido el machismo. Deja claro también que no hay que convertir a todas las oprimidas (las mujeres) en ángeles, porque así como hay maldad en los hombres también la hay en las mujeres.
Ya de entrada, Chimamanda le avisa a la nueva mamá que se equivocará, porque es humana, y que esa idea que la cultura aplaude de que "la madre puede con todo" o "que el padre no lo hará tan bien como la madre" hay que rechazarla, porque tanto hombres como mujeres somos igual de capaces e inteligentes para los labores en general. (cosa que pensé toda la vida, pero hay gente que no lo quiere entender)El padre merece criar a sus hijos, eso no le hará mal a nadie, por el contrario, creará lazos más fuertes entre ellos.
"¿Recuerdas que en primaria aprendimos que el verbo es una palabra de <<acción>>?Pues bien, un padre es tan verbo como una madre"
Algo mal dicho es cuando se dice que "el padre ayuda a la madre" cosa totalmente errada, ¡PERO TOTALMENTE ERRADA! chicas, dejen de decir esto por favor, el padre es el padre,él no está ayudando ni haciéndole un favor a nadie, él esta cumpliendo con su obligación de padre, que no es ni más ni menos importante que el de la madre.
"Cuando decimos que los padres ayudan, sugerimos que el cuidado de los hijos es terreno materno en el que los padres se aventuran valerosamente"Y nunca, nunca, debes decirle a una niña debe hacer algo o dejar de hacerlo solo porque "es una niña", más bien dile que lo haga o no porque está bien o esta mal o porque es útil, pero nunca porque sea una niña.El típico ejemplo sería "saber cocinar"
"Saber cocinar no es un conocimiento preinstalado en la vagina"
En una parte cuenta una anécdota, sobre una nena que decía que "se comportaba como un varón" porque le gustaba jugar al futbol y los vestidos no le llamaban la atención, y que su madre la obligó a que se empezara a "comportar como una niña" y así fue como cambió su forma de ser y ahora actuaba acorde a lo que era. Lo triste, es que aquella niña simplemente se comportaba tal cual era. Y esto pasa mucho, los padres deben tratar criar a sus hijos pensando que son individuos (no es si son varones o mujeres) enseñándoles a ser independientes, a quejarse cuando algo no les guste, a razonar, a ser útiles...
Y por supuesto, las mujeres no necesitan que las reverencien ni las defiendan, solo que las traten como a seres humanos, debe quedar claro que las mujeres no reclamen privilegios, sino equidad, igualdad.
Debemos enseñarles a nuestros niños que en el mundo "la diferencia" es normal, es buena, y está llena de ella. Que siempre se cruzará con gente que ha elegido otros caminos en la vida y que mientras ello no dañe a nadie no hay razón para rechazarla.
Y para ir acabando, (aunque podría escribirles muchísimo más, pero esto se va hacer muy largo) hay un punto que tocó la autora sobre la imagen de la mujer que me parece importante destacar:"Si la justificación para controlar los cuerpos femeninos tuviera relación con las mujeres, entonces podría entenderse. Si, por ejemplo, la razón fuera: las mujeres no deberían llevar minifalda porque les provoca cáncer. En cambio, la razón no guarda relación con las mujeres, sino con los hombres. Las mujeres deben <<cubrirse>> para protegerlos. Lo considero un acto profundamente deshumanizador puesto que reduce a la mujer a mero atrezo para los apetitos masculinos"
Mientras leía este libro no paraba de marcar aquellas partes que me parecían importantes y creo que me he pasado un poco jaja.Todo lo que dice es tan obvio, pero son cosas que muchas mujeres y hombres aun no se dan cuenta, podría decir que este texto es puro sentido común, y me parece tan triste que recién en pleno siglo XXI recién se esté empezando a hablar de esto. Hay mucha gente (mujeres y hombres) que lo ven como algo malo, o lo minimizan, porque han sido criados de tal o cual manera y no les gusta el cambio. Por suerte esto va cambiando de a poco, las mujeres están despertando, despacio, pero están despertando.
"Para asegurarte de que no hereda la vergüenza de ti,tienes que liberarte de la vergüenza que has heredado"
Cuando la gente dentro de cien años lean este tipo de textos van a pensar "que cabeza de termo que eran antes, menos mal que no nací en aquella época" porque yo lo leo hoy en el año 2019 y me siento en la edad de piedra por lo cavernícolas que el mundo demuestra ser.Y por lo menos yo, les puedo asegurar que no quisiera que mi hija viva para criar niños, atender a un tipo y cuidar la casa. Eso me pondría muy triste. Nadie es sirviente ni esclavo de nadie, todos somos iguales y la responsabilidad es mutua.
Lectura recomendada para todo público, lo pueden leer tanto adultos como jóvenes.