Reseña: Se tiene que morir mucha gente, Victoria Martín (Plaza & Janés, octubre 2022)

Tenemos que leer Se tiene que morir mucha gente de Victoria Martín para liberarnos de la culpa que sentimos y arrastramos todos por los fracasos, por las expectativas no logradas, por la maternidad impuesta; por no seguir las normas y por batallar con una vida que no habíamos imaginado.  

Yo me lo he pasado genial con la lectura y con sus reflexiones. Y observo que en estos personajes de la novela he reconocido a muchas mujeres que conozco y forman parte de mi vida, me he reconido a mi. Y he vuelto a admirar a todas estas grandes mujeres, y también me he querido a mi.

Mensajito que me guardo de esta lectura: Despojarse de la culpa y reirse mucho, muchísimo.

FICHA TÉCNICA.

Argumento

Bárbara trabaja como asistente de guion en un programa de entretenimiento repleto de hombres que se creen tremendamente graciosos, es adicta a los ansiolíticos y está obsesionada con el dinero. Vive con su amiga de toda la vida, Maca, una aspirante a actriz que solo acumula rechazos en su currículum. Un día recibe una invitación de Elena, antigua compañera del colegio, para acudir a una de esas fiestas donde anuncian el sexo del bebé explotando un globo, cortando una tarta o lanzando un cohete. Decide ir porque necesita poner en orden su vida, y participar del capitalismo más descarnado engullendo un cupcake en forma de bebé le parece la mejor manera de empezar. Pero tras la fiesta, Elena, desesperada y en la recta final de su embarazo, abandona a su marido y se muda con Bárbara y Maca, una noticia terrible para ellas que trastocará por completo sus vidas. Al grupo se unirá Fabiola, una influencer con una marca de joyas «sostenible» que hacen niños en Bangladés y que comparte en Instagram frases como «Si quieres, puedes» o «Hakuna Matata». Es decir, un adulto funcional siguiendo los consejos de Pumba, el jabalí de El Rey León.

Así comienza esta historia: una embarazada ciclotímica, una actriz fracasada, una influencer inestable y una guionista frustrada tendrán que enfrentarse a una vida que no es la que realmente querían ni esperaban. Una novela sobre la inacción frente a los problemas del día a día que narra con ironía la historia de unas amigas, que se vuelven a reencontrar para descubrir que lo único que tienen en común es el paso del tiempo.

Mi opinión personal (sin destripes)

Amigas que se reencuentran, amigas que se necesitan, mujeres con vidas que no son las que ellas soñaban y viven su día a día arrastrando contradicciones. 

Cuatro mujeres que lucharan contra la inactividad continua ante los problemas de la vida y liberarán sus culpas.

A veces nosotros mismos nos dañamos y no avanzamos por no lograr lo que buscamos y por no seguir los dictamenes que nos han infundido nuestro mayores y la sociedad. Nos odiamos a nosotros mismos y nos vemos en bucle vital que llega a agobiarnos. 

«Acababa de leer la siguiente frase: «Es importante que sigas una buena alimentación para sentirte bien contigo misma, todo lo bueno llegará. Conecta con la naturaleza, camina descalza y siente la madre tierra, únete a ella y todo tendrá sentido. Haz pilates». Todo lo buena llegará si no te pones las zapatillas de estar por casa y adelgazas, ¡cómo no había llegado yo a esa conclusión tan brillante! ¡Gracias por hacerme esta revelación! ¡Estoy menstruando de emoción!»

Rica ironiá para echar fuera tonterias, fuera querer sobrevivir. A vivir sin culpas, ni conformismos. A reir mucho, muchísimo. A andar y a avanzar con la cabeza bien alta por lo que somos y por como somos. 

Humor, ironía y valentía para contar una historia de mujeres reales, imperfectas y con debilidades; que para mi las hace únicas y perfectas. Las sentí muy cercanas y muy creíbles. Olé ellas, olé sus vidas, olé sus errores y sus decisiones.

Me gusto la historia de amistad de las protagonistas; tan natural y necesaria la percibí, que ese reencuentro de ellas me recordó otro reencuentro mío con mis amigas del alma. Pasa el tiempo, nos alejamos... pero una amistad buena y sabrosa siempre está y siempre se necesita para seguir caminando.

También he reflexionado sobre muchos temas que directa e indirectamente nos plantean estas mujeres con sus vidas y con sus relaciones entre ellas, pero me ha gustado mucho muchísimo como el tema de la maternidad ha sido reflejado en el libro. No todas las mujeres quieren ser madres, y por ello no deben sentirse mal. 

La lectura ha discurrido sin apenas enterarme, con capítulos breves y muy entretenidos consiguió Victoria Martín engancharme y querer devorar el libro en dos días. La autora sabe crear personajes, crear acontecimientos con los que tirotearlos para que despierten de su letargo, muy actuales y próximos a todos. 

Leed Se tiene que morir mucha gente de Victoria Martín y veréis que terminaréis con una sonrisa y con mucha esperanza. Ya que en la hecatombe y el caos de nuestras vidas siempre hay y habrá optimismo, ilusión y CONFIANZA.

Victoria Martín es cómica y guionista. Ha sido presentadora de Yu, No te pierdas nada y guionista en La resistencia. Ha escrito y protagonizado la serie Válidas. Su podcast junto con Carolina Iglesias, Estirando el chicle, es uno de los más escuchados de nuestro país.

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