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Título: ReconexiónAutor: Neal ShustermanEditorial: AnayaFormato: Tapa blanda, con solapas.¿Saga?: Sí. #2/4Número de páginas: 484Precio libro físico: 17,95€Precio libro ebook: 5,99€
Gracias a Connor, Lev y Risa, y a las repercusiones de su revuelta en la Cosechadora de Happy Jack, la población ya no puede seguir mirando para otro lado. Tal vez la desconexión sirva para librar a la sociedad de adolescentes problemáticos y, al mismo tiempo, para surtirla de órganos muy necesarios para los trasplantes, pero su inmoralidad ha saltado por fin a la palestra. Por otro lado, Connor no da abasto dirigiendo el Cementerio, un refugio para los ASP, chicos que, como él, han huido de la desconexión. Risa, paralizada de cintura para abajo como consecuencia del atentado en la Cosechadora, teme resultar más una carga que una ayuda para él. Y Lev, el niño que no aplaudió, se ve envuelto en un movimiento clandestino que pretende rescatar diezmos y en el cual se le venera como si fuera un dios.
Uno de ellos será traicionado. Otro se escapará. Y el tercero hará un sorprendente descubrimiento sobre lo que se esconde detrás de la desconexión.
Este libro ha sido cedido por la editorial Anaya. Desde aquí, muchas gracias. Más información sobre sus publicaciones visitando su web.
Lee la reseña de Desconexión. Primer libro de la saga.
La revuelta que protagonizaron en la Cosechadora Happy Jack les sirvió para sobrevivir, pero eso no implica que lo hicieran enteros. Connor ya no puede volver a ser Connor, sino que tiene que tomar la identidad de un hombre al que ni siquiera llegó a conocer mientras lucha contra los fantasmas de poseer partes de su cuerpo que no le pertenecen. Al mando de un montón de críos, finge que sabe lo que deben hacer para sobrevivir, pero la frágil paz que se ha establecido entre el gobierno y los desconectables no durará para siempre, y él no se ha sentido nunca tan perdido antes. Risa, después de rechazar un trasplante de médula que le hubiera servido para volver a caminar, debería sentirse feliz y libre por estar fuera del alcance del estado, sin embargo con cada día que pasa el sentimiento de que ya no tiene ninguna utilidad la golpea con fuerza. Lev, por su parte, ya no es el diezmo que alguna vez fue. En su viaje de vuelta a casa cambió y perdió lo que le hacía ser un niño. Ahora, con una condena bastante indulgente que le permite mantener una vida relativamente normal a pesar de la constante vigilancia, Lev tiene que luchar contra las partes más oscuras de sí mismo. Y lidiar con lo que significa ser el aplaudidor que no aplaudió. ¿Fue la decisión correcta o sólo la decisión cobarde? Mientras tanto, la sociedad comienza a cambiar, a paso lento pero seguro. Y a enfrentarse. La desconexión ha saltado a primera plana y vuelve a estar en el punto de mira, sus detractores ya no tienen miedo de alzar la voz, cuestionando la moralidad de esta. Sin embargo aún les queda mucha lucha hasta lograr que desaparezca por completo. Por otra parte, tres nuevos e importantes personajes entrarán en acción, cada uno de ellos dispuesto a poner patas arriba el mundo de nuestros protagonistas. Un desconectable a la fuga que quiere hacerse con el control del resto, una chica que tiene fe absoluta en lo que significa ser un diezmo y un misterioso joven que podría o no ser lo que todos piensan. Como si esto fuese poco, un controversial tema salta a la palestra. Y es que, ¿cómo se siente uno al saber que más que nacer lo han inventado?
El único modo de tratar con un mundo en el que no hay libertad es llegar a ser tan absolutamente libre que la propia existencia se convierta en un acto de rebeldía.
Tenía miedo de empezar este libro, lo confieso. Después de una primera parte que aún con su final abierto pareció exprimir todo el jugo posible a esta increíble trama, me dije: ¿Y ahora cómo voy a encontrarme con algo nuevo entre sus páginas? Pero lo hice. Esta novela no te da un respiro. Impactante. Sorprendente. Intensa. Es un millón de cosas. Porque sí, Neal Shusterman lo ha vuelto a hacer. Si hace unos meses afirmé que Desconexión era sin duda una de las mejores distopías que había leído en mucho tiempo, con esta segunda entrega no puedo más que reafirmarme al cuadrado. O al cubo. Como sea. En Reconexión vamos un paso más allá. Estamos ante una historia única y absolutamente original, que empieza casi donde lo dejamos en el tomo anterior. Ante un futuro tan bien construido, de manera tan inteligente y argumentada que, mientras lees, lo único en que piensas es en que ojalá nunca se haga realidad. Neal Shusterman nos permite reflejarnos en una trama que nos llena de preguntas incómodas acerca de la moralidad de nuestros actos, de hasta que punto sabemos diferenciar lo que está bien de lo que está mal cuando somos nosotros mismos los que estamos implicados en el problema. Una historia que recuerda a los grandes clásicos de este género, pero con un estilo muy propio y cuidado. Que nos muestra situaciones duras y comprometedoras, donde a menudo el bien común y el bien propio se debaten entre sí. Se toma su tiempo para expandir todos esos retazos que nos dejó caer en el libro anterior, como por ejemplo esa curiosa ley que permitía abandonar a un niño en la puerta de otra familia que estaría obligada a cuidarlo. Y lo mejor es que lo hace de maravilla, porque si algo podemos destacar de este autor es que sabe como meter toneladas de información de manera que no resulte ni confusa ni pesada. Y mientras sus personajes evolucionan y cambian, se nos plantea una gran duda: ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el hombre por pasar a la historia? ¿Por qué aceptamos todo lo que nos dicen como la verdad absoluta sin siquiera plantearnos otra posibilidad?
Reconexión no es un libro corto, para qué vamos a engañarnos. Ni tampoco es un libro que te puedas leer sin prestar atención a los detalles, porque con esta saga los detalles lo son todo. Pero es un libro que engancha desde la primera página, que te puedes ventilar en cuestión de horas sin apenas darte cuenta. Siguiendo la estructura de Desconexión, nos lo encontramos dividido en diversas partes que nos plantean un tema concreto que iremos descubriendo capítulo a capítulo, siguiendo un ritmo vertiginoso. A pesar de los constantes cambios de puntos de vista, o quizás gracias a ellos, Neal Shusterman consigue mantener la tensión desde la primera hasta la última página. Ya sabéis, esa sensación de no saber que pasará a continuación O de por qué. Reconexión nos da un montón de historias paralelas que se van uniendo poquito a poco de manera magistral, a menudo esperada y a menudo inesperada. Este libro está escrito con un estilo sencillo y directo, pero no por eso menos inteligente. Y es que a través de un narrador omnipresente que se vale del presente, todo cobra un cierto aire realista y cinematográfico. Y nos encontramos con un millón de sorpresas, algunas buenas y otras malas, de momentos que te harán enfadarte con los personajes y otros que te harán desear darles un abrazo, consiguiendo una de las cosas más complicadas de la literatura: crear empatía. ¿Qué hay mejor que un libro que te haga sentir algo? Si estás cansado de las distopías, quizás esta te haga replantearte que aún hay caminos por explorar.
PUNTUACIÓN:
¡Fantabuloso!
También tenemos booktrailer, eso sí, en inglés.
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