Revista Libros
Reseña mía del libro colectivo Retos de la posmodernidad (Madrid, Trotta, 1999), publicada en Lateral, julio-agosto de 1999.
Trotta ha publicado esta recopilación de artículos que ahonda en la larga discusión sobre la postmodernidad, para contribuir a la ya numerosísima bibliografía que este movimiento ha generado desde el ya clásico libro La condición postmoderna, de Lyotard. En esta ocasión se recogen las colaboraciones de diversos autores en un simposio celebrado en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, en abril de 1997, entre las cuales cuenta una firmada por Bruno Latour.
Lo que diferencia a este libro de otros es su posición respecto de la postmodernidad. La ausencia de una definición positiva de la postmodernidad, hasta ahora conceptuada simplemente como crisis de la modernidad, ha dado lugar a grandes reticencias para aceptar su presencia como fenómeno, unidas a ciertas reservas ante sus postulados, temores anclados en la fidelidad acrítica a la Ilustración. Pues bien, este libro da un paso adelante y asume la postmodernidad como un acto consumado: hay aspectos esenciales de la modernidad cuya vigencia ha sido puesta en cuestión, y nada podrá ser como antes. No hay vuelta atrás, y eso es un cierto progreso, en la medida en que nos libramos de un lastre conceptual anquilosado, pero también conlleva unos riesgos que han de ser detectados a tiempo.
El feminismo ha encontrado nuevos apoyos a partir de la relativización de los modelos de hombre, cultura, orientación sexual, etc., y eso es positivo a pesar de la debilidad ontológica del concepto moderno de sujeto. También las teorías interculturales han cobrado fuerza después de la ruptura con el modelo unitario, occidental y etnocéntrico de la modernidad, pero no hay que perder de vista el peligro de que la promoción de las diferencias derive en la fragmentación de los territorios urbanos, por otro lado detectada hace unas cuantas décadas. Con todo, aquí no hay ni apocalípticos ni integrados. La globalización reporta grandes ventajas y también algunos inconvenientes, generalmente ocultos bajo la capa ideológica de la globalidad. Quizás este libro nos ayude a ser cautos y no caer en la falsa conciencia.